Nenita…es normal que eso solo le pase con las mamis!! No ves que somos nosotras las que más los manipulamos!! piensa que si le hubiese pasado con otra persona no te sentirías ni la mitad de mal. Es normal que esas cosas pasen mi cielo, y sobretodo a las mamas pegadas 24 horas al día a nuestras “lapitas”. Un beso y tranquilidad!!

Ay! como te entiendo wapa, yo tambien estoy obsesionada porque se caiga cuando lo cogen otras personas, mira ayer fui a pasarlo por la Virgen del Pilar, y lo cargó un monaguillo, bueno pues me ves a mi histerica de que tenia que subirlo y bajarlo por unas escaleras, y el monaguillo era un monicaco que debia de tener y 7 u 8 años, que estres que pasé hasta que me lo devolvió.

Como dice Dalarna, es normal que nos pasen a nosotras esas cosas, estamos todo el santo dia con ellos, y claro!  :

Mira, para que te consueles te digo yo que soy mas afligida que tu  , hace unos dias le hice daño en un dedito al meterle la manga de una camiseta, vamos nada de nada, pero dio un gritito y lloro, y me dio una cosa… Y cuando le llevo a vacunar de ver el berrinche que se pilla, se me encogen todas las tripas 

Que somos unas agonias, je,je  . Besotes

hay chica que susto, pero los niños son de goma y afortunadamente a sido un susto, ami toni se me cayo del cambiador y jamas habia llorado asi, me entro una crisis de panico que me faltaba hasta el aire.

si tu lo ves normal no sufras que el coco se va en unos dias.
besos,

Mira, he estado haciendo memoria de “accidentes varios” y Héctor se ha llevado en 10 meses como unos tres o cuatro arañazos míos (y eso que me corto las uñas al ras), dos coscorrones con las puertas al llevarlo en brazos (uno con chichón), una caída desde mi cama, varios “quemazos” en la boca por un bibe o puré demasiado calientes; y por parte de su padre, un buen trago de agua en la bañera con pocos meses, dos pellizcos en el pecho al ponerle la pinza de la cadena del chupete, otra tanda de “quemazos” y un pinchazo con un alfiler de costura al ponerle una chaqueta que le estaba haciendo mi suegra…
Puesto así, uno al lado de otro, da un mal rollo… Han sido tonterías que han costado las lágrimillas de mi hijo (enseguida se le pasa) y las mías, que en cuanto lo veo llorar me pongo yo también, venga pedirle perdón por lo torpe que soy. ¡Y lo que nos queda por pasar!