Gracias a todas. Ahora que he sacado un ratito os cuento la venida al mundo de mis bombones, y a ver si también tengo tiempo y leo de las otras nuevas mamis, que espero que también les haya ido muy bien:
el día 12 nos levantamos tempranito para ir al hospi a que me cambiaran el bombo por 2 niños. Me hicieron una ecografía y como césar seguía en podálica se confirmó que nacerían por cesárea. Entre que te hacen los papeles, te exploran, sonda, vía…no pasé a quirófano hasta las 11, junto con mi marido, que me dejó pasmada de lo bien que lo llevó (parecía que había trabajado en un quirófano toda la vida, estaba como pez en el agua): luego fue todo rapidísimo. Primero me pincharon la epidural sentada, y no me dolíó nada. Luego me tumbaron, colocaron una sábana delante para que yo no viera la operación y a mi marido le dejaron a mi lado dandome la mano, pero él sí que lo vio todo. Al principio de tumbarme me mareaba, pero me pusieron oxígeno y remonté, menos mal, porque por nada del mundo me hubiera gustado perderme el primer llanto que oí, que os lo juro que me sonó a música celestial, desde ese momento ya se me puso una sonrisa de oreja a oreja y una cara de boba que no desapareció en el resto del día. En seguida el ginecólogo le cortó el cordón a césar y me lo puso un segundo en la cara antes de que se lo llevara el pediatra para revisarlo. Al poco rato, mientras notaba cómo me urgaban por dentro de la tripa, ¡qué sensación más extraña, pero os lo juro que nada de dolor!, salió andrés también llorando, y entonces noté un alivio inmenso en la tripa y una emoción inigualable: ya habían nacido los 2. Aún no me explico cómo no lloramos ni el papá ni yo, porque en ningún momento de nuestra vida habíamos sentido tanta felicidad de golpe.
Luego se pusieron a cerrarme la sutura y el papá se fué con el pediatra a ver cómo les exploraban. Encima el buen hombre, nos hizo fotos con la cámara dentro del quirófano. Al ratito vinieron el papá y una matrona, a la que por cierto estoy agradecidísima, con los bebés en brazos y me pusieron uno a cada lado de la cara. Cuando terminaron conmigo en quirófano (eran las 11.30 pasadas sólo), ya salí de allí en la cama con un bebé en cada brazo, y me dejaron estar con ellos en la Reanimación hasta las 3, que se los llevaron a neonatos para explorarlos casi una hora. Al poco de llegar a la reanimación vino una enfermera de apoyo a la lactancia materna y me ayudó a ponérmelos al pecho: no os podéis ni imaginar con qué fuerza mamaban, parecía de ciencia ficción que recién venidos al mundo tuvieran ya ese afán de supervivencia.
En fin, una maravilla, había ido todo perfecto: yo y los bebés estábamos bien, y el trato recibido había sido inmejorable. Al fin veíamos nuestro sueño hecho realidad!!!
Otro ratito os contaré la estancia en el hospital, porque creo que he aprendido algunas cosas que os pueden venir bien a las futuras mamás, y que no me habían contado a mí en ningún sitio.
Hasta pronto, o mejor dicho, hasta que los bebés tragones y las visitas me dejen!!!
No puedo colgar la foto de los niños!!! Soy una torpe. En el próximo mensaje lo intento

perdonad que escriba tan de vez en cuando, pero mis peques no me dejan. Vectra, mi parto ha sido en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, de la seguridad social. Lo de dejar pasar al papá y que puedas estar con los peques desde el primer momento es una experiencia nueva que han empezado a poner en marcha hace poco, y sólo pueden hacerlo con una cesárea al día de momento, porque en la rea tienen que ponerte en un box individual para que tus peques y el papá no molesten al resto de las pacientes, y claro, espacio no es que sobre, ya sabemos todos cómo están de saturados los hospitales. Yo luego no hacía más que decirles a todos los médicos lo maravilloso que me parece este planteamiento, porque creo que debería calar a nivel nacional´.
Ris, la epidural no me dolió nada de nada, aunque hay personas que me han dicho que a ellas sí que les molestó. Casi me pareció más desagradable lo de la sonda vesical, tanto al ponérmela, como luego, que te crees que te estás meando encima.
Otra cosita, yo llevaba depilada la parte superior del vello púbico, para dejarles libre la zona de la incisión a los cirujanos, y así me libré de que me rasuraran, que a mí con la cuchilla me salen unos granos asquerosos.
Ahora chicas, no todo es de color de rosas. Debo deciros que después de la cesárea me he encontrado muy débil, aunque la verdad es que me iba recuperando por días. Creo que es mejor que lo sepáis, porque yo no me lo esperaba y hubiera sido mejor estar hecha a la idea. En mi hospital, por ser cesárea de parto gemelar me dejaron ingresada 5 días (si hubiera sido un sólo bebé te tienen 3 días) y os lo juro que no sobran, porque no tenía fuerzas ni para andar por el pasillo al principio. El inconveniente de estar tantos días es que te pilla la subida de la leche en el hospital, y que como en casa no se descansa en ningún sitio. Allí por el día tienes visitas a todas horas, y sin avisar, y por la noche si no lloran tus bebés lloran los de la habitación de al lado, y si no pasan las enfermeras con los carros haciendo ruido…Encima la cama era del año la tos, y me hundía en el colchón. total, que la primera noche en casa me pareció una estancia en un hotel de lujo, aunque mis bebés me despierten para comer.
Bueno, otro ratito sigo