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Ovulación y fertilidad, dos caras de un mismo sueño



Ovulación y fertilidad, dos caras de un mismo sueño

El sueño de muchas mujeres es concebir un bebé. Durante los últimos años han aumentado, además, las mujeres que deciden dar el paso para cumplir su sueño y convertirse en madres solteras.

Sin embargo, tanto en el caso de las parejas heterosexuales, como en las homosexuales femeninas y en las mujeres sin pareja, puede ocurrir que la naturaleza no se ponga de su parte y que, tanto por cuestiones físicas como hormonales, no se logre el embarazo.

La ovulación y la fertilidad son los dos aspectos muy relevantes durante la concepción, y entenderlos responderá a gran parte de las preguntas que se hacen en un momento tan importante.

El periodo de ovulación es un proceso natural que ocurre en la mujer durante el ciclo menstrual, generalmente suele ocurrir a la mitad de este ciclo, cuando este es de 28 días. Durante este proceso, el folículo dominante presente en el ovario, también conocido como folículo de Graf, recibirá una cantidad significativa de hormona luteinizante, provocando el desarrollo total del óvulo y su posterior liberación a través de las trompas de Falopio. Sin embargo, existen determinadas alteraciones en el ciclo menstrual, desórdenes hormonales, déficit nutricional y lesiones en el aparato reproductor femenino, que pueden incidir negativamente sobre la ovulación y la fertilidad.

¿Me puedo quedar embarazada si logro identificar mis días más fértiles?

La fertilidad está íntimamente ligada a la ovulación, aunque también puede estar limitada por la calidad del semen de la pareja. Por tanto, es imprescindible conocer el factor, tanto de origen masculino como femenino, que pueda estar ocasionando infertilidad en la pareja.

Una mujer con ciclos menstruales regulares tiene una alta probabilidad de ovular y no precisa de más test ni pruebas confirmatorias. Por este motivo, en la mayoría de parejas heterosexuales es suficiente con tener relaciones cada 2-3 días, sin que sea necesario determinar el día exacto de la ovulación.

Dos de las técnicas que, históricamente, más se han recomendado para la determinación de la ovulación, son la medición de la temperatura basal y la valoración de los cambios en el moco cervical. La primera técnica es un método engorroso y, además, no puede definir con fiabilidad la ovulación, ya que las variaciones de la temperatura pueden ser debidas a otras causas. Por lo tanto, la medición de la temperatura basal se considera un método obsoleto y no recomendable.

Respecto a la valoración del moco cervical, sus cambios pueden predecir el período de mayor probabilidad para la concepción mejor que la temperatura basal. No obstante, como ya se ha comentado anteriormente, en la mayoría de las parejas es suficiente con tener relaciones sexuales cada 2-3 días, sin necesidad de realizar pruebas de ovulación que, además de resultar tediosas, pueden estar sujetas a interpretaciones subjetivas y aumentar el nivel de estrés de la pareja.

¿Hacer cambios en mi alimentación puede ayudar a que me quede embarazada?

Para hacer frente a la infertilidad también se puede optar por llevar la alimentación más adecuada para ayudar a que se produzca el embarazo. Es muy recomendable consumir alimentos ricos en antioxidantes, omega 3, vitamina E, calcio y hierro. De esta manera, prepararás tu cuerpo para la concepción y, además, una alimentación sana y equilibrada ayudará a regular todos los procesos hormonales indispensables para la concepción. 

Si ya has optado por llevar a cabo todas estas recomendaciones para quedarte embarazada, es hora de acudir a una clínica de reproducción asistida. Ellos cuentan con toda la experiencia, instalaciones y equipos modernos para que tú y tu pareja consigáis, por fin, cumplir vuestro sueño.