Skip to content

FIV- ICSI sin respuesta ovárica



Explíquenos brevemente cómo se planteó el caso de esta pareja.
Una pareja vino al centro después de dos años intentando, sin éxito, tener un hijo. Se les realizó primeramente una FIV-infertilidad masculina grave, cuando sólo se encuentran muy pocos espermatozoides normales en el semen del hombre, o cuando la capacidad de fertilización de los espermatozoides ha disminuido considerablemente.”>ICSI (microinyección) pero hubo que suspender el tratamiento por baja respuesta. El Dr. Alfonso de la Fuente les recomendó, que debido a su edad y al resultado del último intento, lo mejor era someterse a un ciclo de Fecundación in vitro con óvulo de donante (OVODON). Los pacientes, que no se quisieron arriesgar a probar otro ciclo con sus propios óvulos, lo pensaron y acudieron al centro a informarse sobre el tratamiento de OVODON. Rápidamente se consiguió una donante compatible desde el punto de vista médico y de características físicas y comenzó el ciclo. Un mes y medio más tarde la paciente estaba embarazada y nueve meses después nacía su hija.

¿Se habían sometido anteriormente a otros tratamientos de reproducción asistida?

Sí, se habían sometido a un ciclo de FIV-ICSI pero no se llegó a la punción de los folículos por baja respuesta de la paciente, es decir, que la capacidad que sus ovarios tenían para responder a los tratamientos de estimulación no era suficiente como para realizar el ciclo con las mínimas garantías de éxito.

¿Cuáles fueron las primeras pruebas que se realizaron a la pareja?

En Primer lugar, se hizo una historia clínica detallada de la pareja con especial hincapié en antecedentes familiares y/o personales de problemas de reproducción, alteraciones genéticas, malformaciones, etc. A la mujer se le hizo una ecografía transvaginal para valorar el aparato genital interno femenino, una analítica general de la pareja, un estudio hormonal de la mujer y una HSG (histerosalpingografía) o radiografía de útero y trompas para valorar su anatomía y funcionalidad.
Al varón, se le realizó un seminograma o análisis seminal completo con valoración del número movilidad y normalidad morfológica de los espermatozoides.

¿Cuál fue el primer diagnóstico que se les hizo?

Tras la primera batería de pruebas realizadas se llegó a la conclusión de que existía un factor ovulatorio severo (como luego se confirmó por su baja respuesta al tratamiento) y una alteración moderada de los espermatozoides que no impediría la realización de técnicas de reproducción asistida.

¿Qué tratamiento se les propuso y porque?

A la vista de los resultados y tras una información detallada sobre pros y contras de cada tratamiento decidimos realizar un intento de Fecundación in Vitro con microinyección espermática (FIV-ICSI). Tras la regla, la paciente empezó con la medicación y a acudir periódicamente a la clínica a realizarse las ecografías. Tras cuatro controles ecográficos hubo que suspender el tratamiento por baja respuesta y ausencia de folículos. El equipo clínico estudió el caso y recomendó a los pacientes no intentar otro tratamiento de FIV, pues la respuesta sería la misma, y como solución más efectiva les recomendaron someterse a un tratamiento de fiv con óvulos de donante.

¿La edad de la paciente fue un factor influyente a la hora de decidir el tratamiento?

Sin duda el factor más importante que se relaciona con el resultado de los tratamientos de reproducción asistida es la edad de la mujer. En este caso la edad (43 años) no nos permitía realizar ningún tratamiento más sencillo que la Fecundación in vitro y consideramos que fue determinante en la baja respuesta que obtuvimos con el tratamiento, ya que no existía ningún otro factor ovárico que hiciera sospechar que esto podía ocurrir.
¿Por qué no se obtuvo resultados del tratamiento de fiv con sus propios óvulos?
Como decíamos anteriormente esta pareja presentó una baja respuesta al tratamiento (menos de 3 folículos desarrollados) y esta situación, habitualmente, se acompaña de una baja calidad en los óvulos que se pueden obtener y lógicamente esto repercute negativamente en la calidad embrionaria y en las posibilidades de conseguir una gestación.

¿Cuáles fueron los motivos que les llevaron a plantear un tratamiento de fiv con OVODON?

Los motivos fundamentales fueron la baja respuesta en desarrollo folicular constatada en el primer tratamiento y la edad de la mujer.

¿Cómo afrontó la pareja el nuevo tratamiento de FIV?
La pareja valoró esta posibilidad con todas sus connotaciones y finalmente pidieron cita para comunicar al centro que querían comenzar el tratamiento de OVODON. Como es natural, las parejas a las que se les aconseja donación de óvulos pasan por diferentes etapas que incluyen la sorpresa, valoración de los aspectos tanto físicos como psicológicos, y resultados, decantándose finalmente por la utilización de óvulos procedentes de una donante.

¿Que criterios se tuvieron en cuenta para determinar la compatibilidad de la donante con la paciente?
En primer lugar se valora los datos médicos como grupo y Rh, serologías de hepatitis B y C, HIV, sífilis, que deben ser negativos. Además se tiene en cuenta el fenotipo en cuanto a color de ojos, pelo, talla y peso.

¿Fue fácil encontrar una donante compatible?
Debido a que en el Instituto Europeo de Fertilidad contamos con un gran número de donantes esperando ser asignadas a una receptora, fue rápido seleccionar aquella que por grupo sanguíneo y Rh y características físicas era más compatible con nuestra paciente. A esta donante se la realizó un estudio completo tal como marca la legislación nacional y europea con el fin de poder aceptar a una persona como donante de óvulos.

¿Cuáles fueron los resultados obtenidos?
Esta vez, la paciente tuvo que realizar un tratamiento más sencillo con menos controles ecográficos, ya que la donante es quien realiza el tratamiento de estimulación y la punción para extraer los ovocitos que serán inseminados con los espermatozoides de la pareja de la receptora. Dos de los embriones obtenidos se transfieren al útero de la receptora y 4 embriones más fueron congelados para utilizar en un futuro, si ese fuera su deseo.
Dos semanas después de la transferencia de los embriones, la paciente se realizó la Beta de embarazo dando positiva con 232,6.
Las primeras ecografías de embarazo las realizaron en el Instituto Europeo de Fertilidad confirmándose que estaba embarazada de un embrión.

¿Qué grado de satisfacción cree que tiene la pareja con todo el proceso?
Una vez asimilada la nueva situación desde el punto de vista reproductivo aceptando el empleo de óvulos procedentes de una donante, el grado de satisfacción de la pareja es muy alto ante el convencimiento de estar realizando una técnica con unas posibilidades de éxito mucho mayores y de que ser padres va mucho más allá del hecho de aportar el gameto (óvulo/espermatozoide).

¿Qué papel jugó el equipo médico en el tratamiento y en el apoyo a la pareja?
La labor del equipo médico en este tipo de situaciones es fundamental debido a que aparecen nuevas connotaciones en el tratamiento reproductivo sobre todo desde el punto de vista psicológico. Por eso es importante el apoyo del equipo de cara a que la pareja pueda afrontar una nueva situación que no se había planteado anteriormente, como es el hecho de una donación de gametos. Ello conlleva un mayor apoyo y claridad a la hora de valorar todos los aspectos relacionados con estos procedimientos.