Buenos dias, sil88.

Ya se que es facil decirlo pero debes tranquilizarte un poquito, me imagino que el dr. te habra hecho algun comentari sobre tus dudas, pero sin ir mas alla yo no le veo la menor importancia, piensa que tienes una mas granque y el niño mas pequeño pero tampoco se llevan mucha diferencia NOOOOOOOOOOOOO!

Estate tranquila y come bien que ya estas de 32 semanita que bien ehhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

yo solo estoy de 27 y con un niño y una niña tambien y de momento todo bien segun el dr. a si que tranquilizate y no le des mas vueltas que eso no tiene mayor importancia de la que tu le ves.

besotesssssssssssssssssssss. Y CUIDATEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE

Lo de los pesos es un poco orientativo, además si no recuerdo mal, a Crispai la nena le nació con más peso que el nene, tranquila cielo, no te preocupes.

Besitos

Hola Sil,
Normalmente los nenes son más grandes, en la semana 30 los mios pesaban 1300 el niño y 1180 la niña. Pero no tiene porque ser siempre así, tengo una compi de trabajo que también tuvo niño y niña y hace poco hablando con ella me contó que su niña fue más grande, creo que me dijo que los tuvo de 38 semanas el niño con 2400 y la niña con 2900, medio kilo más la niña!!. Claro que dice que en unas semanas se igualaron…
No te preocupes por eso, siempre tiene que haber uno más chiquitín y en tu caso es el nene.

Besos.

Sill, te voy a soltar la charla del siglo… todo para decirte que, lo del peso no es más que otra preocupación que nos buscamos las madres. Tal y como te dicen si hubiera algo mal, no te preocupes que los medicos no ocultan nada, y por supuesto, ya lo sabrías. Simplemente tu niña aprovecha mejor la comida que tu niño! jejeje o vamos a mezclar humor con… la vida real: el niño se moverá tanto que lo quema todo! y la niña, como buena futura mujer… todo pa las cartucheras! jejejeje  nada que luego una buena dieta no pueda solucionar! 

Como te decía al principio, te voy a pegar lo que le he contado a una chica en otro foro, vale? esto iba para una chica que le acaban de dar su positivo en su 3ª ICSI cuando ya estaba a punto de echar la toalla, mejor dicho ya la había echado pero la retomó por última vez. La pobre chica pues está muerta de miedo, feliz pero ante un tunel negro lleno de dudas, cuando en realidad debería estar dando saltos de alegría, no? Lo que yo le cuento te lo puedes aplicar tu, bueno, tu y todas. Que tenemos que dejar de buscarnos problemas y miedos!!!!! y vivir más el momento que si algo malo está por pasarar ya vendrá solito, no?

