Hola chicas, os cuento esto porque a veces me da la sensación de que me pongo un poco cursi con esto de la maternidad, y solo vosotras me vais a entender.

Me he pegado una paliza este finde por culpa de los albañiles que he tenido en casa (qué guarros son, por dios), y acabé hecha polvo y llegando a la conclusión de QUE SÍ, QUE ESTOY EMBARAZADA y no puedo intentar darme los mismos palizones de antes. Porque llevo dos días con agujetas y flato por todos lados. El lunes me tumbé con un dolor en el costado que me asustó un poco, pensé que tendría que hacer una visita al hospital.

El caso es que ayer empecé a sentir una sensación rara y creía que eran gases, hasta que, después de cenar, me tumbé en el sofá a relajarme y me di cuenta de que no eran gases, ¡no! Eran sus primeras patadas. ¡Qué ilusión! Estuvo media hora sin parar de darme pataditas en uno de los lados de la barriga… Y esta mañana también las he sentido.

Ha sido emocionante, ya está ahí con su vida propia y sus movimientos, y ya empiezo a sentirlos. No sé si es muy pronto (21-22 semanas) y qué frecuencia es la habitual, solo por hacerme una idea. El caso es que estos meses primeros de embarazo me ha costado mucho creérmelo, y esto es como la prueba final de que sigue adelante, y de que no debe darme miedo empezar a preparar sus cositas (me hace mucha ilusión pero me da mal fario, ya sabéis).

Y quería compartirlo con vosotras. Es una sensación única, pienso en mi marido y en esta experiencia maravillosa que no puede sentir tan de primera mano como yo (ala, que se fastidie, jejeje).

Besitos