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Consideraciones actuales sobre pruebas diagnosticas



El panorama se ha visto modificado por varios factores, entre los que cabe destacar; el incremento en el número de parejas que consultan por esterilidad, el acceso tardío de la mujer a la maternidad y la mejora sustancial en los resultados de la técnicas de reproducción asistida (TRA). Se define la esterilidad como la incapacidad de una pareja en conseguir una gestación tras un año de coitos sin medidas contraceptivas. Se ha aceptado ésta definición teniendo en cuenta algunos conceptos importantes referentes a la fertilidad humana. La fecundabilidad es la tasa de concepción en una determinada población en un tiempo concreto y la tasa de fecundidad mensual (TFM) es la probabilidad de conseguir un embarazo en un ciclo menstrual (Evers 2002).

Teniendo en cuenta estudios basados en modelos matemáticos, en una población determinada existirían diferentes categorías de parejas en función de su fertilidad.

En un extremo tendríamos parejas “superfertiles” con una TFM de un 60% que conseguirían un 100% de gestaciones en 6 meses y en otro tendríamos las parejas con una esterilidad absoluta con una TFM de 0.

Entre ambos extremos tendríamos las parejas con una fertilidad normal con una TFM de un 20% con una posibilidad de gestación al año de un 93% y las parejas con subfertilidades moderadas y severas cuyas TFM variaría entre un 5 y un 1 %.

La TFM está intimamente relacionada con la edad, de ahí que en la actualidad éste va a ser un factor determinante en el número de consultas por esterilidad, puesto que teniendo en cuenta lo anteriormente citado, la proporción de parejas con subfertilidades moderadas se haya incrementado de manera notable (Dunson 2002).