Allá voy

Supongo que todavía estarás en el momento… “no me lo creo” o “no me lo puedo creer” pues bueno… ya te lo estás creyendo, eh???? Porque detrás de ese no me lo creo, está un “prefiero no creerlo… (por prevenir)”, pues no! No permitas que el miedo empañe un solo ápice de tu felicidad!!!!! El 24 de junio, en mi caso un día antes de la beta que tenía programada tras mi 6ª IA (la primera en Quirón), en urgencias, debido al tremendo dolor que tenía (de ahí que tus dolores me harían sospechar que algo gordo se cocía jejejeje) me hicieron una analítica para ver como estaba el estradiol, ya que todo apuntaba una hiperstimulación, que a esas alturas del ciclo sólo se podía deber… a lo que finalmente se debía, a que estaba embarazada. Como el médico tenía sus sospechas y tenían sangre para una beta, aprovecharon y me la hicieron, y ese día el Dr. Carbonero me dio la noticia más feliz de mi vida. Si… no me lo creia. Pero sobre todo fue raro. Fue… si bueno, estoy embarazada, pero a ver… a ver como termina esto, eh? No vamos a echar las campanas al vuelo, no se! No hubo celebración especial, sí, por supuesto, yo me sentía feliz, pero rara… y ante todo muy muy muy atemorizada. Me puse un primer límite, la primera eco. La primera eco me iba a decir si la cosa estaba realmente en marcha (yo por supuesto iba con la cosa… de… a que es un ectópico, a que no hay latido, a que… vete a saber tu!) o no, y eso vino a las 4 semanas del positivo, creo que han sido las 4 semanas más “raras” (no sé ni como llamarlas!) de mi vida. Estaba feliz, si… embarazada… que bien! Después de casi 2 años, embarazada! Pero prácticamente convencida de que algo no saldría bien por lo que ponía una barrera entre esa felicidad y yo para que si realmente algo no fuera bien, no me afectara demasiado. Seré tonta… ya veis. Como si por prepararme para lo peor, eso fuera a amortiguar el chasco. Lo único que hacía era no saborear el momento como era debido. Y ese primer momento pasa y no vuelve. Yo no sé si me volveré a quedar embarazada… desde luego al menos no con ttos. Si viene solito(que lo dudo! Jejeje) bienvenido sea, pero si no… yo ya tengo a mis dos renacuajos, no quiero pasar otra vez por el calvario de ecos, más ecos, análisis, IAs, reposos… Aunque es verdad que en seguida se olvidan los malos tragos, eh? Pero más bien en mi caso es el miedo a otro embarazo múltiple, dos… y luego otros dos (no nos engañemos, las posibilidades de tener dos son infinitamente superiores que con el metodo diver y yo con un solo ovulo no tengo ni para empezar!!!!! Sería malgastar el dinero y con dos ya hay riesgo…), no sé si física y psicológicamente soportaría, tener otra vez otros dos! además que lo que yo buscaría en otro embarazo, es un embarazo normal! quiero saborear lo que es tener solo uno, (una compañera está embarazada de uno y somos blanco y negro, nada que ver! ella lo lleva como algo natural! yo parezco una paranoica a su lado!) un embarazo doble, tambien conlleva el doble de miedo! Pues bueno, que ya pasó el día en el que me dieron la noticia del positvo y ahora me quedo con la pena de no haber vivido el momento a tope, y no solo ese primero momento si no, todos! Todos los momentos! Siempre con el miedo haciendo de filtro entre yo y la felicidad. Llegó esa primera eco que yo creía que pondría fin a mis miedos… seré tonta, no, no lo hizo, no puso fin, solo era una meta volante, después de esa meta volante vendrían puuuf! No sé ni cuantas más! En esa primera eco, nos dijeron que eran dos. Sabeis qué es lo primero que pensé… bien! Voy a ser madre seguro! No seré tan gafe de que se paran los dos o de perder a los dos! Ya veis, vaya primer pensamiento, más egoísta imposible! Pero es la pura verdad, pensé eso. Luego a la semana ya quería tener a los dos, no me conformaba con uno. Y empezó el agobio porque los dos saldriera adelante. En muchos casos de embarazos gemelares uno de los dos se para y un hermano absorbe al otro… así que mi siguiente meta fue que en la siguiente eco porfaaaa estuvieran los dos! Bueno, pues en la sala de espera recuerdo que lo pasé todavía peor que con la primera eco. “preparándome” para por si me decían que uno de los dos había desaparecido y sólo había uno. Ya veis… vaya preparación! Solo conseguí subirme la tensión, agobiarme… y poco mas! porque si me hubieran dicho que solo había uno… lo iba a pasar exactamente igual de mal con esa “preparación previa” que sin ella!! Después de esa 2ª eco en la que me confirmaron que seguían los dos y que todo iba bien (fue la eco del pliegue nucal) lo de siempre, salgo de la eco, ese día me siento feeeliiiiicíiisima porque se que mis renacuajos están bien, pero eso me duraba 2 días, luego ya otra vez… estarán bien… y alaaaa! A comerme el tarro hasta la siguiente eco! Yo, si hubiera sido por mi, hubiera pisado urgencias todas las semanas con cualquier excusa para que me hicieran una eco y me dijeran que todo iba bien, menos mal que mi marido me paraba los pies. Y eso que tengo un seguro privado que me hacen eco todos los meses y luego aparte voy por la s/s y me hacen las ecos de rutina más las de propina por ser embarazo gemelar, con lo que suelo tener ecos… cada… nunca mas de 3 semanas. Por no hablar de las ITP, inspección técnica del papel, si! riete, llora… haz lo que quieras, pero es la verdad, cada vez que hacía pis y estaba mi marido por casa… ala! Hacía pis y teníamos que ver el papel los dos juntos y comprobar que salía blanquito. Al final lo hacíamos por seguir con el juego, pero la verdad que el primer mes, tenía tales dolores de tripa, que realmente estaba convencida de que era la warry que venia. Bueno, luego vendría el miedo a la eco de las 20 semanas, la morfológica. A partir de ahí ya empecé a sentir a mis dos bichejos y no necesito que una eco me diga que están vivos, ya se encargan ellos de hacermelo saber todos los dias y varias… muchas muchiisisisisimas veces al día jejejeje. Ahora tengo miedo a un parto prematuro. Me aterra la idea de que nazcan ya. Y me pongo fechas yo solita. Antes era… la semana 24 venga… que lleguen a medio kilito cada uno! Ahora que estoy en la 25, digo…venga! la 26, la gran criva para los prematuros. Cuando llegue a la 26 diré que la 28 o la 30… y así hasta que nazcan! Siempre, siempre, siempre con miedo! Luego cuando pase de la semana 34 y ya no tengan prácticamente riesgo de nada, tendré miedo al parto, a que sufran, a que se les produzca alguna lesión… bueno a mil cosas! Seguro! Seguro que me busco algun miedo que me impida vivir el momento como es debido. Lo peor de todo es que yo no me esperaba que el embarazo sería así. Yo quiero que sea como me imaginaba que sería! Cuando estaba en tto. y veía la noticia de un positivo, pensaba, que bien, se acabó el agobio, ahora empieza lo bueno. Y no! Para nada! Pero porque somos tontas y no lo permitimos nosotras mismas. Ojalá supera quitarme esta manta pesada llena de miedos que llevo siempre encima! Pero no sé cómo hacerlo. Por lo menos el tiempo me está dando la capacidad de mirarme a mi misma y darme cuenta de lo tremendamente tonta que soy cosa que hasta hace no mucho ni siquiera veía.

