Por primera vez en España nacen dos mellizas gracias al estudio de la totalidad de los cromosomas
Inés tiene 38 años y Vicente 39; para lograr su primer embarazo tuvieron que acudir a IVI por un problema de aborto de repetición.
Un DGP mediante FISH les permitió en el año 2.007 tener a Víctor, un niño sano, sin embargo, 2 años después, cuando quisieron tener otro bebé no fue suficiente esta técnica, pues había otras anomalías cromosómicas que el FISH no permitía detectar.
IVI puso en marcha con esta pareja, por primera vez, la nueva técnica de DGP por Arrays, con la que se conseguía analizar por completo el cariotipo del embrión, analizando de este modo. Inés se sometió a una estimulación ovárica con el fin de obtener ovocitos para su fecundación in vitro y posterior análisis embrionario. El tratamiento de fecundación transcurrió con normalidad y se obtuvieron un total de 6 embriones, los cuales fueron analizados cromosómicamente en su totalidad mediante la revolucionaria tecnología de chips de ADN –Arrays-. En 4 de los embriones se encontraron anomalías, además, en 2 de ellos, estas anomalías no hubieran sido detectadas por el habitual método de FISH. Los otros 2 eran cromosómicamente perfectos, se llaman María e Inés.
“El método habitual (FISH) permite el estudio de 9 de los 23 pares de cromosomas que componen un embrión, la nueva técnica de Arrays revoluciona el DGP al permitir por primera vez el estudio de los 23 pares de cromosomas del cariotipo humano”.
El nuevo DGP
El DGP es una técnica de diagnóstico de alteraciones génicas y cromosómicas en los embriones antes de su implantación. El estudio se lleva a cabo en embriones obtenidos mediante procedimientos de fecundación in vitro (FIV).
Hasta hoy, las alteraciones del número de los cromosomas podían diagnosticarse de forma rutinaria en 9 pares de ellos. A partir de ahora, los 23 pares de cromosomas pueden ser analizados, pasando así del diagnóstico del 85% de alteraciones –por FISH- al 100%
Las monosomías (un cromosoma en vez de dos) y las trisomías (tres cromosomas en vez de dos) son las responsables de enfermedades como el Síndrome de Down (trisomía del 21), Síndrome de Edwards (trisomía del 18), Síndrome de Turner (monosomía del cromosoma X), etc. Mediante el DGP se consigue eliminar el riesgo de este tipo de enfermedades, en parejas con riesgo elevado. Sin embargo existía un total de 15 trisomías fuera de nuestro campo de detección FISH, que provocan abortos o fallos de implantación.
Este nuevo método de análisis basado ofrece desde ahora en nuestro país una alternativa clínica a los pacientes con peor pronóstico reproductivo, debido a anomalías cromosómicas que anteriormente no se podían detectar y ahora sí.
Ya no es una leyenda urbana que cuando las mujeres se obsesionan y se estresan, el embarazo se hace más difícil. Un estudio realizado por la revista Fertility and Sterility ha analizado a 274 mujeres de entre 18 y 40 años que deseaban tener un hijo. Según la investigación, el 12% presentaban niveles altos de la hormona del estrés.
El estrés puede estar ocasionado porque las parejas intentan concebir y no lo consiguen y les produce cada vez más ansiedad y preocupación. Los investigadores creen que la hormona del estrés podría reducir el flujo de sangre hacia las trompas de Falopio, lo que afectaría el transporte del óvulo y de los espermatozoides.
Para hacer frente al estrés se recomienda acudir a clases de yoga y meditación. Además de llevar una vida sana, eliminando el alcohol y el tabaco.
Cuando seguimos un tratamiento de reproducción asistida, a veces nos sentimos meros espectadores en lugar de los protagonistas de esta maravillosa experiencia de buscar un hijo y esto nos genera impotencia. Pero sí hay cosas que podemos y debemos hacer para ayudar a la naturaleza, o al menos no ponerle trabas.
I.- La primera de ellas es llevar una vida sana evitando todos los enemigos naturales de la salud: café, tabaco, alcohol y otros tóxicos cuidando nuestra alimentación, evitando grasas y aumentando el consumo de alimentos que contengan vitaminas y especialmente acido fólico Incrementando el ejercicio suave preferentemente al aire libre, descansando las horas correctas.
II.- La segunda y casi más importante, es adoptar y mantener un estado emocional correcto. Este consiste en: tener la ansiedad bajo control, pensar en positivo y confiar en el éxito del tratamiento, pero desde una postura realista y madura. Lograr ese estado emocional correcto es complicado.
