Existen más de 30 tipos diferentes de ETS, las cuales están producidas en su mayoría por virus (herpes), bacterias (gonorrea, clamidia, sífilis) y hongos (cándida). Este tipo de infecciones afectan tanto a hombres como a mujeres, y aunque muchas de las ETS no muestran ningún síntoma, pueden provocar graves problemas a largo plazo si no se tratan. En algunos casos, pueden tener efectos muy negativos en aspectos tan importantes de la salud como la fertilidad o el embarazo.
Para evitar que algún tipo de ETS llegue a producir serias complicaciones, existen muchos avances que nos permiten identificarlas y curarlas. Las técnicas de detección que se han utilizado hasta ahora, nos permitían detectar únicamente un tipo de ETS por cada análisis, siendo además necesario esperar 3 ó 4 meses tras el posible contagio.
Actualmente, el Instituto Bernabeu es el primer centro en España que posee una técnica innovadora capaz de detectar 10 posibles infecciones distintas en un único análisis. Esta técnica nos aporta varias ventajas:
- El análisis se puede llevar a cabo pocos días después del contacto sexual
- El análisis se puede efectuar utilizando una muestra de orina que nos puede remitir desde casa
- Podemos conocer el resultado en pocos días
- De esta forma, podremos contribuir y colaborar en la prevención de este tipo de infecciones de transmisión sexual, y evitar mediante la realización de controles, consecuencias más graves que pudieran afectar en un futuro a su estado general de salud o su fertilidad.
Dra. Eva García, bióloga de IBBIOTECH, del grupo Instituto Bernabeu
En España existe la SEF (Sociedad Española de Fertilidad), que trabaja con los mejores profesionales del sector para promover los estudios sobre fertilidad tanto entre los profesionales como entre el médico-paciente, con el objetivo de que estos tengan la mayor información disponible acerca del tema.
Cuando el origen de la infertilidad está en la carencia de óvulos por alguna enfermedad que haya padecido la mujer o cuando han fracasado de forma reiterada las técnicas de reproducción asistida con sus propios óvulos se hace necesario recurrir a óvulos de terceras personas.
La ovodonación es un proceso por el que mujeres sanas se someten a una estimulación ovárica para donar sus óvulos de forma desinteresada a aquellas parejas que lo necesiten. Se trata de un procedimiento muy extendido, un acto de extrema generosidad por el que una mujer, sana y que cumpla una serie de requisitos muy básicos, decide donar sus óvulos para facilitar el embarazo a mujeres con problemas de fertilidad.
Pero, aunque no se trata de un proceso largo, complicado ni doloroso -ni para la mujer donante ni para la receptora-, sí que implica un acto muy íntimo y puede tener consecuencias psicológicas para algunas de las implicadas, por lo que es recomendable que tengas en cuenta una serie de factores antes de decidir someterte a un tratamiento de ovodonación, en cualquiera de las dos situaciones.
Factores psicológicos en la mujer donante de óvulos
- Es tu decisión. La donación de óvulos es un acto de generosidad que debe nacer de ti: nadie puede obligarte a donar si no estás convencida de ello.
- Pareja. A pesar de lo anterior, lo recomendable es consultar la situación con la pareja. Se trata de una decisión importante y lo ideal es hablarlo y exponer vuestros puntos de vista. Realizar la donación a escondidas nunca será una buena idea, sino un signo de, como mínimo, mala comunicación. Pero eso ya sería otro problema.
- Futura fertilidad. Una de las mayores reticencias de las mujeres que cumplen los requisitos para ser donantes de óvulos es si puede afectarles a la hora de querer quedarse embarazadas. No debes preocuparte por esto: la donación de óvulos no afecta en absoluto a tu fertilidad ni a las posibilidades de quedarte en estado cuando lo desees.
- Carácter altruista. La donación de óvulos es una procedimiento no remunerado. Solamente podrá acordarse una recompensa económica para cubrir los gastos por desplazamientos y otras molestias.
- Anonimato. En ningún caso ni la donante de óvulos ni la receptora conocerán la identidad de la otra mujer. El carácter anónimo de la donación se considera imprescindible para evitar problemas posteriores, tanto legales como emocionales.
- Dudas médicas. Como decíamos arriba, no se trata de un proceso largo, doloroso ni complicado, pero es normal que te surjan interrogantes sobre posibles efectos secundarios, riesgos, dolores… Consulta al médico encargado de llevar a cabo el tratamiento todas las dudas que tengas.
- Análisis psicológico. Además de realizarle una detallada encuesta sobre sus antecedentes, su estilo de vida y su historia médica familiar, en la clínica en la que se vaya a realizar la ovodonación se encargarán de comprobar que la donante se encuentra en perfecto estado psicológico.
