Podría ofrecer nuevos tratamientos a personas que sufren enfermedades pulmonares crónicas reparando áreas dañadas de estos órganos. Los investigadores identificaron y aislaron las células humanas en los pulmones que contenían una proteína llamada c-Kit, que el corazón permite identificar a las células madre cardíacas.

En los pulmones encontaron que sólo una de cada 6.000 células fueron cultivadas en el laboratorio para comprobar que tenían la capacidad de dividirse y formar células diferenciadas características del pulmón. Cuando, a continuación, inocularon las células humanas en pulmones dañados de ratones, observaron que se diferenciaban formando no sólo nuevo tejido pulmonar sino también integrándose a la perfección con las estructuras ya existentes y sanas.