El control de la ansiedad, aún siendo difícil, está relativamente a nuestro alcance si huimos de los estimulantes, nos ejercitamos en técnicas de relajación, yoga, meditación, tai chi u otras disciplinas de control mental y decidimos acabar con las prisas, ralentizando nuestra vida y reconociendo que en una hora solo caben 60 minutos nos guste o no.
Pero modificar y hacer positivo el pensamiento y la actitud no sólo es cuestión de claridad mental sino también de disciplina y voluntad. Lo primero es analizar cual es nuestra postura respecto al posible embarazo.
¿Nos hace muchísima ilusión y estamos dispuestos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para conseguirlo?
¿Qué pasa si no nos quedamos enseguida: nos disgustamos pero seguimos y no pasa nada o por el contrario nos moriremos del disgusto?
¿La ansiedad nos consume hasta el punto de querer abandonar?
¿Estamos obsesionados con ello hasta el punto de que casi no nos importa ninguna otra cosa?
¿Hemos convertido el “Proyecto Padres” en el centro de nuestras vidas?
Y lo más importante… ¿Queremos tener un hijo o queremos vivir la experiencia de ser madres/padres? Es decir: ¿quiero tener un hijo, para completarme, para tener sentido, para ser como todo el mundo o quiero disfrutar de la experiencia de tener un bebe en casa, de compartir con mi pareja la experiencia de criarlo, educarlo, quererlo, y prepararle para que vuele solo cuando llegue el momento? Lo ideal es desear fervientemente llegar a ser padres, verlo como un proyecto vital muy importante y estar dispuestos a poner todo el empeño en lograrlo pero al mismo tiempo sentir plenamente que si no se llegara a lograr no se acabaría el mundo. Creer que ese futuro bebe es lo único que nos traerá toda la felicidad o a la inversa, que no podremos ser felices si no llega a venir es la postura más incorrecta y más perjudicial desde el punto de vista emocional con que se puede afrontar un tratamiento.
Nuestra vida es ahora y ahora tiene que tener sentido por sí misma, tiene que gustarnos, hacernos feliz. Solo así podremos establecer la necesaria distancia que separa una ilusión de una obsesión. Si caemos en la cuenta de que nuestra actitud no es la correcta y deseamos modificarla tendremos que conocer que pensamientos o creencias subyacen a esa postura que tenemos. Porque sentimos conforme pensamos y nuestras actitudes se basan en creencias y juicios de valor. Así que si nuestra conducta o actitud no es la correcta lo único que podemos hacer para modificarlas es cambiar nuestra forma de pensar.
Entre las creencias ocultas más frecuentes relativas al embarazo están:
-Si no consigo tener hijos no seré una mujer completa.
-Nunca pasaremos de ser pareja a ser familia, luego mi familia estará incompleta.
-Necesito ese hijo para que todo tenga sentido.
-No consigo el embarazo como castigo por mis variadas culpas (haber retrasado la búsqueda por razones profesionales; haber abortado hace tiempo; haber tomado la píldora durante mucho tiempo; por ser egoísta y no estar segura de si seré una buena madre….)
Yo es que soy una mujer de mala suerte, a mí siempre me pasa todo lo malo, luego es normal que tenga muchas dificultades en lograr el embarazo.
Si reconocemos alguna de las creencias mencionadas anteriormente debemos modificar nuestro pensamiento: buscar nuestros puntos fuertes, ser más abierto a los piropos y buena opinión de los demás sobre nosotros, revisar todas las cosas buenas que hay en nuestra vida, identificar si nosotros mismos estamos boicoteando nuestro bienestar exigiéndonos mucho, culpándonos demasiado, queriendo ser quienes no somos… Debemos fomentar nuestra autoestima en resumen. Sentir que somos seres humanos válidos y completos por nosotros mismos, con todo el derecho a ser felices.
III.- El tercer punto, el de la confianza en el éxito del tratamiento es también de la mayor importancia. Se han hecho estudios donde se ha visto una correlación positiva entre las altas expectativas de éxito en las pacientes de tratamientos y la tasa de embarazo. Quizá porque la confianza fomenta el bienestar emocional, la liberación de endorfinas y ayuda al equilibrio hormonal que es necesario para lograr la gestación. Asi que es importante fomentar la comunicación con el equipo médico, hablar abiertamente de lo que nos preocupa, confiar en ellos y en su buen hacer. De modo que sí podemos ayudar a la ciencia y la naturaleza. Seamos optimistas, seamos felices, cuidemos nuestra salud y bienestar físico y emocional y disfrutemos de la vida como es ya hoy. Si viene el niño será maravilloso y si no llegar a venir, nuestra vida ya será de por si válida y satisfactoria.
