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Una nueva prueba permitirá a la mayoría de las pacientes con cáncer de mama evitar la quimioterapia



Una prueba de 21 genes realizada en tumores podría permitir que la mayoría de las pacientes con el tipo más común de cáncer de mama temprano pueda evitar la quimioterapia de manera segura, según revela un estudio histórico publicado en ‘New England Journal of Medicine’. “Con los resultados de este estudio pionero, ahora podemos evitar con seguridad la quimioterapia en aproximadamente el 70 por ciento de los pacientes que son diagnosticados con la forma más común de cáncer de mama”, afirma Kathy Albain, oncóloga del Sistema de Salud de la Universidad de Loyola, en Maywood, Illinois, Estados Unidos, y una de las principales coautoras del estudio. “Para innumerables mujeres y sus médicos, los días de incertidumbre han terminado”, asegura esta experta.

El primer autor del estudio es Joseph Sparano, del Centro Médico Montefiore, en Bronx, Nueva York, Estados Unidos. Y se ha publicado este domingo al mismo tiempo que se presentaba en la sesión plenaria de la Sociedad Americana de Oncología Clínica 2018 reunida en Chicago, Estados Unidos. La prueba examina 21 genes de una muestra de biopsia de cáncer de mama de una paciente para determinar cómo de activos son. Al tumor se le asigna una “puntuación de recurrencia” de 0 a 100; cuanto mayor es la puntuación, mayor es la probabilidad de que el cáncer vuelva a aparecer en órganos distantes y disminuya la supervivencia. Si las pacientes con puntuaciones más altas reciben quimioterapia, este riesgo de recurrencia se reducirá significativamente, permitiendo que más pacientes se curen.

Anteriormente, el desafío al que se enfrentan los médicos y las pacientes es qué hacer si una mujer tiene una puntuación de rango medio. No estaba claro si el beneficio de la quimioterapia era lo suficientemente grande como para justificar los riesgos y la toxicidad añadidos. Estudios previos demostraron que las pacientes con puntuaciones bajas (10 o menos) no necesitaban quimioterapia, mientras que las mujeres con puntuaciones elevadas (más de 25) sí la necesitaban y se beneficiaban con la quimioterapia. El nuevo estudio examinó a la mayoría de las mujeres que estaban en el rango intermedio de 11 a 25. El análisis incluyó a 10.273 mujeres que tenían el tipo más común de cáncer de mama (receptor de hormona positiva, HER-2 negativo) que no se había diseminado a los ganglios linfáticos. Los científicos examinaron los resultados del 69 por ciento de las pacientes que presentaban puntuaciones intermedias en la prueba de 21 genes.

Las pacientes fueron asignadas aleatoriamente para recibir quimioterapia seguida de terapia hormonal o terapia hormonal sola. Los científicos evaluaron los grupos de quimioterapia y no quimioterapia para obtener varios resultados, incluido el hecho de no presentar cáncer, de que el cáncer reaparezca localmente o en sitios distantes en el cuerpo y la supervivencia general.

Para toda la población de estudio con puntuaciones de pruebas genéticas entre 11 y 25, y especialmente entre las mujeres de 50 a 75 años, no hubo diferencias significativas entre los grupos de quimioterapia y sin quimioterapia. Entre las mujeres menores de 50 años, los resultados fueron similares cuando las puntuaciones de la prueba genética fueron 15 o menos. Entre las mujeres más jóvenes con puntuaciones de 16 a 25, los resultados fueron ligeramente mejores en el grupo de quimioterapia. “El estudio debería tener un gran impacto en los médicos y los pacientes”, afirma Albain. Sus hallazgos ampliarán en gran medida la cantidad de pacientes que pueden renunciar a la quimioterapia sin comprometer sus resultados. Estamos reduciendo la toxicidad de la terapia”.