Aqui estamos los dos, frente a frente. Hace ya tiempo tomaste una decisión. Se que no fue fácil, se que tuviste que meditarlo mucho. Esa decisión ha hecho posible que yo esté hoy aqui, en tus brazos, mirándote embobado, hipnotizado por tus ojos, confortado por tu aliento, seguro en tu regazo.

Gracias mamá por afrontar ese reto, sabiendo además que mi llegada cambiará tu vida para siempre. Yo te prometo que trataré de ser bueno y compensar todo el esfuerzo que a partir de este momento tendrás que hacer por mi. Soy pequeño mamá, y no se nada, así que irremediablemente me equivocaré muchas veces, pero espero aprender pronto, con tu ayuda y tu cariño. Seguro que los dos conseguiremos avanzar en este, nuestro camino juntos.

Mamá, pongo mi vida en tus manos, se que harás de mi alguien de quien sentirte orgullosa mañana, y te prometo que me esforzaré para que así sea, tengo tanta ilusión como tu, aunque no lo creas por que no puedo decirtelo.

Mamá: dile a papá que de él no me olvido, que será a quien recurramos los dos en los momentos mas difíciles, que sin él ninguno de los dos podríamos estar mirándonos ahora y diciendonos estas palabras desde el silencio mas hermoso. Dile que sin él la ecuación no funcionaría, y que será la persona a quien acuda antes de dar un paso…seguro….será en quien me refugie después de haberme equivocado. Él no lo sabe mamá, y mis ojos no alcanzan aún a los suyos, pero cuando hace un rato me cogió en sus brazos, suspiré de emoción…no se si lo ha notado.

Gracias a los dos, gracias por regalarme esta vida, gracias por poner en mi horizonte un camino que hoy empiezo a recorrer. ¿Me acompañáis? Sin vosotros no puedo emprender mi viaje, pues necesito vuestras piernas para caminar, vuestros ojos para observar, vuestras manos para no caerme, vuestra cabeza para no perderme y vuestro corazón para ser feliz”.