Amalia Bayonas, Psicologa de fiv Valencia.
http://www.lainfertilidad.com/profesionales/centros-de-fertilidad/fiv-valencia.html
El Servicio de Reproducción Asistida de HOSPITEN Estepona está integrado por un equipo de especialistas multidisciplinar, en las áreas de Ginecología y Obstetricia, Biología de la Reproducción, Urología, Anestesia, Laboratorio, Radiología, Psicología, etc., con años de experiencia en el campo de la Reproducción Asistida.
Normalmente, quién suele presentar más problemas de infertilidad, ¿los hombres o las mujeres?
Aproximadamente, en un 40% estaría implicados factores masculinos, en otro 40% causas femeninas y en el 20% restante no encontraríamos una causa definida, lo que se llama esterilidad de origen desconocido.
¿Cuáles son las causas más comunes de infertilidad?
Las causas de esterilidad femenina son: problemas ovulatorios, alteración en las trompas y patología uterina. Factor masculino: alteración en el número, movilidad y/o morfología del espermatozoide.
¿Existe alguna clave para que una pareja que esté buscando un hijo detecte que pueden tener problemas de fertilidad?
No existen claves pero hay algunas factores como la edad femenina, a partir de los 35/38 años disminuye la fertilidad; las mujeres con menstruaciones irregulares también pueden tener problemas para la concepción y sobre todo, el tiempo que la pareja lleve intentando gestación.
¿Qué tratamientos de fertilidad existen en la actualidad?
Las técnicas de reproducción asistida (TRA) serían:
- La inseminación artificial, que consiste en la introducción del semen capacitado en el interior del útero justo en el momento ovulatorio. El semen capacitado es una técnica donde se escogen los mejores espermatozoides en cuanto a diferentes cualidades como movilidad, morfología, supervivencia, etc. utilizando el semen de la pareja, o semen de un donante anónimo. Se utiliza el semen de donación anónima, en el caso de mujer sola o cuando hay un problema grave en el semen de la pareja.
- La fecundación in vitro consiste en estimular los ovarios para conseguir una ovulación múltiple. El proceso es el siguiente: Se extraen los óvulos mediante punción a través de la vagina. Trás seleccionar los mejores espermatozoides en el laboratorio, se ponen en contacto ambos gametos y se espera la fecundación. Unos días más tarde, se transferirán los embriones al interior del útero, en un procedimiento sencillo, similar a la inseminación.
- Hablamos de ICSI cuando se microinyectan uno por uno los espermatozoides seleccionados en cada uno de los los ovocitos. Dos o tres días después de la fertilización, se realiza la transferencia de embriones al útero igual que en la fecundación in Vitro.
- La donación de gametos, consiste en sustituir uno o ambos gametos propios, por óvulos o espermatozoides de un donante anónimo.
¿Cuáles recomienda?
La recomendación de uno u otro depende de la causa, el tiempo que la pareja lleve buscando y la edad de la mujer.
¿Son dolorosos?
No son dolorosos y los efectos secundarios son prácticamente nulos en la inseminación artificial. En la FIV/ICSI debido a la superovulación que se produce, la mujer puede presentar molestias abdominales secundarias al aumento de tamaño de los ovarios.
¿Cuánto puede durar un tratamiento?
La duración del tratamiento en la inseminación artificial es aproximadamente 9 días y en FIV/ICSI dependiendo del tratamiento puede ser de 12 a 20 días.
¿Qué probabilidades de éxito tienen?
En inseminación conyugal (de la pareja masculina) la sociedad española de fertilidad (SEF) publicó en el 2008 una tasa de embarazos en inseminación artificial de un 13,5%, que va incrementándose con el número de inseminaciones realizadas, y con semen de donante, el porcentaje es de un 20% por inseminación. En FIV/ICSI la tasa de embarazo por tratamiento es de un 45%. En donación de ovocitos la tasa de embarazo es más alta.
En caso de no tener éxito, ¿cuántas veces es recomendable repetir el tratamiento?
