Desde que Ahsleigh y Bliss Coulter se casaron sabían que querían tener hijos. La pareja de mujeres del mismo sexo del norte de Texas llamó Stetson a su pequeño. La gestación del niño que ahora tiene 5 meses fue muy particular, pues es la primera vez que dos mujeres llevan en su vientre al mismo bebé.
Gracias a un proceso llamado fertilización in vitro sin esfuerzo, literal y biológicamente Stetson tiene dos madres. El procedimiento, realizado en el Centro para la Reproducción Asistida de Texas, utilizó los óvulos de Bliss y el esperma de un donante.
De acuerdo con un reporte de CBS, el esperma y los óvulos se colocaron en un INVOcell, una especie de microcápsula que los alberga, y no en una incubadora como suele ocurrir en la fertilización in vitro normal. Posteriormente, esa microcápsula fue colocada en la vagina de Bliss durante cinco días, sostenida por una especie de diafragma.
Fue en el cuerpo de Bliss donde ocurrió la fertilización del óvulo y comenzó el desarrollo del embrión. Al pasar los 5 días el INVOcell fue removido y uno de los óvulos fecundados fue colocado en el cuerpo de Ashleigh, donde permaneció los meses restantes hasta que dio a luz al bebé de ambas.
Las Coulter son una de las primeras parejas del mismo sexo que experimenta la fertilización in vitro sin esfuerzo, aunque se utiliza ya en parejas heterosexuales con cierta regularidad. Los médicos aseguran que se trata de un proceso “más humano” y cuesta aproximadamente la mitad de una fertilización in vitro tradicional.
Se trata de un sistema de control electrónico que garantiza la correcta identificación de las muestras biológicas en los distintos procedimientos de la FIV, genera alertas automáticas de posibles errores y permite trabajar de forma más segura. Esta herramienta reduce la preocupación que tienen los pacientes ante la posibilidad de errores de identificación.
La identificación de pacientes y la trazabilidad de sus muestras biológicas durante los distintos procesos que se realizan en el laboratorio de Reproducción Asistida requieren de un doble control para asegurar el correcto funcionamiento.
En la mayoría de laboratorios de Reproducción Asistida, este doble control lo realizan los embriólogos de forma visual, que hacen de testigos en los momentos críticos del proceso, sea en el momento de la obtención de óvulos o espermatozoides, en el momento de la inseminación o en el momento de la transferencia de embriones al útero materno.
El Gidget es un sistema que genera un código de barras único para cada paciente, que puede imprimirse en etiquetas y fijarse a los contenedores y a la documentación asociada a ese paciente. Este código de barras es escaneado en cada proceso, generando una alerta en caso de error.
Quirónsalud Barcelona apuesta por las nuevas tecnologías al incorporar el Gidget en su laboratorio de Reproducción Asistida.
Igual que ocurre con el estilo de vida y con los disruptores endocrinos (agentes externos que afectan de manera directa a la fertilidad femenina y masculina), estrés y fertilidad están estrechamente unidos.
“Cuando estéis tranquilos veréis como llega el embarazo”. Seguro que te suena esta frase, ¿verdad? Puede llegar a sonar inoportuna, pero en muchos casos es real.
Numerosos estudios afirman que el estrés es uno de los grandes enemigos de la fertilidad. Ya esté ocasionado por el trabajo, por el estilo de vida, por el propio diagnóstico de la infertilidad o a raíz de la sucesión de tratamientos de reproducción asistida, o bien a consecuencia de otros factores, como la familia, la relación de pareja o las circunstancias personales, el estrés no favorece en absoluto a la hora de tratar de lograr el embarazo.
La medicina reproductiva ofrece una solución a aquellas personas o parejas que desean tener un hijo. Sin embargo, los tratamientos de reproducción asistida pueden tener, en algunos casos, un efecto que perjudica por sí mismo a la fertilidad: el estrés.
Cuando las parejas no logran el embarazo por culpa del estrés y recurren a la ayuda de los especialistas en medicina reproductiva para cumplir su sueño de ser padres, se puede crear una situación que puede, a su vez, aumentar su nivel de estrés, perjudicando al tratamiento de fertilidad. Si el resultado de este es negativo, el estrés podrá seguir aumentando, lo que entonces creará un círculo sin salida que se deberá abrir lo antes posible para evitar que esta situación siga perjudicando a la fertilidad de la pareja.
