La calidad del semen de los varones de la Región de Murcia y en concreto de Cartagena ha empeorado en los últimos diez años. Así lo constatan los datos de la clínica de medicina reproductiva Instituto Bernabeu que ha analizado diversos parámetros de infertilidad. Hay un empeoramiento de la calidad seminal de los hombres que recurren a ciclos de reproducción asistida en la clínica de Medicina Reproductiva de Cartagena. Así lo ha explicado la doctora Carolina Tovar, ginecóloga de la clínica Instituto Bernabeu Cartagena.
Una de cada seis parejas tiene problemas para concebir. Y el factor masculino es una de las causas más frecuente de esterilidad, que en la Región está por encima de la media. “El 70% de los varones que recurre a técnicas de reproducción asistida en Instituto Bernabeu Cartagena presenta algún parámetro del seminograma alterado”, reconoce la doctora Carolina Tovar, que apunta que el porcentaje es más alto que el de los estudios a nivel internacional, que es del 50%.
En la última década se observa un empeoramiento tanto de la movilidad como de la concentración de espermatozoides, que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) es baja cuando es inferior a 15 millones por mililitro y una movilidad por debajo del 32%. En Cartagena ha pasado de afectar a un 26% de los varones al actual 35%. Y ha aumentado el número de pacientes que no tienen ningún espermatozoide (azoospérmico) del 3,9% a ser el 4,75% de los pacientes.
Numerosos estudios vinculan la disminución de la calidad seminal con el estilo de vida y la exposición a diversos factores medioambientales. Y en el caso de Cartagena, los niveles de contaminación podrían estar relacionados. La exposición a diferentes tóxicos y contaminantes, elementos como el plomo o los hidrocarburos de combustión industriales afectan negativamente a la calidad del semen. El tabaquismo, la obesidad y el consumo de alcohol y drogas afectan, del mismo modo que la exposición a altas temperaturas y el estrés empeoran la calidad seminal.
Y a pesar de ello, la Región tiene las mayores tasas de fertilidad. Y a su vez Cartagena posee una población más joven con problemas de esterilidad que la media nacional.
La Región de Murcia es considerada una de las regiones de España que poseen mayores tasas de natalidad, debido en parte a que un 15% de la población es extranjera, con una tasa de fecundidad mayor que el promedio de mujeres españolas. Sin embargo, por causas diversas, los habitantes de la Región no escapan de presentar dificultades para concebir hijos. Las mujeres retrasan la edad de la maternidad y a medida que se eleva la edad para tener un hijo se incrementan los problemas para concebirlo de manera natural.
Aunque Cartagena está por debajo de la media. En los últimos 10 años se han realizado en Instituto Bernabeu un total de 2.394 ciclos de FIV, y los datos arrojan una tendencia distinta a la del resto del país puesto que un 42% de las pacientes tiene entre 30-35 años, mientras que, a nivel nacional, el grupo más numeroso es el de mujeres de 35 a 39 años, que suponen el 47% de los tratamientos FIV. Por otro lado, tan solo el 8% de los tratamientos de FIV que desarrolla Instituto Bernabeu Cartagena es en mujeres que superan los 40 años, por debajo de la media nacional que es del 20%.
“El factor femenino, fue la segunda causa de esterilidad en nuestras pacientes que realizaron un tratamiento Fertilización In vitro, discretamente por debajo del masculino”, explica la doctora Tovar. En estos casos, la baja reserva ovárica es la causa femenina que de forma aislada fue más frecuente por la que las pacientes realizaron un tratamiento de reproducción asistida (21%).
Instituto Bernabeu es la única clínica de Cartagena que cuenta con quirófano propio lo que evita desplazamientos a los pacientes. Otro de sus hitos diferenciadores es su línea de investigación en I+D cuyos trabajos se publican en las principales revistas especializadas a nivel nacional e internacional.
En la última década Instituto Bernabeu ha sido testigo de los cambios sociales. Hay distintos tipos de familia y en la clínica se ha notado en estos años el incremento de las pacientes que quieren ser madres sin pareja masculina, y los casos de lesbianas que se acogen al método ROPA en el que una aporta sus óvulos que son fertilizados con semen de donante y la otra mujer gestará al embrión.
