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Tabaco en tratamientos de Reproducción Asistida



Dentro de las directrices que todos conocemos como hacer ejercicio físico moderado con una frecuencia de dos a tres veces por semana y seguir una alimentación sana y equilibrada, se encuentran los consejos sobre los hábitos tóxicos, como el tabaco, el alcohol y las drogas más frecuentes.

Todos sabemos que el tabaco es una sustancia nociva. Aún así, la población, especialmente la femenina continua consumiéndolo de forma habitual.
El tabaco se compone de más de 4.000 sustancias distintas; algunas de ellas poseen efectos tóxicos como la nicotina, el cadmio y los hidrocarburos policíclicos aromáticos. Se ha investigado que probablemente sus efectos sean dosis-dependientes, además de estar influenciados por la variabilidad individual, la presencia de otros tóxicos, el estado hormonal del organismo y el tiempo de consumo.

En lo que respecta a la reproducción, el consumo del tabaco parece asociarse con una disminución tanto de la fertilidad natural como de los resultados en los tratamientos de fertilidad. En investigaciones con animales se vio como el tabaco producía una alteración del crecimiento folicular ovárico (Mulligan, et al. 2009, Neal, et al. 2007), variaciones en la maduración ovocitaria, comprometiendo el desarrollo del blastocisto (Sadeu y Foster, 2011); a nivel de la trompa de Falopio, se comprometía la capacidad de movimiento (Gieseke, et al. 2005 y Riveles, et al. 2007); incluso se llegó a valorar una afectación a nivel del endometrio y su crecimiento (angiogénesis). Sobre el semen en animales también se observaron
alteraciones en estudios experimentales, en lo que respecta a la espermatogénesis (producción de espermatozoides), la condensación de la cromatina, con una reducción de células germinales y de la movilidad espermática (Yamamoto, et al. 1998). Evidentemente todo ello debe demostrarse en estudios en humanos y eso es lo que se ha ido haciendo
durante estos últimos años.

Hábito Tabáquico en Técnicas de Reproducción Asistida

Desde una perspectiva generalizada se ha detectado que algunas de las sustancias de las que se compone el tabaco como la cotinina, cadmio y benzopirenos se encuentran en mayores cantidades en fumadoras activas y pasivas que en no fumadoras. Todas ellas se consideran sustancias favorecedoras de un ambiente tóxico para el crecimiento y la maduración folicular 

Al evaluar el tabaquismo y su relación con las hormonas reproductivas entre mujeres sanas premenopáusicas con menstruaciones regulares, se observan diferencias significativas en cuanto a los niveles de FSH (indicador de menopausia precoz) y de LH (hormona puede inhibir la síntesis de estrógenos y afectar a la maduración del ovocito) en la fase folicular, siendo los valores más altos en fumadoras.

El resto de hormonas como por ejemplo el estradiol o la progesterona no sufrieron variaciones (Brian, et al., 2010). En lo que concierne a la edad , los estudios informan de que el consumo de tabaco empieza a ser un tanto perjudicial sobre la fertilidad cuando se trata de mujeres mayores de 35 años (Petanovski, et al., 2012). Sin embargo, no deja de ser más importante el factor edad como limitador de unos buenos resultados en los tratamientos.

También parece asociarse el consumo de tabaco con una reducción de la HAM (Hormona Antimulleriana que mide la reserva ovárica), estabilizándose en los casos de exfumadoras, incluso cuando dejan de fumar unos 15-20 días previos al tratamiento de reproducción asistida

No obstante, los resultados tampoco son concluyentes en ninguno de los estudios publicados, quedando como una apreciación que el tabaquismo activo en mujeres infértiles se asocia a una alteración de la reserva ovárica, reflejada en una variación en el recuento de Folículos Antrales, de mayor y menor tamaño y menor HAM en suero; lo que conlleva peor pronóstico en ciclos TRA, independientemente del protocolo de estimulación. Por último, uno de los más recientes metaanálisis publicado nos indica que la Tasa de Embarazo Clínico y de Nacido Vivo en Técnicas de Reproducción Asistida pueden verse reducidas cuando se trata de mujeres fumadoras .

En los hombres también se ha comprobado que el hábito tabáquico se relaciona con una peor movilidad, viabilidad, mayor fragmentación del DNA, mayores niveles de zinc en el semen y Sustancias Oxígeno Reactivas en semen; resumiendo empeoramiento de variables que están directamente relacionadas con el consumo de tabaco. Siguiendo los resultados de distintos estudios, la gravedad de la afectación es proporcional al nº de cigarrillos al día y tiempo de hábito 

Por todo ello es recomendable que las parejas que deseen ser padres o vayan a iniciar tratamientos de reproducción asistida están perfectamente informadas de las alteraciones que se asocian al hábito del tabaquismo y sus repercusiones sobre las probabilidades de logro de embarazo.

Elena Santaines
Enfermera FIVValencia