Estrés y fertilidad: ¿Cómo superarlo?
Aunque a cada persona le afecta de una forma concreta, por norma general el estrés puede empeorar la calidad del semen, perjudicar la implantación del embrión u ocasionar problemas ovulatorios en la mujer, por ejemplo, deteniendo su ciclo menstrual o causándole anovulación o irregularidades menstruales, que hacen que no ovule durante un periodo determinado y que, por tanto, le sea más complicado quedarse embarazada de manera natural.
Es por ello fundamental adoptar un estilo de vida saludable alejado de los malos hábitos, de la ansiedad y del estrés. A continuación, te contamos cómo afrontar el estrés para impedir que este afecte a la fertilidad.
Para poder controlar el estrés y evitar que afecte a la fertilidad, lo primero que debemos hacer es saber qué lo está causando. Si tiene origen en el entorno laboral, deberemos tomar medidas para frenarlo: organizarnos mejor, delegar una parte del trabajo en otra persona, hablar con nuestros superiores, etc.
Si, por el contrario, tu estrés está ocasionado por otras situaciones o factores personales, o es una mezcla de todo, toma nota de nuestros siguientes consejos:
- Comunícate. Habla con tu pareja, con tu familia y con tu psicólogo o médico, siempre que lo necesites. Expresa cómo te sientes y si necesitas ayuda, ya que así será más sencillo escucharte y ofrecerte una posible solución.
- Duerme bien. Descansar el tiempo suficiente (unas 7-8 horas al día) es fundamental para el correcto funcionamiento del cuerpo y la mente, y también puede ayudar a disminuir el nivel de estrés y ansiedad.
- Haz ejercicio. Practicar deporte genera endorfinas y ayuda a liberar el estrés y la tensión.
- Pregunta todo lo que te preocupe. No te quedes con dudas, consulta absolutamente todo y despeja tu mente de las inseguridades.
- Dedica (al menos) 10 minutos al día a meditar. La meditación ayuda a regular tu persona, utilizando ejercicios de regulación psicobiológica, como la relajación o el yoga. De hecho, las últimas aportaciones de la neurociencia nos dicen que incorporar esta regulación ofrece un beneficio muy importante para poner a raya el estrés y permitir que nuestro cuerpo funcione mejor.
Gestión de estrés y fertilidad en CREA
En CREA contamos con un departamento de apoyo psicológico que complementa la función de nuestros especialistas en reproducción asistida. Gracias a ello, nuestros pacientes aprenden a gestionar mejor sus emociones, a apoyarse en sus seres queridos y a controlar su estrés frente a los tratamientos de fertilidad.
En nuestros tratamientos ponemos a disposición de nuestros pacientes una sesión con nuestra psicóloga, Natividad Pérez, pero, además, si lo desean, pueden recibir terapia individual, de pareja, grupal o apuntarse a sesiones para conocer las técnicas de relajación post transfer.
La infertilidad en la época egipcia
La infertilidad era un problema real para los egipcios y no se consideraba un castigo divino como en otras civilizaciones. La consideraban una enfermedad que debía ser diagnosticada y tratada.
A pesar de que la medicina egipcia mostró una considerable atención al problema y su diagnóstico, no proporcionó ningún tratamiento satisfactorio.
Grecia, las bases de la medicina occidental
Dentro de la medicina griega destaca la figura de Hipócrates que estaba familiarizado con el problema de la infertilidad y tenía varios diagnósticos inspirados en los egipcios.
Consideraba que infertilidad se debía a alguna de las siguientes causas:
Mala posición del cérvix.
Debilidad de la cavidad interna debido a un origen congénito o adquirido
Obstrucción del orificio uterino debido a una amenorrea.
Flujo menstrual excesivo.
Prolapso uterino (descenso de los órganos situados en la pelvis de la mujer).
La fertilidad, cuestión de dioses en la época romana
En esta época el papel de los dioses en la fertilidad era muy importante. Tanto que muchas jóvenes que querían salir embarazadas iban al templo de Juno. Pero, los romanos también contaron con el que se considera el primer ginecólogo de la historia, Sorano de Éfaso. A pesar de no tener ningún tipo de tecnología logró describir la anatomía del organismo femenino y realizó un tratado relacionado con el parto.