- Requisitos físicos. Una candidata a donar óvulos debe cumplir una serie de condiciones: estar en un rango de edad de entre 18 y 35 años, no tener antecedentes de enfermedades hereditarias, pasar una analítica de sangre y orina, resultados negativos en prueba de serología y contar con una buena salud física en general.
Factores psicológicos en la mujer receptora de óvulos
- Resistencia a la frustración. El porcentaje de éxito en tratamientos de ovodonación está en torno al 40%. Esto tiene que tenerse en cuenta desde el principio para que no aparezcan sentimientos de frustración y de tristeza en caso de que no funcione. Es mejor verlo como un paso más de un camino: si no funciona esta vez, hay más posibilidades y otras técnicas de reproducción asistida.
- Anonimato. La pareja receptora no conocerá la identidad de la donante. Aunque algunas mujeres sienten curiosidad, varios estudios consideran que la mayoría de las parejas están conformes con esta situación ya que rebaja la ansiedad
- ¿Y si el niño no se parece en nada a mí? Para empezar, el óvulo sólo supondrá una parte de la carga genética del embrión fecundado, ya que la otra corresponderá a la masculina. Además, antes de un proceso de, por ejemplo, fecundación in vitro con ovodonación, se realiza un completo estudio de los rasgos fenotípicos de las dos mujeres con el fin de garantizar el mayor grado posible de parecido físico de la futura descendencia.
- Culpabilizarse. Los sentimientos de culpa son habituales en las mujeres receptoras de óvulos, así como ante cualquier otro tratamiento de reproducción asistida. Son pensamientos automáticos muy difíciles de controlar, pero tratar de hacerlo es básico para evitar, en la medida de lo posible, los sentimientos dolorosos que nos provoca la situación. La pareja, o la familia y amigos en caso de que se trate de una mujer que acude “sola”, será su mejor apoyo, pero puede ser necesario acudir a un especialista.
- Ayuda psicológica. Como decíamos, puede ser necesario acudir a un especialista que ayude a la pareja a afrontar la situación. Ser padre es uno de los momentos más importantes en la vida de una persona y pasar por problemas de fertilidad puede provocar estrés, ansiedad, angustia y hacer aflorar muchos miedos. Es una situación tan común que existen unidades especializadas en psicología reproductiva.
- Pareja. La comunicación entre los miembros de la pareja adquiere en una situación como esta una especial relevancia. Lo ideal es que los dos se apoyen durante el tratamiento y compartan sus miedos. Los reproches deben quedar fuera de la pareja: ninguno de los dos es culpable de estas dificultades a la hora ser padres.
- Confía en tu médico. Existen numerosas clínicas especializadas en realizar tratamientos de fertilidad y reproducción asistida, por lo que es difícil elegir en cuál vamos a realizar el tratamiento. Es importante pedir opiniones de terceros, buscar información y elegir un doctor que nos dé confianza. Una vez que lo hayamos elegido lo mejor es consultarle todas las dudas que tengamos, ya que es normal que surjan preguntas sobre cuestiones médicas o sobre asuntos relacionados con la genética de los futuros hijos. Un equipo médico profesional hará que se reduzcan vuestros miedos y vuestro nivel de estrés. En España existe la SEF (Sociedad Española de Fertilidad), que trabaja con los mejores profesionales del sector para promover toda la información sobre estudios de fertilidad tanto entre los profesionales como de cara a las parejas en busca de información.
Han pasado 40 años desde que Louise Brown vino al mundo. La primera niña nacida por fecundación in vitro en el mundo. Pocos nacimientos han causado tanta expectación, opiniones encontradas y sueños. Los doctores Patrick Steptoe y Robert Edwards llevaban dos décadas intentando acabar con algunos problemas de fertilidad y su propuesta consistía en extraer un óvulo de la mujer, fertilizarlo en el laboratorio con el esperma del hombre y, una vez formado el embrión, introducirlo en el útero materno para su desarrollo. Esta era la opción ideal para los padres de Louise, ya que la madre tenía un problema en las trompas de falopio que le impedía tener un embarazo natural. Esta pareja se atrevió con este tratamiento experimental que le ofrecía pocas probabilidades de éxito pero muchísimas ilusiones. Y se dio el milagro. El 25 de julio de 1978 nació Louise, la primera niña probeta del mundo a la que seguirían muchos más.
