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¿Acupuntura para la fecundación in vitro?



Un ejemplo cercano lo tenemos en el IVI (Instituto Valenciano de Infertilidad), una prestigiosa clínica privada de reproducción asistida que cuenta con una Unidad de Acupuntura. El motivo, según explican en su web, es que:

La acupuntura induce a la vasodilatación arterial, aumentando el flujo sanguíneo a nivel ovárico y uterino. Este aumento de vascularización del endometrio favorece la implantación del embrión en el útero materno.

Las afirmaciones médicas no se convierten en verdad por el mero hecho de que una institución médica las proclame, sino que son conclusiones a las que llevan ensayos clínicos cuya metodología y detalles se publican en revistas médicas y están abiertos a la replicación, revisión y crítica de los demás especialistas.

Lamentablemente, la web del IVI no incluye ninguna referencia que nos permita examinar cómo han llegado a la conclusión de que la acupuntura (1) aumenta el flujo sanguíneo uterino y que esto a su vez (2) favorece la implantación del embrión. No es difícil, sin embargo, aventurar cuáles son las fuentes de tales afirmaciones.

¿La acupuntura aumenta el flujo sanguíneo hacia el útero?

Con toda probabilidad, esta afirmación se basa en este meta-análisis [1] popular entre los partidarios de la acupuntura (y financiado por el Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa de EEUU), ya que dice (casi) lo mismo que la web del IVI (destacado en negrita):

Acupuncture has been used in China for centuries to regulate the female reproductive system.7 Three potential mechanisms for its effects on fertility have been postulated.8 Firstly, acupuncture may mediate the release of neurotransmitters,9 which may in turn stimulate secretion of gonadotrophin releasing hormone, thereby influencing the menstrual cycle, ovulation, and fertility.10 Secondly, acupuncture may stimulate blood flow to the uterus by inhibiting uterine central sympathetic nerve activity.11 Thirdly, acupuncture may stimulate the production of endogenous opioids, which may inhibit the central nervous system outflow and the biological stress response.12”

Traducción: “La acupuntura se ha utilizado en China durante siglos para regular el sistema reproductivo femenino.7 Se han postulado tres potenciales mecanismos para sus efectos en la fertilidad.8 En primer lugar, la acupuntura podría provocar la liberación de neurotransmisores,9 que podrían a su vez estimular la secreción de gonadotropina, influyendo así en el ciclo menstrual, la ovulación y la fertilidad.10 En segundo lugar, la acupuntura podría estimular el flujo sanguíneo hacia el útero mediante la inhibición de la actividad nerviosa simpática central del útero.11 En tercer lugar, la acumputura podría estimular la producción de opiodes endógenos, lo cual podría inhibir el flujo del sistema nervioso central y la respuesta biológica del estrés.12”

Dejando de lado el hecho de que el párrafo comience con una falacia, lo primero que llama la atención es cómo el tono meramente especulativo del mecanismo descrito (“podría estimular”) se transforma en la web del IVI en una certeza absoluta (“induce” y “favorece”). De hecho, el carácter meramente especulativo queda patente al ver que se proponen otros posibles mecanismos alternativos que pudieran explicar el hipotético hecho de que la acupuntura funcionase. Se trata, en definitiva, de una mera evaluación de plausibilidad, es decir, de echarle imaginación y tratar de explicar científicamente un efecto, antes de demostrar siquiera que existe.

Pero volviendo a la parte que nos interesa: la posibilidad de que la acupuntura estimule el flujo sanguíneo uterino no se analiza en este meta-análisis, sino que nos remiten a su referencia número 11, que es este otro estudio publicado en la revista Human Reproduction[2] y que es, a la postre, la fuente original de la afirmación que estamos analizando. En primer lugar, este estudio tiene un diseño de baja calidad, por lo que no puede considerarse una evidencia definitiva: analiza pocos pacientes (tan sólo 10 mujeres), no es aleatorio y no existe grupo de control.

Pero el mayor problema es que este estudio no analiza la mera acupuntura, sino la ELECTROacupuntura, como indica su propio título. Concretamente, se pasaron corrientes eléctricas por la zona que se quería estimular, y estas corrientes eléctricas son un mecanismo más plausible que las meras agujas superficiales en la piel para estimular el riego, tal y como explica el Dr. Gorski en el blog Science-Based Medicine:

the reference supporting the claim that acupuncture may stimulate bloodflow to the uterus was not looking at acupuncture but electroacupuncture, which is an entirely different beast. Moreover it was a small study (ten women), and it was not randomized and had no control group. Even so, given that electric current was passed through the lumbosacral area, this may well have stimulated nerves leading to the uterus. In other words, this study does not show that acupuncture itself does anything to uterine blood flow. If correct, it shows that passing an electric current through L4-S3 levels may stimulate uterine blood flow.”

Traducción: “la referencia para apoyar la afirmación de que la acupuntura podría estimular el flujo sanguíneo hacia el útero no estudia la acupuntura, sino la electroacupuntura, que es una guerra totalmente diferente. Además se trataba de un estudio pequeño (de 10 mujeres), y no era aleatorio ni tenía grupo de control. Pero incluso con eso, dado que una corriente eléctrica se pasó a través de la zona lumbosacra, esto bien podría haber estimulado los nervios que llegan al útero. En otras palabras, este estudio no muestra que la acupuntura por sí misma haga nada al flujo sanguíneo uterino. Si es correcto, muestra que pasar una corriente eléctrica a través de los niveles L4-S3 podría estimular el flujo sanguíneo uterino.

De modo que no existen evidencias de que la acupuntura (sin la ayuda de una corriente eléctrica) estimule el flujo sanguíneo hacia el útero. Esto sería suficiente para rechazar la afirmación del IVI y del meta-análisis mencionado, dado que rompe el hilo causal, pero vamos a ponernos en la imaginaria situación de que la acupuntura fuese capaz de aumentar el flujo sanguíneo uterino, o en la imaginaria situación de que el IVI hablase de electro-acupuntura en lugar de acupuntura:

Dicho aumento de flujo sanguíneo ¿mejoraría la probabilidad de embarazo?

Con carácter general, se cree que el grosor del endometrio favorece la implantación del embrión, y que dicho grosor está influido por el flujo arterial uterino [3]. Sin embargo, una vez más, esto no es más que un análisis preliminar de plausibilidad. Hay que comprobar si el aumento de riego que pueda producir la electro-acupuntura realmente produce alguna mejora en el número de embarazos en la fecundación in vitro. Y esto es precisamente lo que investigó este otro estudio [4] cuyas conclusiones son claras (añado negrita):

EA could be useful for reducing uterine artery blood flow impedance, but did not increase the pregnancy rate in patients undergoing IVF.”

“La electro-acupuntura podría ser útil para reducir la impedancia del flujo sanguíneo arterial uterino, pero no aumentó la tasa de embarazos en las pacientes sometidas a fecundación in vitro

La misma conclusión a la que llegan los análisis de la acupuntura con carácter general [56].

En resumidas cuentas, no existen evidencias ni de que la acupuntura aumente el flujo sanguíneo a nivel ovárico y uterino, ni de que el aumento de dicho flujo producido por la electro-acupuntura aumente la probabilidad de éxito en la fecundación in vitro. La justificación que da el IVI para contar con una unidad de acupuntura no resulta creíble.