El estancamiento de la época medieval
La medicina medieval se basaba en la griega, tanto en sus conceptos como en los métodos de diagnóstico y tratamiento. Esto provocó un cierto estancamiento. Durante estos años, los tratamientos para la infertilidad estaban más cercanos a los ritos y las costumbres.
Sin embargo, destaca la figura del árabe Avicena, quien fue el primero en considerar que la infertilidad también podía ser un problema masculino. Dentro de sus investigaciones mencionó por primera vez la posibilidad de una anormalidad en los espermas.
El renacimiento con Leonardo Da Vinci
Leonardo da Vinci dibujo de forma correcta la anatomía femenina, con órganos como los ovarios y el útero, que hasta el momento no estaban representados gráficamente.
Pequeños avances en el siglo XVII
Regnier de Graaf, médico holandés, consideró a los ovarios como fuente de ovocitos y Antoine van Leeuwenhoex fue el primero en ver a los espermatozoides a través de su microscopio.
Descubrimiento de nuevas técnicas en el siglo XX
Durante las dos primeras décadas del siglo XX se empezaron a desarrollar la endocrinología reproductiva y se utilizaron gonadotropinas para realizar estimulaciones e inducciones ováricas.
En 1973, se consiguió el primer embarazo mediante técnicas de fecundación in vitro, aunque la gestación sólo duró unas pocas semanas. No fue hasta el 25 de junio de 1978 cuando nació el primer bebé probeta, Louis Brown, en Reino Unido.
En España, el primer nacimiento por fecundación in vitro no llegó hasta 1984. Durante esta década, se establecieron protocolos de estimulación ovárica más efectivos, se desarrollaron técnicas de criopreservación de embriones y se realizaron los primeros ciclos de donación de gametos.
En los años 90, se desarrollaron las técnicas de microinyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) y el diagnóstico genético preimplantacional (DGP), para solucionar problemas de fertilidad importantes como los factores masculinos severos o las enfermedades genéticas hereditarias.
Actualmente, las técnicas de reproducción asistida ofrecen gran variedad de tratamientos para dar solución a todo tipo de problemas que dificultan el embarazo. Aún así, las investigaciones sobre fertilidad avanzan.
Recientemente, los doctores Mandiola y Carbonero, responsables de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Quirónsalud Donostia participaron en un videochat organizado por Diario Vasco.Os traemos las preguntas más frecuentes que nos soléis plantear acerca de la infertilidad, de los problemas para lograr un embarazo, de los procesos y técnicas de reproducción asistida y de los avances que se han producido en nuestra especialidad.
¿Es lo mismo infertilidad que esterilidad?
No. Aunque a menudo se usan de manera indistinta, lo cierto es que los especialistas hablamos de esterilidad cuando una pareja lleva más de un año tratando de lograr un embarazo sin conseguirlo a pesar de mantener relaciones sexuales sin métodos contraceptivos. La infertilidad responde a la imposibilidad de lograr un niño a término a pesar de que logre embarazarse. Si la mujer es mayor de 36 años el plazo se reduce a seis meses. El Dr. Carbonero explica la diferencia entre infertilidad y esterilidad en este vídeo.
¿Es más fácil lograr un embarazo con 40 años que hace décadas?
No. A pesar de las mejoras logradas en diferentes aspectos de salud a lo largo de los años, de que vivimos más y de que en líneas generales gozamos de mayor calidad de vida, el margen no se ha ampliado cuando hablamos de fertilidad femenina. De esta forma, aunque en otros aspectos médicos y sociales los 40 son los nuevos 30, lo cierto es que en fertilidad no es así. Aunque hay que resaltar que la mejora en las Técnicas de Reproducción Asistida nos ha mejorado algo los resultados, de manera global, no.
¿Hasta qué punto los hábitos de vida influyen en la fertilidad?
Aunque hay condicionantes genéticos y patologías que perjudican la fertilidad, lo cierto es que los hábitos de vida influyen decisivamente en la posibilidad de lograr un embarazo de manera natural. Llevar una dieta sana, vigilar los niveles de vitamina D, hacer ejercicio, mantener un peso saludable, no fumar y limitar la exposición a ciertos agentes químicos y factores ambientales como la contaminación son importantes a la hora de cuidar nuestra salud reproductiva, tanto en el hombre como en la mujer. Está sobradamente demostrado que los factores ambientales dañan considerablemente la calidad del semen y que el tabaco perjudica la fertilidad femenina.
¿Hay límite de edad para las técnicas de reproducción asistida?