40 años después las técnicas de reproducción asisitda han mejorado mucho, logrando un gran índice de éxito, precisión y fiabilidad. El Instituto Murciano de Fertilidad, IMFER, fue el primer centro de la región que consiguió que un niño naciera por fecundación in vitro hace más de 20 años. Como centro pionero en Murcia y siendo uno de los primeros centros de España que consiguió esta proeza destaca la importancia de la investigación y de estar al tanto en todas las innovaciones tecnológicas. IMFER apunta que las parejas que lleven un año intentando concebir sin éxito (en el caso de mujeres con más de 35 años este plazo debería reducirse a seis meses) deberían visitar un centro de fertilidad para poder estudiar su caso en profundidad y tomar las medidas adecuadas. En el caso de IMFER esta primera visita es gratuita e incluye la reunión con el ginecólogo especialista; una ecografía para conocer la reserva ovárica y el estado del útero y los ovarios; el test AMH que mide los niveles sanguíneos de la mujer para conocer la hormona antimüleriana que marca la reserva ovárica; un seminograma para conocer las características seminales del varón; y una segunda visita para valorar los resultados obtenidos y plantear el tratamiento idóneo en cada caso. De esta manera, los pacientes de IMFER pueden conocer su fertilidad y los tratamientos más idóneos en función de sus características.
IMFER destaca la importancia de la investigación y formación continua. Tanto es así que los miembros de su equipo han acudido al 34º Congreso Anual Internacional de la ESHRE (European Society of Human Reprodcution and Embryology), el más importante en el mundo de la reproducción asistida que este año se ha celebrado en Barcelona del 1 al 4 de julio. Allí se tratan las últimas investigaciones, tendencias y tratamientos de fertilidad. IMFER siempre cuenta con una participación en este congreso para seguir incorporando las últimas novedades en sus tratamientos y diagnósticos. Porque la formación y la innovación, consiguen cumplir sueños.
Los distintos tratamientos de Fecundación in Vitro suelen utilizarse en mujeres y parejas mayores de 35 años con problemas de fertilidad diagnosticados, al contrario que la Inseminación Artificial, utilizada principalmente en parejas y mujeres más jóvenes sin problemas de fertilidad o con problemas leves. Aun así, la FIV y la FIV con ICSI se utilizan también en casos muy distintos entre ellos:
Una Fecundación in Vitro convencional suele utilizarse en los siguientes casos:
- Cuando varios intentos de Inseminación Artificial no han dado resultado. (Suele ser tras un máximo de cuatro Inseminaciones fallidas).
- En fallos ováricos y/o baja reserva ovárica, dado que el número limitado de ovocitos también limita la capacidad de fecundación con las técnicas de Inseminación Artificial.
- Cuando existe esterilidad por factor masculino, con un recuento de espermatozoides móviles menor de 3 millones, y no se quiere utilizar el semen de un donante anónimo.
- En problemas de factor tubárico, dado que si las trompas están obstruidas, el espermatozoide no puede llegar a ellas y fecundar el ovocito, siendo necesario que la fecundación se realice fuera del cuerpo de la mujer.
Una Fecundación in Vitro con ICSI, en cambio, se utiliza sobretodo en casos más complejos de infertilidad o esterilidad:
- En casos de infertilidad masculina grave: cuando se quiere utilizar la muestra de semen de la pareja pero ésta es de muy mala calidad (Oligozoospermia), cuando éstos tienen una baja movilidad (Astenozoospermia), cuando en la muestra de semen de la pareja no se encuentran espermatozoides (Azoospermia), cuando éstos tienen una morfología anormal (Teratozoospermia), o incluso cuando existen combinaciones de alteraciones en el semen del varón.
- Cuando la pareja masculina se ha realizado una vasectomía, ha pasado por alguna enfermedad infecciosa o se han sometido a tratamientos oncológicos.
- Cuando tras la punción ovárica se obtienen muy pocos ovocitos, éstos son de mala calidad o tienen alguna anomalía.
- Cuando varios intentos de Fecundación in Vitro convencional no han dado resultado.
- Cuando se debe realizar un Diagnóstico Genético Preimplantacional, ya que los espermatozoides que quedan adheridos al óvulo en una fecundación in vitro, pueden alterar el resultado del diagnóstico.
La diferencia principal entre una y otra técnica, es la mayor manipulación que se produce en la ICSI frente a la FIV durante el proceso de fecundación. Esto no significa que una ICSI sea más efectiva que una FIV, ya que cada técnica se utiliza en casos concretos y cada mujer o pareja necesitará el tratamiento que mejor se adapte a sus características y problemas de fertilidad. Hay que valorar cada caso de forma personalizada para encontrar la mejor solución, y sobretodo, ponerse en manos de un experto, ya que será el ginecólogo quién conocerá mucho mejor cómo actuar dependiendo del problema o factor que dificulta el embarazo de forma natural.