Hasta hace poco se creía que la genética de un embrión era algo inamovible, algo determinado desde el momento de la concepción y que no se modificaba durante la gestación. Hoy en día sabemos que esto no es así, y que la epigenética (ciencia que estudia la influencia de los factores externos o ambientales) explica los cambios heredables en la función genética que afectan al ADN y provocan una expresión diferente de la original pero sin producir cambios en la secuencia del material genético. Esta ciencia explica este proceso y por tanto, la comunicación entre el embrión y su futura madre.
Desde hace años se sabe que la madre gestante influye sobre la genética del embrión que se está desarrollando en su útero aunque los óvulos no sean propios.
Los factores ambientales hacen que se expresen unos genes u otros, y que las células “lean” la información del ADN celular de una forma determinada, dando lugar a individuos diferentes dependiendo del útero en el que son gestados.
Son conocidos los efectos que tiene el ambiente (hábitos de vida, alimentación, exposición a tóxicos, hábitos de higiene) sobre el desarrollo del niño y del adolescente. Cada vez se está dando mayor importancia a la influencia que tiene la forma de vida de la embarazada sobre su futuro hijo.
Un estudio publicado en septiembre 2015 demuestra la comunicación entre gestante y embrión, dando lugar a modificaciones en el genoma del futuro bebé. Con este hallazgo se puede disminuir el rechazo inicial de aquellas mujeres que tienen que recurrir a la donación de ovocitos para cumplir sus deseos reproductivos. Los genes no serán los suyos, pero sí que podrá modular los del embrión.
Esto demuestra que la madre gestante puede modificar la información genética del hijo, aún cuando el óvulo es de una donante o entre gestante subrogada y bebé, lo que cambia por completo el concepto de la ovodonación y subrogación de útero. Algo que ya se sospechaba por la coincidencia de algunos rasgos físicos entre madres e hijos de ovodonación.
Determinadas condiciones de vida de las mujeres producen características en todas sus células, incluso en las del endometrio uterino, lo que va a actuar en el desarrollo del embrión.
Esta comunicación puede inducir a que en el embrión se expresen o se inhiban funciones específicas dando lugar a modificaciones que nos muestra el proceso de transmisión de enfermedades como la Diabetes o la Obesidad.
Esta publicación abre las puertas a poder evitar este tipo de enfermedades cuando su causa es epigenética, es decir, que se genera durante el periodo embrionario.
Parece que la influencia de los efectos ambientales sobre la genética embrionaria podría ser incluso mayor que la influencia del ambiente sobre el niño ya nacido.
Se ha identificado la molécula específica del líquido endometrial que es capaz de reprogramar genéticamente al embrión. En esa reprogramación, no se produce una modificación genética, pero sí un cambio en la expresión de los genes.
Beta hCG baja: qué pasa cuando no llega a los 100 mUI/ml
Para todas las futuras mamás que se están sometiendo a reproducción asistida llega un momento muy ansiado tras esos días conocidos como betaespera. Días duros, que sumados al tiempo de pruebas, pinchazos y tratamientos, se hacen bastante cuesta arriba…
Pero tras todo esto, llega el gran momento. Te haces el test de embarazo y sale positivo. Tu corazón se dispara y vas a la clínica, te piden la prueba de la hormona Beta hCG en sangre, pero te sale baja. El doctor te felicita, pero con cautela…
Qué hacemos cuando sale baja la Beta hCG
Lo primero que debes saber es que la prueba de embarazo se solicita generalmente a los 15 o 16 días después de la ovulación (o supuesta ovulación). Y el valor de Beta hCG que nos indica que todo va como debe está alrededor de los 100 mUI/ml.
Un valor normal establece un buen pronóstico evolutivo del embarazo. En estos casos se mantiene la medicación y citamos a la futura mamá a su primera ecografía, generalmente dos semanas después del test, y donde los valores de Beta hCG superan ya las 1.000 mUI/ml. Es en esta ecografía donde se confirmará la buena evolución del embarazo, al visualizar el saco gestacional dentro del útero, el embrión y su latido cardiaco.
Sin embargo, cuando el resultado de la Beta hCG es menor a 100 mUI/ml es necesario controlar su evolución, sabiendo que se duplica cada 48-72 horas. Por ejemplo, en URE Centro Gutenberg siempre que el valor de la β-hCG sale por debajo de 80-90, la repetimos a las 48 horas. Si cuando realizamos este primer control el nivel se ha duplicado, nos indicará una adecuada evolución del embarazo, por lo que podremos citar a la paciente a su primera ecografía.
