Sonia, me he emocionado, me imagino la dureza de los momentos que vives y yo también quiero tanto a mis hijos… Sí, dan mucho trabajo y preocupaciones pero también mucha, muchísima felicidad. Desde luego la lucha mereció la pena con creces. 
¿Tienes a alguien que te ayude??
De mis mellis últimamente lo que más hace que se me caiga la baba son las cosas que van aprendiendo a decir, que son muchísimas… Sobre todo Carlos aprende a la velocidad del rayo, es superindependiente, todo quiere hacerlo solo, me hace una gracia… Pedro es más mimosín, reclama más mis brazos, y yo se los doy siempre que puedo con un gustito… 
Y la niña hace unos días empezó a dar palmadas y no para, me encanta verla!
Besos guapa, ánimo, eres una madraza y una campeona

La verdad es que sí, al escribirlo una lo recrea nuevamente en su cabeza y vuelve a sonreír… Si es que los hijos son el mejor regalo del mundo, no cabe duda.
Tengo que decirte que sigo agobiada, Sonia, muy contenta, pero con un cansancio y un estrés que p’a qué (y con la relación de pareja notablemente dañada, por cierto). Eso sí, sabiendo que este periodo tiene fecha de caducidad, intentando disfrutar de los niños en la medida de lo posible…
Más besos

¡Me encanta este post! Voy a compartir otro momento lleno de felicidad con vosotras. Es el momento de la siesta.
Mi niña duerme en su cuarto, en paz con su carita de muñeca resposando sobre su perro de peluche y el chupete colgando de sus labios. Yo estoy tumbada en el sofá, acostada de lado y pegada al cuerpecillo caliente de mi bebé de dos meses. Tiene el pezón en la boca y observo como sus carrillos se mueven al mismo ritmo que me va vaciando el pecho. Su respiración junto a la mía, sus pestañas pegadas a los mofletes. Sólo el sonido que hace al tragar y el ronquido suave y lejano de mi perra, que duerme a mis pies. Mi casa huele a bebé y está llena de calma, de ternura, de paz… En esos momentos me doy cuenta de que lo he conseguido. Mi sueño se ha hecho realidad y lo estoy disfrutando todo lo que puedo… Hasta que de repente oigo la vocecilla de trapo de mi niña llamándome y  todo se pone en marcha otra vez: meriendas, pañales, gases, baños…  ¡¡ Qué grande es ser madre!!
Y sí, la relación de pareja se resiente pero doy gracias todos los días a mi marido por haberme dado lo más preciado de mi vida: mis hijos.

Jo chicas que estoy embarazada y muy sensible y esto me hace llorar!! que bonito.
Para mi lo mejor es dormir con ella en la cama y despertarme con una vocecita suave diciendo tatata y enseguida su carita se acerca a la mia y me hace “mmuuuuaaa” en la boca. Nunca había tenido unos despertares diarios tan bonitos, te dan ganas de levantarte con alegría y encarar lo que venga (que a veces es muy duro también!!!)

Ay sí, dormir con un bebé tiene un gran plus, y es algo que con los mellis nunca había hecho, porque las circunstancias eran distintas, y sobre todo porque en la cama no podía amamantarlos a los dos al mismo tiempo… Estoy deseando estar en la casa nueva, donde ya tendrán camas normales, y seguro que alguna noche se van a nuestra cama  . La lactancia a mí también me regala momentos preciosos, especialmente en la cama, con ella buscando poner todo su cuerpo en contacto con el mío… Mmmmmhh, qué rico! 
Besos