El endometrio es la membrana que recubre interiormente el útero. En ocasiones, una parte del tejido endometrial puede crecer de forma excesiva e irregular, originando lo que conocemos como pólipos endometriales. De esto es de lo que queremos hablarte en el artículo de hoy.
Una cosa importante cuando hablamos de pólipos endometriales es que, al tratarse de un crecimiento anormal de tejido, se clasifican como tumores. No obstante, debes tener en cuenta que la gran mayoría son benignos.
Los pólipos endometriales son, generalmente, de pequeño tamaño y crecimiento lento, aunque en ocasiones pueden ocupar toda la cavidad endometrial. Vamos a contarte más sobre ellos y su repercusión en reproducción asistida.
Con qué frecuencia se producen los pólipos endometriales
Los más frecuentes son los que se localizan en el fondo uterino. Su incidencia se estima en un 10% de las mujeres. En pacientes con problemas de fertilidad se han publicado cifras mayores, entre un 15% y un 25%. Además, la probabilidad de desarrollar pólipos endometriales es mayor en mujeres con obesidad, hipertensión, mayores de 40 años, o que padecen ausencia de ovulación (anovulación), como ocurre en el síndrome de ovario poliquístico.
Qué síntomas producen los pólipos endometriales
La mayoría de los pólipos, debido a que son pequeños, no dan síntomas. Los que los producen lo hacen a modo de sangrado entre menstruaciones o durante las relaciones sexuales. Los pólipos con gran crecimiento pueden llegar a salir por el cuello del útero.
Cómo se diagnostican los pólipos endometriales
La prueba inicial en el diagnóstico es la ecografía transvaginal, durante la primera fase del ciclo, antes de la ovulación. El diagnóstico definitivo se hace con la histeroscopia.
Cuál es el tratamiento contra los pólipos endometriales
En muchos casos no requieren tratamiento, ya que desaparecen espontáneamente. No obstante, el tratamiento de elección suele ser el quirúrgico, mediante histeroscopia, lo que permite la extirpación completa del pólipo y su extracción para estudio.
La polipectomía histeroscópica es una técnica sencilla en manos experimentadas, y se realiza normalmente de manera ambulatoria con anestesia local o general. La recuperación posterior suele ser muy rápida, por lo que la vuelta a la normalidad es prácticamente inmediata, si bien algunas mujeres manchan un poco o sienten molestias similares a la regla.
Cómo afectan los pólipos endometriales a la fertilidad
Los pólipos no pueden ser pasados por alto en un estudio de fertilidad. Aunque hay discusión en cuanto a qué pólipos afectan a la fertilidad, en relación a su tamaño y localización, se ha observado que la tasa de embarazo espontáneo aumenta de un 23% a un 35% tras la realización de la polipectomía.
Además de esto, en los ciclos de fecundación in vitro varios estudios concluyen que los pólipos endometriales menores de 2 centímetros no tienen efecto sobre los resultados obtenidos.
¿Qué es la implantación?
Es el proceso en que el embrión se adhiere a la pared interna del útero (llamada endometrio) y penetra en el interior de la misma para seguir desarrollándose. La implantación se produce cuando el embrión está en estadio de blastocisto, unos 5 a 6 días tras su formación. Cuando se hace la transferencia embrionaria a los 2 ó 3 días tras la recuperación de ovocitos, el embrión continúa su división celular dentro del útero y no se implanta hasta 2 ó 4 días después.
¿Se implantan todos los embriones?
La reproducción humana tiene muchos errores, y una elevada proporción de los embriones no tienen capacidad para evolucionar. Este es uno de los problemas que se plantean al decidir cuántos embriones debemos de transferir ya que esta proporción de embriones evolutivos es muy variable.
¿Qué factores influyen en la implantación del embrión?
Para que se lleve a cabo la implantación es necesario que el endometrio esté perfectamente preparado, que el embrión tenga potencial evolutivo y que se establezca una compenetración entre los cambios que se van produciendo en ambos.
¿Cómo influye la edad de la paciente?
La edad de la paciente no tiene porqué afectar a la capacidad del endometrio para recibir al embrión, pero influye en gran medida en la vitalidad de los embriones.
Con la edad aumenta la posibilidad de que los ovocitos presenten peor calidad a nivel citoplasmático y que la meiosis (separación de los cromosomas) se complete de forma patológica. Esto último da lugar a embriones no evolutivos por tener alteraciones en el código genético.
Hay una proporción de embriones que bloquea su desarrollo en los primeros estadios de división, esta proporción aumenta en relación directa con la edad materna.