Legalmente en España no, pero hay una especie de norma no escrita según la que nos regimos prácticamente todos los especialistas en reproducción asistida y no aplicamos estos procedimientos por encima de los 50 años.
¿Tengo opciones de ser madre después de los 40 años?
Sí. Puedes preservar tu fertilidad vitrificando ovocitos antes de los 34 o 35 años y usarlos posteriormente para ser madre con tus propios óvulos. Las investigaciones más recientes revelan que los óvulos preservados conservan la misma calidad que los frescos en tratamientos de reproducción asistida. Por otro lado, si no vitrificaste tus óvulos puedes recurrir a fecundaciónin vitro con óvulos de donante. Es un procedimiento con el que estamos logrando una tasa muy elevada de éxito porque se lleva a cabo con óvulos donados por mujeres jóvenes y sanas.
¿El Consejo Genético Reproductivo y el Diagnóstico Genético Preimplantacional se hacen para tener bebés a la carta?
En absoluto. La legislación es muy clara a la hora de delimitar los supuestos en los que aplicamos estos procedimientos en reproducción asistida. Gracias al Consejo Genético Reproductivo las familias pueden tomar decisiones informadas y responsables con respecto al hecho de tener descendencia. Por su parte, el Diagnóstico Genético Preimplantacional permite eliminar enfermedades hereditarias muy graves e inevitables, lo que hace posible que familias que quizá no podrían plantearse tener hijos, puedan hacerlo.
¿Cómo es el proceso de donación de óvulos?
Donar óvulos es más sencillo de lo que parece. El proceso dura apenas doce días en total, no duele y tampoco perjudica la fertilidad de la donante, ya que dona los óvulos que de todas formas se perderían con la menstruación. Se realiza en un entorno hospitalario completamente seguro y se garantiza el anonimato. La única compensación económica que se realiza es para resarcir a la donante por las molestias de los desplazamientos al centro de reproducción asistida y de aplicarse el tratamiento de estimulación hormonal necesario para llevar a cabo el procedimiento.
¿Cuándo hay que dejar de intentar conseguir un embarazo mediante reproducción asistida?
Legal o médicamente no hay un límite de intentos. La decisión de no seguir probando depende fundamentalmente del desgaste emocional de los pacientes, de sus expectativas… pero lo cierto es que aunque las cifras de éxito han aumentado mucho en reproducción asistida, los procedimientos no siempre culminan con un bebé sano en casa. Por eso en nuestra unidad disponemos de un equipo de psicólogos que acompañan a los pacientes en un camino que emocionalmente no es fácil.
¿Puedo elegir las características de mi donante de semen?
No. Los procesos de donación no son a la carta. Los especialistas tratamos de buscar características similares entre donante y receptor, pero los pacientes no eligen rasgos como el color del pelo o de los ojos.
¿Si dono mi semen, mis óvulos o mis embriones congelados los bebés resultantes pueden conocerse en el futuro?
Las probabilidades son prácticamente nulas. La ley establece que de un mismo donante de semen no pueden resultar más de seis hijos, la donación es anónima tanto en el caso del esperma como de los óvulos y los embriones congelados sobrantes de procesos de reproducción asistida se dan en adopción en áreas diferentes para reducir aún más la posibilidad de coincidir.
¿Por qué es mejor la vitrificación que la congelación estándar?
Los gametos son muy delicados y los procesos de congelación tradicional tenían más posibilidades de dañarlos. La vitrificación es un proceso de congelación ultrarrápida que no produce cristales de hielo. Esto conserva mejor el tejido que, además, sufre menos deterioro en la descongelación.
¿En qué casos es aconsejable preservar la fertilidad?
Cuando la mujer es joven pero tiene una baja reserva ovárica o alguna patología que puede perjudicar su fertilidad. Cuando una mujer (sola o en pareja) tiene claro que quiere ser madre pero por diversos motivos desea postergar la maternidad hasta después de los 38 o 39 años, que es cuando sus posibilidades caen drástica y progresivamente. Cuando los pacientes reciben un diagnóstico de cáncer pueden preservar su fertilidad antes del tratamiento oncológico y someterse a tratamientos de reproducción asistida una vez superado el tumor.
¿Es tan elevado el riesgo de embarazo múltiple con reproducción asistida como dicen?
