Terapia para personas en procesos de fertilidad

Las personas con dificultades para tener hijos presentan niveles superiores de ansiedad, estrés y estado de ánimo depresivo, lo cual puede dificultar que afronten adecuadamente cada una de las etapas del proceso de reproducción. Es necesario solicitar ayuda para gestionar eficazmente esta nueva etapa y tener en cuenta que hoy en día contamos con avances médicos que incrementan notablemente las posibilidades de ver cumplido el deseo de tener un hijo.

Las emociones que más comúnmente aparecen son las de sorpresa, extrañeza, negación, rabia, desolación, desvaloración, anormalidad, culpa, dolor, shock, y en último caso la aceptación si estos sentimientos son gestionados de forma adecuada.

En algunos casos será necesario el apoyo psicológico de un profesional para afrontar con garantías cada una de las etapas relacionadas con los procesos de Reproducción: tomar conciencia y detectar el problema, afrontar el diagnóstico y seguir el tratamiento, todo ello con los mínimos niveles de ansiedad y/o estrés.

Generalmente los centros médicos disponen de una unidad de psicología especializada para intervenir desde un inicio en cada una de las fases de los tratamientos de Reproducción Asistida, atender las necesidades psicológicas básicas en una fase inicial, asesorar a la pareja en aquellas dudas e inquietudes que vayan surgiendo durante el tratamiento, apoyar y atender a las manifestaciones emocionales derivadas del diagnóstico, prevenir y tratar los problemas psicológicos derivados del proceso y ayudar a los dos miembros a mantener la pareja estable y fomentar hábitos saludables durante el tratamiento.

Tambien existen especialistas en psicología en la mayoría de ciudades de España preparados para ayudar a parejas con este problema. Por ejemplo Psicólogo Bilbao nos puede ayudar a sobrevivir a la montaña rusa emocional con pautas como las siguientes:

  1. Reconoce y acepta tus sentimientos. Es frecuente sentir desánimo, negación, culpabilidad, ansiedad, miedo a ilusionarte, miedo a fracasar en los intentos, cansancio y… muchas otras emociones, pero son transitorias.
  2. Mantén una actitud positiva, tómate el proceso como un reto y evita el sentimiento de víctima.
  3. Visualiza el objetivo; imagínate con tu bebé en brazos.
  4. Evita que el tratamiento afecte a tu relación de pareja, hablad de esto sólo unos minutos cada día.
  5. Mantente ocupada, procura seguir trabajando y no guardes reposo innecesario; si estás distraída, el tiempo pasa más rápido.
  6. Comenta en tu entorno que estás haciendo tratamiento, pero decide tú cuándo y cómo hablar del tema. Pídeles a tus familiares y amigos discreción y respeto.
  7. Es normal que sientas rechazo o tristeza ante bebés y embarazadas incluso de tu entorno más cercano. Si puedes, evítalos temporalmente.
  8. Ten en cuenta que con los avances actuales el 95% de las mujeres que hacen tratamiento de reproducción consiguen ser madres.
  9. Recuerda que las guerras no siempre se ganan en la primera batalla, hay que luchar hasta el final.
  10. Piensa que hacer un tratamiento de reproducción puede ser una forma realmente romántica de tener hijos.
  11. Si a pesar de todo crees que estás perdiendo el control, pide ayuda psicológica. Contamos con especialistas que pueden ayudarte a gestionar tus emociones.

En resumen, haz que tu deseo de tener un hijo sea más fuerte que los inconvenientes. Te ayudará a mantener la ilusión a lo largo del proceso.