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Uno de cada tres hombres solicita consulta con el psicólogo durante el proceso de reproducción asistida



Aunque los problemas de fertilidad y los tratamientos de reproducción asistida afectan de igual manera a hombres que a mujeres, en ocasiones el papel del padre queda relegado a un segundo plano, al ser las mujeres las que sufren todos los procesos físicos. Esto conlleva que en muchas ocasiones necesiten apoyo psicológico.

La asistencia psicológica es clave en algunos procesos como en los que se necesita la donación de semen ya que, erróneamente, se relaciona la dificultad de concebir a la impotencia sexual. Esto provoca frustración en los hombres porque no aportan su carga genética y no pueden compartir el dolor físico de su pareja que son quienes pasan por las pruebas médicas y el proceso de inseminación.

“Es muy importante tener una buena comunicación, tanto con los profesionales médicos como con la pareja”, ha señalado la doctora Mena.

Es necesario ofrecer toda la información sobre la causa de la infertilidad, que puede ayudar a paliar el estrés psicológico que puede causar. Preguntar a los profesionales todas las dudas que tengan a nivel médico, las causas de la infertilidad, cómo les va a afectar el tratamiento o las probabilidades de éxito son algunos de los consejos para superar el tratamiento de fertilidad.

La comunicación es también muy importante. Tener un diálogo fluido con la pareja y que el hombre deje de lado el rol de cuidador y comparta sus inquietudes con la mujer es primordial. Muchas veces estos no lo hacen porque piensa que ella ya tiene suficiente con lo que está pasando.

Compartir las preocupaciones con el entorno, personas fuera de tu pareja y abandonar el diálogo interior también es relevante. Es básico para tener otros puntos de vista de personas ajenas al proceso como un amigo o un compañero de trabajo.

Mantener las actividades de ocio personal, si alguna es incompatible con el proceso médico se lo dirá el especialista por lo que no se debe dejar de lado el mundo porque estén pasando por un tratamiento de reproducción asistida.

También se debe mantener una relación lo más normalizada posible. Cuando el tratamiento lo desaconseje no, pero en el resto, el sexo tiene que ser motivo de diversión y de mejora de la comunicación en la pareja y en ningún caso un tema complicado.