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¿La acupuntura aumenta el éxito en la fertilización in vitro?



Hace 10 años, un estudio efectuado en Alemania fue el primero en revelar que la acupuntura mejoraba la tasa de embarazos tras una FIV. Desde entonces, los resultados fueron confusos.

“Les digo a mis pacientes que la literatura todavía no nos convence de la utilidad de la técnica para ayudarlas a quedar embarazadas”, dijo el doctor Frederick Licciardi, director del Programa de Cuerpo y Mente del Centro de Fertilidad de la New York University.

Allí, explicó, las mujeres pueden optar por concurrir a sesiones de acupuntura, yoga y otros servicios, pero sólo para reducir el estrés y promover el bienestar general.

Ahora, la revista Fertility and Sterility publica los resultados de un meta-análisis de estudios previos. El equipo del doctor Cui Hong Zheng, de la Facultad de Medicina Tongji, combinó 24 ensayos clínicos pequeños sobre los efectos de la acupuntura en mujeres tratadas con FIV.

Muchos ensayos utilizaron la acupuntura con agujas, algunos estudios utilizaron electroacupuntura y algunos probaron la acupuntura con láser. También varió el placebo utilizado en los grupos de control.

En muchos ensayos, las pacientes recibieron acupuntura o nada, mientras que los autores de otros estudios optaron por una acupuntura “placebo” con agujas sin punta u originales aplicadas en puntos del cuerpo que no están asociados con la fertilidad en la medicina tradicional china.

El equipo observó que las mujeres tratadas con acupuntura registraban una tasa de embarazo levemente más alta que los grupos de control. Pero ese aumento no se trasladó a los partos.

Al excluir los cinco estudios en los que se habían utilizado agujas sin punta para tratar a los grupos de control, a las mujeres tratadas con la técnica real les fue aún mejor: el 41 por ciento quedó embarazada, comparado con el 37 por ciento de las integrantes de los grupos de control.

Tres de esos estudios también se ocuparon de la cantidad de partos. El 35 por ciento de las mujeres tratadas con acupuntura tuvo un bebé, comparado con el 25 por ciento de la cohorte de control.

Para el equipo, esto sugiere que la acupuntura falsa utilizada en algunos ensayos no es un placebo totalmente “inactivo” y hasta podría tener efectos similares a los de la técnica real, lo que explicaría por qué esos estudios no identificaron los beneficios de la acupuntura.

Pero eso no fue suficiente para Licciardi, que aclaró que no está en contra de la acupuntura. Uno de los principales problemas del análisis, según dijo, es que los estudios “son demasiado heterogéneos como para generalizar sus contenidos y sacar conclusiones”, dijo.

Licciardi destacó que todavía nadie sabe si la acupuntura aumenta o no el éxito de la FIV, pero opinó que si una mujer quiere probarla para sentirse mejor o reducir el estrés, puede hacerlo sin riesgos porque se la considera una técnica segura.

Los efectos adversos son apenas los moretones que pueden quedar en el sitio de aplicación de las agujas.

Existe evidencia de que la estimulación que producen las agujas aumentaría el flujo sanguíneo al útero. Y se está investigando si la técnica mejora la implantación embrionaria en la pared uterina.