Las probabilidades de embarazo múltiple son algo más elevadas en reproducción asistida porque a veces los pacientes prefieren que se les transfieran más de un embrión. No obstante, la tendencia es transferir un único embrión. Cuando se transfiere más de uno siempre es consensuado con los pacientes.
¿Cómo se ve la calidad de los embriones en técnicas de fecundación in vitro?
Actualmente, la tecnología Time Lapse nos permite observar la evolución del embrión en su medio casi natural, sin tener que manipularlos o sacarlos del cultivo. Esto permite que se desarrollen sin interferencias externas, de manera que podemos seleccionar los más aptos para la técnica que vayamos a poner en marcha. Gracias al Time Lapse se ha incrementado la tasa de éxito en reproducción asistida porque seleccionamos mejor el embrión que vamos a transferir.
¿Qué porcentaje de éxito tiene la reproducción asistida?
Depende fundamentalmente de la edad de la mujer y de la técnica empleada. En torno a los 35 años, las inseminaciones artificiales tienen un 25% o 30% de éxito por ciclo. La Fecundación in vitro tiene alrededor de un 40% por transferencia. En el caso de la ovodonación el éxito se dispara incluso hasta el 80% porque los óvulos donados pertenecen a mujeres jóvenes.
Hace tan sólo unos días que el Ministerio de Sanidad hizo públicos los datos de Registro Nacional de Actividad de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF). Y las cifras hablan por sí solas: en 2016 se realizaron 138.553 ciclos de FIV y 36.463 de inseminación artificial en algunos de los 307 centros públicos y privados que realizan estas técnicas en el país. Y buena parte de ellos, 12.939, fueron a pacientes extranjeras (el 39 por ciento francesas y el 19 por ciento italianas) que habían acudido al país fundamentalmente por una legislación más favorable y alta calidad en los tratamientos.
Con más del 80 por ciento de los ciclos realizados en centros privados, la Fundación IDIS que aglutina el parecer del sector sanitario privado, saca pecho sobre las cifras españolas: “España es la primera potencia europea en reproducción humana asistida por número de clínicas y ciclos, según los datos presentados por la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE, por sus siglas en inglés). Cerca de 40.000 bebés nacen anualmente en nuestro país mediante estas técnicas y entre 10.000 y 15.000 parejas viajan a nuestro país cada año en busca de tratamientos de reproducción asistida”.
De hecho, de acuerdo con la Asociación Nacional para Problemas de Fertilidad (Asproin), “España es el destino preferido por los extranjeros para someterse a técnicas reproductivas, con casi un 40 por ciento del turismo de fertilidad europeo, cifra que continúa en aumento”.
Desde la Fundación IDIS se explica que “los motivos por los cuales la gente viaja al extranjero en busca de un tratamiento de fertilidad pueden clasificarse en tres categorías: coste, calidad y disponibilidad del tratamiento. A menudo se da una combinación de varios de los motivos señalados. Un estudio europeo ha puesto de manifiesto que una razón para viajar al extranjero con el fin de recibir tratamiento de fertilidad son las restricciones legales del país de origen como límites en el número de embriones transferidos.
No en vano, la legislación española se considera que ha sido el principal atractivo para consolidar al país como destino de turismo reproductivo: “La mayoría de los extranjeros acuden a España debido a que en sus países la legislación no permite la fecundación in vitro asistida en algunos casos, como a las madres solteras o a las parejas homosexuales [no sólo no se financia sino que en algunos casos se prohíbe expresamente]. También se da el caso de que las donaciones de semen y óvulos [en otros países, incluidos algunos con legislaciones de reproducción asistida bastante cercanas a la española como Reino Unido] no son anónimas.Esta falta deanonimato provoca que muchos posibles donantes terminen desechando la idea, lo cual, a su vez, provoca que las listas de espera sean larguísimas, de incluso varios años”.
Algunos países como Alemania, Italia, Noruega, Austria o Suiza incluso prohíben la donación de óvulos. A todo ello, la Fundación IDIS añade que los tratamientos son más económicos y además “por suerte, contamos con un servicio envidiable de atención médica post tratamiento”.
Pese a ser destino preferente en turismo reproductivo, Ester Farnos, profesora de Derecho Civil de la Universidad Pompeu Fabra, reflexionaba, con motivo de la monografía de la Fundación Víctor Grifols al respecto, cómo en materia de maternidad subrogada son precisamente los españoles quienes acuden a otros países.
