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Bajo Arenas, catedrático de Obstetricia y Ginecología de la Universidad Autónoma de Madrid: “Una de cada tres parejas tiene problemas para poder tener hijos”



¿En qué momento se encuentra el tratamiento de la infertilidad?
Hemos avanzado muchísimo en el campo de la esterilidad, que hay que considerar como una enfermedad, puesto que al fin y al cabo el derecho a la reproducción es básico. Hemos sido capaces de solucionar todos los problemas prácticamente del factor masculino, hasta tal punto de que se ha invertido la carga de la prueba. 

Explíquese…
Antes se decía que la esterilidad era casi siempre de tipo femenino, mientras que ahora, probablemente por motivos ambientales, por el tipo de vida que llevamos, por la alimentación, por los electrodomésticos, o lo que sea el caso es que ahora mismo cogemos el semen de los varones actuales y lo comparamos con el que tenían los hombres hace veinte años y la calidad espermática ha descendido de forma exponencial, hacia abajo desde luego. Y ahora somos capaces de resolver todos los problemas prácticamente del factor masculino, porque basta con que un hombre tenga un espermatozoide, ya somos capaces de cogerlo y microinyectarlo, meterlo dentro del ovocito. Incluso aquellos hombres que no tienen un solo espermatozoide pero sí testículos, se les puede hacer una biopsia y con las células germinales coger uno y microinyectarlo. Eso supone un avance tremendo para el factor masculino, porque sólo necesitamos la carga genética, no necesitamos ni la cabeza de espermatozoide que es la que entra en el ovocito, ni la cola que es lo que se mueve. 

¿Y por parte de la mujer?
Desde el punto de vista de la mujer, aunque tenga un factor ovárico serio, si da un ovocito se puede arreglar el problema. Y si no lo da, pero tiene la matriz, podemos coger la donación de ovocitos y ponerle una donante de ovocito con una fecundación del marido. La pareja pone el espermatozoide, ella pone la matriz y la donante el ovocito. En principio la fecundación in vitro salió para solucionar los factores tubáricos, de trompa, que es el camino que tiene que recorrer y donde se tienen que juntar el óvulo y el espermatozoide. Cuando estaban obstruidas, no se podían juntar y entonces los uníamos fuera y los reponíamos dentro. Para eso nació, pero hoy en día hay un montón más de indicaciones. 

¿Por ejemplo?
Luego empezamos a congelar los embriones. Había un excedente de cupo y si una mujer daba ocho ovocitos y se fertilizaban todos, no íbamos a poner todos dentro. ¿Qué hacíamos con los embriones?, los congelábamos. Y una vez congelados se pueden poner en parejas hasta tres veces, con lo cual las posibilidades de embarazo van en aumento.

¿Se pueden congelar los óvulos? 
Un problema es que el ovocito no podíamos congelarlo, porque es una célula muy grande y al congelarlo se formaban cristales y se rompía. Durante años fue un problema para por ejemplo mujeres que recibían quimioterapia o las de una edad madura pero que no tenían pareja y en un futuro podían querer ser madres. Hoy día lo que hacemos es en vez de congelarlos vitrificarlos con lo cual ya no se forman cristales, sino una especie de pasta dentro. Luego, se quita la pasta y se puede utilizar. 

¿Son frecuentes los problemas de esterilidad?
Cada vez hay más parejas que tienen problemas para tener hijos, una de cada tres, y está aumentando la actividad, pero también se incrementan los mecanismos por los cuales somos capaces de solucionar ese problema. 

El retraso de la maternidad será, supongo, una de las causas.
Las parejas cada vez se enfrentan más tarde a la maternidad, se casan cada vez más tarde, las mujeres se han incorporado al mundo laboral, cada vez la edad a la que se tiene el primer hijo es mayor, cada vez hay más mujeres mayores de 40 años deseando tener el primer hijo y la tecnología pone medios para que esto puede arreglarse: desde la donación de ovocitos a la vitrificación para la que sea previsora. Este problema del retardo de la maternidad es una cuestión social que no está en nuestra mano arreglar, pero sí poner medios para que un montón de mujeres de entre 40 y 51 años puedan tener niños.

¿Hay alguna edad tope?
Nosotros somos partidarios de los 51 años, para no llegar a las abuelas-madres. Es razonable arreglarlo en la edad en que una mujer pudo tener alguna vez un hijo. Y yo alguna vez he asistido a partos con 51 años. El límite sería el que la naturaleza dicta, a partir de ahí no, porque una mujer de 70 años ponerle un niño nos parece una aberración. 

¿Hay demasiada expectativa en las parejas que recurren a estas técnicas?
Quizá, pero hoy en día tiene que ser un caso muy enrevesado para que no lo arreglemos, en dos o tres intentos. Las expectativas son muy altas, pero son reales. Ahora, una mujer sin matriz, habría que ir a una madre de alquiler y eso está prohibido aquí en España. 

¿Es accesible para todo el mundo?
Es caro, no cabe duda, y puede haber frenos por razones económicas. Pero bueno, cada vez están entrando más las compañías, los seguros lo incorporan, hay más facilidades y las técnicas también se abaratan. Ahora mismo estamos en una crisis económica y está claro que afecta a todos los ámbitos.