Pero ahí no acaba la cosa, la semana pasada, tuve mi 3ª clase preparto y allí la matrona nos contó otra realidad de la maternidad. Te la voy a contar… jejeje aunque ya no estás a tiempo para echarte atrás! Eh? Jejeje faltaría más! Bueno pues la maternidad (y la paternidad) es sinónimo de sufrimiento. Yo creía que solo se sufría en el embarazo (porque, ya ves, esto es un sinvivir! No de dolor, sino de comedura de tarro) y que con el parto todo se acababa y empezaba realmente lo bueno, igual que me lo creia con el tto y el positivo? Que pensaba que con el positivo ya venía lo bueno? Pues va a ser que no! que lo peor según la matrona está por llegar. Después del momento mayor sufrimiento físico de una madre, que es el parto, y a la vez el más feliz, viene una vida llena de alegrías por parte de ese hijo pero también toda una larga serie de sinsabores. Desde el momento en el que sabes que estás embarazada se desata el sentimiento de amor hacia tu hijo. Ese sentimiento va a ir creciendo durante todo el embarazo y durante toda la vida. Por eso no es lo mismo perder un hijo al día siguiente de saber que estás embarazada que perderlo en el 7º mes, ni es lo mismo que se muera de una muerte subita del lactante, que de accidente de coche a los 25 años, cuanto mayor es el hijo, por muy increíble que parezca, mayor es el amor que sentimos hacia él. De esa serie de rasgaduras de corazón primero viene el destete (jooo! Que el niño se hace mayor y ya no me necesita para vivir, que es capaz de estar sin verme varios días, ya no necesita mi pecho!) o los primeros pasos… que el niño empieza a andar (que bien, todos sonríen… el niño se hace mayor, que bonito! Pero la madre se desgarra por dentro… ayyy mi niño! Que ya no es totalmente manejable, que empieza a abrir las alas) o la primera noche que va a dormir a casa de los primos (el niño está encantado de la vida porque va a dormir con sus primitos y la madre prepara la maletita entre lágrimas porque su renacuajo, ya no lo es tanto y está deseando pasar su primera noche fuera de casa), el primer día de escuela en el que la madre lo pasa peor que el niño imaginándose la tortura que debe ser para el, estar todo el día sin verla y lo peor está por llegar cuando a la salida de la escuela la madre espera con los brazos abiertos a ese hijo y comprueba que el niño ni se inmuta al verla y sale emocionado a jugar con sus nuevos amigos, va donde la madre para coger la merienda y se larga! esa madre a la que en ese momento no le sale ni una sola palabra… solo quiere echarse a llorar! y así… mil momentos más, pequeños desgarros que padece la madre (y el padre) que a la vez que son momentos felices (de hombros para arriba nuestra cabeza se siente feliz por ver a nuestro hijo feliz, pero el corazón no puede evitar romperse… cuanto más se quiere a alguien más se sufre). El día que se eche novia… el día que se case…. y todo termina con el mayor sufrimiento de todos, el más duro, porque es la noticia más feliz que le pueden dar a una persona y causar la mayor alegría del mundo y a la vez la mayor tristeza del mundo: es el día en el que tu hijo te dice que va a tener otro hijo. Ese día sabes que tu hijo es feliz, más feliz imposible que va a querer a un ser más que a ti que tu le has dado la vida, pero el se la dará al suyo. Es la muestra de que definitivamente echa alas para siempre, cierra su ciclo de la vida… y sobre todo empieza también su rueda particular de sufrimiento, sabes que tu hijo va a sufrir (todo lo que nosotras hemos sufrido!)… y tu no quieres por nada del mundo que tu hijo sufra. Y qué vamos a hacer? Pasarnos toda la vida sufriendo? Primero porque no nos quedábamos embarazadas, cuando lo conseguimos, luego por miedo a que el embarazo no siga adelante y luego por el bienestar de nuestro hijo, porque para cuando nos queramos dar cuenta ha echado las alas al vuelo?? Y qué? De eso se trata, no? No queríamos crear a una personita? Pues ya está creada, por qué no nos conformamos con lo que queríamos y nos olvidamos de todo lo demas?

Bueno por eso tenemos que aprender a tomarnos las cosas de otra manera, a saborear el momento a centrarnos en lo bueno sin tentar a lo malo, que lo malo ya viene por si solito sin necesidad de hacernos a la idea!