En ciertos casos, cuando el nivel de beta hCG es demasiado bajo, además de controlar su evolución a las 48-72 horas debemos ponernos en lo peor… En estos casos hay que pensar en una posible mala evolución del embarazo, y que nos encontremos ante un embarazo bioquímico, aborto o embarazo ectópico, entre otros.
Por lo tanto, y aunque debes recordar que el valor normal debe Beta hCG en el primer test debe estar alrededor de los 100 mUI/ml, si este es algo inferior no te apures. Entre las 48-72 horas siguientes repetiremos el test de embarazo para comprobar su evolución. Como hemos dicho antes, debes tener presente que un embarazo normal puede tener niveles bajos de β-hCG y, aun así, resultar en un bebé perfectamente sano.
El embarazo es un proceso natural habitual y deseado. Y a pesar de ello, en los últimos años lograrlo se ha convertido en una odisea para muchas parejas que, por diversos motivos como la edad o problemas médicos entre otros, no lo consiguen y recurren a la medicina reproductiva.
Consciente de estos cambios y de la inseguridad que genera en las pacientes saber si lograrán la gestación, Instituto Bernabeu ofrece el Programa de Garantía de Embarazo y Nacimiento, que puso en marcha de forma pionera en Europa y que devuelve el importe si no se consigue durante los 18 meses que dura.
Gracias a él, desde hace cuatro años cientos de parejas han pasado “de querer a quererlo”. Y ello gracias a que detrás de cada ginecólogo, embriólogo, biólogo molecular o genetista de Instituto Bernabeu hay personas implicadas en un mismo objetivo, ayudar a conseguirlo.
Tres décadas de atención a los pacientes y de continua investigación han llevado a la clínica a personalizar los tratamientos adaptándose a las necesidades de cada persona que busca el nacimiento de su bebé.
El centro de medicina reproductiva con seis sedes en Madrid, Cartagena, Albacete, Elche, Benidorm y matriz en Alicante ofrece varias modalidades de Garantía de Embarazo con garantías combinadas que incluyen una FIV con óvulos propios y posteriores tratamientos bien de ovodonación o eligiendo la embrioadopción. Así como programas exclusivos de ovodonación y embrioadopción.
Los cambios sociales conllevan también nuevos modelos de familia en el que las parejas de lesbianas tienen la oportunidad de vivir el proceso del embarazo, parto y crianza de su bebé. Para ellos se ofrece el programa de Garantía ROPA una técnica a través de la cual una de las mujeres aporta su óvulo y la pareja gestará al bebé.
El programa de Garantía de Embarazo supone un compromiso médico y ético que ofrece la seguridad de que se va a hacer todo lo médicamente posible para lograr la gestación, incluyendo las consultas, controles ecográficos, analíticas y seminogramas necesarios.
Contempla la vitrificación de los embriones obtenidos durante la garantía y su mantenimiento durante el tratamiento, así como todos los procesos necesarios del laboratorio de FIV para lograr el mejor resultado.
Si el profesional lo considera se realiza un Cribado Cromosómico Completo (CCS) con el que descartar anomalías cromosómicas del embrión. Se realizan un screening genético a todas las ovodonantes para descartar más de 600 enfermedades genéticas a través de la técnica TCG; y se incluye la medicación de la donante de óvulos.
La tranquilidad de la paciente es fundamental. Y la seguridad que ofrece Instituto Bernabeu está certificada por estrictos criterios de buenas prácticas certificados por la Norma ISO 9001:2008; SEP stamp EFQM y SEP Internacional. También todos los procesos del laboratorio, como la incubadora Time-Lapse gracias a la cual los padres tienen un seguimiento exhaustivo del desarrollo del embrión en sus primeros días hasta la fase de blastocisto.
Para la tranquilidad de la paciente la garantía tiene una duración de año y medio durante los cuales hay un compromiso para que logre el ansiado embarazo, el seguimiento de esa gestación y el parto de un niño vivo a partir de la semana 25 de embarazo, que es cuando obstétricamente el feto es viable. Si esto no se consigue Instituto Bernabeu devuelve la totalidad del importe.
La transferencia embrionaria intrauterina es el proceso mediante el cual se depositan en el útero de la mujer los embriones generados en el laboratorio de fecundación in vitro. Es el último paso de las técnicas de reproducción asistida.