En Inseminación artificial se aconseja realizar un máximo de 4 y en inseminación con semen de donante un máximo de 6. En cuanto a ciclos de FIV/ICSI es más difícil de precisar, quizás 4 ciclos.
¿Existe una edad límite?
En inseminación artificial las tasas de embarazo disminuyen en mujeres mayores de 38 años, por lo que no se recomienda por encima de esta edad. En la FIV/ICSI la edad también influye en la tasa de embarazo con un descenso muy importante por encima de los 40 años y sobre todo, en mujeres mayores de 43 años. La ovodonación no se ve afectada por la edad de la mujer receptora manteniendo buenas tasas de éxito independientemente de la edad. Una paciente que se somete a un tratamiento
¿puede llevar una vida normal o hay que tener unos cuidados especiales?
La paciente puede llevar una vida normal durante el tratamiento de la estimulación y únicamente el día de la estimulación y de la transferencia de embriones debe mantener reposo domiciliario.
¿Cómo influye el factor psicológico?
Es recomendable en las unidades de reproducción de disponer de un psicólogo porque algunas decisiones que los pacientes deben de tomar pueden resultar difíciles, además de la carga emocional que conlleva el tratamiento en cuanto a expectativas a veces no cumplidas.
Entrevista a la Dra. Emilia Maria Ocón. HOSPITEN
Esta técnica -que se viene empleando desde inicios del siglo pasado- se ha convertido en una excelente alternativa para la mujer actual. Los primeros en utilizar este sistema fueron los ginecólogos, para realizar diagnósticos y liberación de adherencias. Con el tiempo fue ganando adeptos y se aplicó también en la cirugía general, principalmente en vesícula. Los ginecólogos en Europa vienen realizándola con mucho entusiasmo desde la década de los setenta, en diferentes países.
Es en los años ochenta, con la aparición de las cámaras de video, cuando se generó un uso explosivo de esta modalidad quirúrgica, ya que la imagen es vista en un monitor. “Esto permite al ayudante y al equipo quirúrgico participar activamente de la operación, al igual que en una cirugía abierta, lo cual facilita y acorta los tiempos operatorios”. Junto a la aplicación y desarrollo de las cámaras de video, que permiten ampliar detalles, hacer zoom, etc., se logró un gran avance en el desarrollo tecnológico de los instrumentos, apareciendo diferentes tipos de pinzas, tijeras y sistemas de aspiración e irrigación para ser utilizados en esta modalidad quirúrgica, más precisa y más limpia.
¿EN QUÉ CONSISTE LA CIRUGÍA LAPAROSCÓPICA GINECOLÓGICA?
La cirugía laparoscópica es una técnica quirúrgica que se practica a través de pequeñas incisiones, usando la asistencia de una cámara de video que permite al equipo médico ver el campo quirúrgico y accionar en el mismo.
¿QUÉ PATOLOGÍAS SE PUEDEN INTERVENIR POR ESTA VÍA?
Hoy se está realizando de todo por cirugía laparoscópica. Todas las pacientes se pueden hacer tratamientos por esta vía, obviamente va a depender de cada caso, pero en todo lo que es embarazo tubario, esterilización quirúrgica femenina, extracción de quistes, miomas, histerectomías, cirugía de endometrio y de extrema utilidad, en el tema de la infertilidad, porque permite observar con gran detalle la pelvis y verificar que todo esté bien y que no hayan adherencias, procesos inflamatorios u otro tipo de lesiones que la estén alterando.
LAPAROSCOPÍA DIAGNÓSTICA
Esta técnica se usa también para estudiar el útero por dentro y se denomina histeroscopía. Esta es una técnica que permite revisar la cavidad uterina y revisar el endometrio. Se usa básicamente como diagnóstico en el caso de pacientes que tienen sangramientos uterinos anormales e infertilidad, entre otros. Ante un caso de este tipo, lo primero que se debiera hacer es una ecografía y luego una histeroscopía para ver si hay pólipos, miomas, extirparlos o tomar biopsias si es necesario.
¿CUÁNTO DURAN ESTAS OPERACIONES?
Entre media hora y dos horas pueden durar las intervenciones, dependiendo del tipo de cirugía.
LO BUENO Y LO MALO ¿QUÉ VENTAJAS OFRECE?
