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Ponerse en los zapatos del otro



Para muchas parejas que desean ser padres con todas sus fuerzas es sumamente difícil tener que lidiar con el hecho de que esta tarea no será tan sencilla como debería ser naturalmente. Los problemas de infertilidad son más comunes de lo que muchas personas piensan, sin embargo esta situación en contraste con tantos embarazos no deseados en el mundo resulta muy injusta y dolorosa para aquellos que desean ser padres más que nada en este mundo.

Como biólogo de una clínica de reproducción he visto miles de historias diferentes de parejas que no descansan hasta ver su sueño cumplido. Sin embargo, no es una tarea sencilla y al ponerme en los zapatos de esas familias sé que los meses que siguen a partir del inicio de un tratamiento de fertilidad no solo afectarán en gran medida las emociones de cada familia, sino los horarios, las relaciones y más aspectos.

Lo más difícil es dar el primer paso…

Por experiencia sé que uno de los mayores retos para estas familias que poseen dificultad para concebir es dar el primer paso, el cual no es otro que acudir a un especialista en busca de ayuda, esto ocurre porque muchas veces las parejas no saben a qué se están enfrentando. Es por eso que cuando recibo pacientes en mi consulta lo primero que les cuento es la serie de procedimientos por los cuales deberán atravesar en este camino.

No existe mayor meta para estas familias que lograr dar con un diagnóstico certero que les ayude a superar esta dificultad para agrandar su familia. Es por eso que mi trabajo es que se sientan en confianza, que se sientan libres de aclarar dudas y orientarles para poder trabajar en una solución, pero no es una tarea sencilla, se trata de uno de los trabajos más sacrificados de todos ya que se ponen en juego la esperanza de estas familias.

La satisfacción de ayudar en este trayecto

A pesar de que este puede ser uno de los trabajos más difíciles de todos, considero que es también uno de los más hermosos. Al decidir ayudar a estas familias a lograr la concepción no solo estamos haciendo nuestro trabajo, estamos ayudando a cumplir un sueño, es por eso que aunque tengamos que lidiar con familias desesperadas, muchas veces pacientes sin esperanza, algunos enfadados con el mundo y sobre todo las carreras contra el reloj, es también un trabajo hermoso.

Cuando llega el momento ideal es ahora o nunca, y esa justamente es la parte más sacrificada del trabajo ya que no sabes en qué momento una mujer puede estar ovulando y si eso ocurre en medio de tu fin de semana de descanso, entonces tendrás que olvidarte de tu sueño reparador para ir a aplicar el procedimiento, sin embargo ¿Qué significa eso para mí como profesional?

El mejor regalo de todos

Como biólogo no solo siento el placer del deber cumplido cuando uno de los procedimientos resulta exitoso. Sino que me siento un instrumento más del destino de mis pacientes, ya que estoy ayudándoles a conseguir aquello que más anhelan, que es poder concebir un hijo con todos los altibajos del embarazo, pero que al final del día hará que cumplan su sueño de ser padres.

Ahora, como ser humano puedo imaginarme la emoción, la felicidad y sobre todo el agradecimiento que pueden llegar a sentir estas familias al ver finalmente sus sueños reflejados en esa pequeña persona que llega a su vida para transformarlos, es por eso que sí, mi trabajo puede carecer de horarios, puede soportar días malos y peores, pero es también uno de los mejores regalos.

lainfertilidad.com