La transferencia embrionaria puede hacerse desde el día 2 al 6 del desarrollo embrionario, sin embargo lo más habitual es hacerla en estadio embrionario temprano (día 3) o en estadio de blastocisto (día 5) del desarrollo embrionario.
La transferencia puede ser:
- En fresco: los embriones son frescos y se transfieren en el mismo ciclo en el que se han creado.
- Transferencia diferida: se vitrifican los embriones para transferirlos en otro ciclo diferente al que han sido creados.
La paciente es colocada en posición de decúbito supino, es importante que tenga la vejiga llena aunque no en exceso. Esto además de facilitar la visión ecográfica desplaza el útero hacía atrás facilitando la canalización del mismo.
Se introduce un especulo estéril en la vagina para la visualización del cuello uterino. La vagina y cérvix se limpian con un medio de cultivo y se aspira el moco cervical. Es para evitar el traslado de bacterias a la cavidad uterina.
El ginecólogo canaliza el cérvix con un catéter que llegará hasta la cavidad uterina.
El embriólogo carga los embriones en una cánula, que se introduce cuidadosamente hasta el centro de la cavidad endometrial donde se inyecta lentamente a 1.5 cm del fondo.
El embriólogo comprueba que no hay embriones retenidos en el catéter. La visión ecográfica nos permite ver donde se deja el medio de cultivo donde están los embriones pero no los embriones en sí (son microscópicos). Es por ello que se deben comprobar tanto el catéter de canalización como el de transferencia. En caso de que el embrión se hubiera quedado retenido, se repite el proceso.
El proceso se realiza bajo control ecográfico. Facilita la canalización cervical y dejamos los embriones
No es preciso realizar reposo tras la transferencia embrionaria.
La prueba de embarazo se realizar dos semanas después.
Ainhoa Fernández de Romarategui. Ginecóloga
Una mujer a la que en un centro de salud de Yecla inyectaron de golpe un medicamento para estimulación ovárica que estaba prescrito para administrarse en cinco dosis tiene derecho a ser indemnizada por el valor del fármaco y por el coste del control ecográfico al que acudió el día anterior a los hechos, según se recoge en el dictamen emitido por el Consejo Jurídico de la Región (CJRM) a instancias de la Consejería de Salud del gobierno murciano.
El dictamen, al que ha tenido acceso Efe, señala que la cantidad a indemnizar se eleva a 879 euros, por los citados conceptos, pero rechaza abonarle también los 4.000 euros que la reclamante solicitó igualmente por daño moral.
Sobre ese último extremo, el CJRM comenta que “resulta evidente que la interesada debe hacer frente a un inconveniente con el que no contaba, motivado por el retraso en el que se va aincurrir en la nueva aplicación del tratamiento de fertilidad”.
“Pero ello no quiere decir -añade- que se le haya colocado en una situación de sufrimiento o padecimiendo psíquico, de zozobra, de ansiedad o de angustia de tal naturaleza que merezca ser objeto de resarcimiento, máxime cuando no lo ha demostrado de manera conveniente”.
Para este órgano consultivo, no hay duda que existe una relación de causalidad entre el daño por el que se reclama y el anormal funcionamiento del servicio público, cuyas consecuencias han de ser afrontadas por la administración regional, aunque limitando su extensión a los dos capítulos citados.
Recoge el informe que los hechos se produjeron en febrero de 2017, cuando la demandante acudió al centro de salud para que le inyectaran el medicamento, que le había sido prescrito en la clínica privada donde se estaba sometiendo a un tratamiento de fertilidad.
Y añade que como aseguró que le daban miedo las inyecciones y desistió de administrarse las dosis ella misma, acudió a su médico de familia, que le dio el volante para que lo hicieran en el centro de salud.
El enfermero, como reconoció durante la instrucción del caso, reconoció que cometió un error, al inyectarle de golpe el fármaco, cuando estaba prescrito para cinco dosis sucesivas.
Para el CJRM existió un anormal funcionamiento del servicio público sanitario, no solo por aquel error, sino, también, porque el médico de familia lo que debió haber hecho era remitir a la paciente a la sanidad privada o indicarle que debía administrarse el fármaco ella misma, “para lo que debió haber sido adiestrada en la clínica donde le prescribieron la medicación”.