La principal ventaja radica en que es una técnica mínimamente invasiva, no hay que abrir el abdomen y esto beneficia a la paciente, pues las incisiones de 5 mm. de la piel y la umbilical no producen dolor. La segunda gran ventaja es que la mayoría de las cirugías son llamadas cirugías del día, es decir la paciente ingresa, se interviene y es dada de alta el mismo día. Esto permite disminuir los costos para la paciente al acortar su hospitalización y además se reintegra a sus ambientes familiares y laboral rápidamente y en muy buenas condiciones. Al no abrir el abdomen el riesgo de generar adherencias es muchísimo menor. Finalmente la estética es importante, las pequeñas incisiones en la zona baja del abdomen no se ven o pasan desapercibidas, pues la cicatriz es menor.
¿Y EN CUANTO A LAS DESVENTAJAS?
Todas las cirugías tienen un porcentaje de complicación, pero hay que mencionar que la probabilidad de que ocurra es muy baja, sobre todo si la paciente no tiene cirugías abdominales previas.
¿EXISTEN CONTRAINDICACIONES?
En tumores uterinos grandes (>8cm), alguna patología crónica de base o si la paciente tiene alguna limitación crónica del flujo aéreo. Personas fumadoras crónicas, pacientes muy obesas o pacientes con inmunodeficiencia.
¿QUÉ ANESTESIA SE UTILIZA?
Anestesia general.
¿SE REQUIERE UNA PREPARACIÓN PREVIA?
La paciente debe estar en ayuno y haber ingerido un laxante el día anterior para tener los intestinos vacíos y así poder permitir una mejor visualización de la pelvis. Si la paciente será sometida a una cirugía donde es probable o se sabe de antemano que se abrirá la vagina (histerectomías por ejemplo), entonces adicionalmente deberá utilizar óvulos vaginales los tres días previos a la cirugía para evitar una infección ascendente, es decir, desde la vagina a la pelvis.
LA INTERVENCIÓN. ¿COMO SE PODRÍA EXPLICAR EL PROCEDIMIENTO?
La paciente se ubica en la mesa quirúrgica con el cuerpo inclinado (con la cabeza más baja que el resto del cuerpo), esto con la finalidad de que el intestino salga de la pelvis y se ubique hacia arriba hacia el diafragma, liberando espacio para practicar la cirugía. Una vez “dormida” la paciente, se prepara el campo operatorio. Cabe mencionar que existen dos tiempos en toda cirugía laparoscópica ginecológica: Tiempo vaginal y tiempo abdominal.
¿EN QUÉ CONSISTE EL TIEMPO VAGINAL?
El ginecólogo realiza un aseo de la vagina y posteriormente se introduce una sonda por la uretra, la que permanecerá en la vejiga durante toda la cirugía, y que dependiendo del tipo de cirugía se extraerá en el posoperatorio inmediato o permanecerá hasta el día siguiente. Una vez puesta la sonda vesical, se introduce un manipulador uterino, que permite durante la cirugía, desplazar y movilizar el útero hacia donde se necesite.
¿Y EL TIEMPO ABDOMINAL?
Finalizado el tiempo vaginal se inicia el tiempo abdominal con una incisión por dentro del ombligo de 1 cm. de longitud. Tal incisión permitirá introducir una aguja de Verres (especial para introducir el CO2), ésta es conectada por una manguera de silicona estéril al insuflador, equipo computarizado que introduce el CO2 al abdomen. El gas entra a una presión y flujo previamente establecido por el cirujano con la finalidad de distenderlo y crear una cavidad amplia que separe la pared abdominal de los intestinos, de esa manera se puede tener el espacio suficiente para realizar los movimientos con los instrumentos dentro del abdomen y poder operar.
EL EQUIPO:
El equipo para realizar la cirugía laparoscópica ginecológica o la abdominal está compuesto por:
Insuflador de CO2: Equipo computarizado que permite introducir CO2 al abdomen del paciente a una presión y flujo conocidos. Dispone de diferentes pantallas digitales que muestran las presiones y los flujos que se están usando.
Fuente de Luz: Equipo que permite generar un haz luminoso que se transmite por una fibra óptica, la que se conecta al laparoscopio, que tiene forma de tubo. Estos tienen habitualmente visión de cero grados o treinta grados, los más usados son los de cero grados. Existen diferentes tipos de luz, las más utilizadas son las de xenon.
Fuente de la cámara de video: Equipo al cual se conecta la cámara de video que está ubicada en el extremo proximal del laparoscopio para transmitir la imagen a un monitor, permite graduar los colores, brillo, nitidez de la imagen y tiene zoom.
Sistema de grabación: Hoy en día se utiliza el DVD, de modo que las cirugías se pueden grabar para su posterior evaluación.
