La imposibilidad de tener descendencia me ha hecho bastante mal y a pesar de que cuento con muchos amigos y familiares, como también con mi pareja apoyándome, es algo que duele desde lo más hondo del corazón y he llevado bastante tiempo mal, con depresiones y malestar en el cuerpo, porque no sabía cómo enfocar mi vida. He estado yendo a unos psicólogos en Málaga para que pudieran hacerme las terapias que necesitaba y estoy viendo mejorías. Es cierto que todo necesita su tiempo y su tranquilidad, pero a día de hoy parece que estoy saliendo del bache en el que estaba metida. Sé que hay otras maneras para poder tener hijos, y es una opción que al final estoy barajando, sobre todo para disfrutar de una experiencia tan enriquecedora y bonita que brinda la vida misma.