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Algunas pacientes en tratamientos de FIV no siguen las indicaciones médicas



Aunque esas indicaciones surgen de unos pocos estudios en humanos, los médicos les piden a sus pacientes reducir o dejar de hacer ejercicio, fumar, beber alcohol o tomar suplementos herbáceos durante los ciclos de fertilización in vitro (FIV).

“Quisimos conocer qué hacen las mujeres. ¿Cumplen las recomendaciones? Y la respuesta es no”, dijo Alice Domar, autora principal del estudio y directora ejecutiva del Centro Domar para la Salud Mental y Corporal, de la Clínica de FIV de Boston, en Waltham, Massachusetts.

El equipo de Domar entrevistó a mujeres que estaban atravesando un ciclo de FIV en la clínica entre junio del 2009 y marzo del 2010.

Durante el tratamiento, las 118 mujeres solían tener hábitos saludables, a diferencia de los cinco años previos. Aun así, ciertas características del estilo de vida sorprendieron a Domar.

Todos los días, durante los 28 días del ciclo de FIV, las mujeres respondieron un cuestionario. Dejaron de hacerlo al finalizar el ciclo.

Por lo menos nueve de cada 10 de las 111 mujeres que respondieron a diario seguían haciendo ejercicio una vez por semana aunque el médico les había indicado no hacerlo.

“Si no cumplen las indicaciones, suelen sentir muchas molestias si salen a trotar”, explicó la doctora Lynn Westphal, de la Facultad de Medicina de Stanford, quien no participó del estudio.

La mitad de las mujeres siguió bebiendo alcohol durante el ciclo y tres de cada cuatro no suspendieron las bebidas con cafeína.

A Domar le sorprendió especialmente que una de cada 10 utilizara un suplemento herbáceo a pesar de que se les pidiera que no lo hicieran.

Según Westphal, la mayoría de las clínicas les sugieren a las pacientes que no los utilicen. “El problema es que no siempre sabemos qué contienen esos preparados herbáceos”, indicó.

Los resultados de la encuesta pertenecen a un grupo reducido de pacientes de una sola clínica y los autores no pudieron asociar la posibilidad de quedar embarazadas con el cumplimiento o no de las recomendaciones.

Aun así, Domar consideró que los resultados son sorprendentes porque los tratamientos son costosos y las mujeres quieren quedar embarazadas.

La autora comentó que los tratamientos cuestan entre 12.000 y 18.000 dólares, pero los seguros de salud de Massachusetts los cubren.

“La población que utiliza la FIV suele poner muchas esperanzas en el tratamiento y está muy motivada. Tendería a pensar que cumpliría las indicaciones”, indicó Westphal.