Fuente de energía: Este equipo permite generar corriente mono o bipolar, la que se transmite a los instrumentos como tijeras o pinzas de coagulación, dotándolos de energía para realizar tanto coagulación como corte de tejidos y estructuras.
De difícil diagnóstico y tratamiento, la endometriosis es una afección crónica que se caracteriza por la presencia del tejido que recubre las paredes del útero fuera de éste. Las lesiones a las que da lugar se presentan con mayor frecuencia en los ovarios y en el resto de los órganos ubicados en la pelvis femenina.
Como señala el doctor Juan José Etchepareborda, presidente de la Sociedad Argentina de Endometriosis (SAE), “la endometriosis es una patología que afecta de manera importante a nuestras pacientes, no sólo físicamente, sino también a nivel de sus relaciones familiares, laborales y sociales”. Eso se debe a la intensidad de los síntomas, que son recurrentes y de larga evolución. Los más frecuentes son el dolor pélvico crónico, el dolor menstrual y el dolor durante o después de la actividad sexual. Otros síntomas son la presencia de movimientos intestinales dolorosos, dolor en la parte baja de la espalda y fatiga.
La endometriosis también puede ser causa de infertilidad: entre un 30 y un 50% de las mujeres con endometriosis padecen algún tipo de dificultad para lograr el embarazo. Los síntomas, sin embargo, no adquieren la misma severidad en todos los casos.
Algunas mujeres con endometriosis sufren dolor durante todo el ciclo menstrual, mientras que otras lo padecen únicamente en momentos específicos. Otras, por su parte, no presentan síntomas, o no logran simplemente diferenciarlos de las molestias normales relacionadas con el ciclo menstrual.
Según estimaciones, 100 millones de mujeres a nivel mundial padecen la enfermedad. Pero esta cifra podría ser aún mayor debido a la dificultad que presenta el reconocimiento de los síntomas, a lo que se le suma el poco conocimiento de la enfermedad por parte del público en general.
En muchos casos, por lo tanto, el diagnóstico suele establecerse sólo a partir de consultas relacionadas con otras dolencias, a menudo con problemas de fertilidad. Desde el punto de vista médico, no existen métodos simples y de rutina para comprobar la presencia de la endometriosis. Un cruce entre la historia clínica, un examen físico y los estudios de imágenes, por ultrasonido y de resonancia magnética nuclear, pueden dirigir la atención del especialista hacia su posible existencia. Pero sólo a partir de una laparoscopía puede establecerse con certeza el diagnóstico.
Dicho procedimiento consiste en la introducción de un tubo delgado con una cámara para inspeccionar los órganos de la pelvis y tomar pequeñas muestras de tejido para su posterior análisis.
Actualmente no existe una cura permanente para la endometriosis. Los tratamientos disponibles apuntan a aliviar el dolor, a retrasar su crecimiento o a prevenir la reaparición de la enfermedad después de un tratamiento exitoso.
También, en caso de que la mujer desee tener hijos, existen tratamientos dirigidos a mejorar la fertilidad.
Entre las opciones de tratamiento se encuentra la cirugía laparoscópica, utilizada para eliminar las lesiones endometriósicas, que muchas veces terminan reapareciendo tiempo después de la cirugía, el uso de analgésicos, como los anti-inflamatorios no esteroideos (AINES), y los tratamientos hormonales, como las píldoras anticonceptivas orales, los progestágenos y los análogos de la hormona liberadora de gonadotrofina.
Una nueva y efectiva opción terapéutica consiste en el Dienogest 2, que por su buena tolerancia permite un uso a largo plazo, lo que lo diferencia de otras terapias actuales que presentan efectos adversos, como la disminución de la densidad mineral ósea a largo plazo. Su mecanismo de acción, además, funciona aliviando el dolor y atacando las lesiones endometriales en forma directa, evitando su crecimiento e incluso reduciendo su tamaño.
El doctor Luis Auge, profesor de ginecología de la UBA y ex presidente de la SAE, reflexionó: “la endometriosis debe ser vista como una enfermedad crónica que puede suponer una pesada carga para las mujeres en los mejores años de sus vidas, causándoles considerable dolor y afectando el desarrollo de sus actividades cotidianas y las de su entorno. Una nueva opción de tratamiento que sea bien tolerada y que tenga el potencial de ofrecer a las mujeres alivio significativo y duradero del dolor es muy bienvenida”.
