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El Vaticano cancela el III Congreso Internacional sobre la Investigación Responsable en Células Madre



El III Congreso Internacional sobre la Investigación Responsable en Células Madre, programado entre el 25 y el 28 de abril, iba a centrarse en las aplicaciones clínicas de las células madre adultas y reprogramadas. Sin embargo, un buen número de los ponentes invitados, incluyendo a Alan Trounson, presidente del California Institute for Regenerative Medicine de San Francisco y el ponente estrella George Daley, un científico de células madre en el Children’s Hospital Boston de massachusetts, están involucrados en investigaciones utilizando células madre de embriones humanos, algo que la Iglesia Católica no considera ético. Los dos congresos previos también incluyeron a científicos que trabajaban con dichas células madre, pero no generaron mucha controversia.

El Padre Scott Borgman, secretario de la Academia Pontificia Para la Vida, uno de los organizadores del evento, ha afirmado que los factores logísticos, organizacionales y financieros han forzado la cancelación, que fue anunciada el pasado 23 de marzo. La Academia se vuelca en los problemas bioétcos y teológicos que son relevantes para las enseñanzas de la Iglesia.

La Catholic News Agency, un servicio independiente de noticias con sede en Englewood, Colorado, citó a un miembro de la academia (cuyo nombre no reveló) que tachó la cancelación como “un enorme respiro para muchos miembros de la Academia Pontificia Para la Vida, que sintieron que la presencia de tantos ponentes defensores de la investigación en células madre de embriones humanos era una traición de la misión de la Academia y un escándalo público”.

El Papa Benedicto XVI tenía programada una conferencia, que ha sido cancelada

“Pienso que la única interpretación posible es que estamos siendo censurados. Es decepcionante que se nieguen a escuchar la verdad”, decía Trounson. El ponente esperaba mostrar una “perspectiva equilibrada” en las potenciales aplicaciones clínicas de las células madre, tanto adultas como embrionarias.

Mientras tanto, algunos científicos europeos, que propusieron hacer boicot porque creían que la conferencia perjudicaba injustamente la investigación de células madre embrionarias, se alegraron por su cancelación.

Daley comentó que se tomó la invitación como una indicación de que la conferencia estaría abierta a la discusión de todos los aspectos de la investigación en células madre. “Hay muchas áreas de acuerdo fundamental sobre investigación de células madre, como la necesidad de comprobar la seguridad y efectividad de los medicamentos de células madre a través de pruebas clínicas legítimas antes de permitir su venta a los pacientes”, añadió.

Borgman dijo que la Academia preguntó a los ponentes para limitar los temas de discusión y centrarlos en la investigación de células madre de adultos. Sin embargo, Daley también contó que se le solicitó no hacer del tema de las células madre embrionarias uno de los focos de atención de su charla, cuando él había preparado hablar sobre el tema para tener un contexto histórico simplemente.

Christine Mummery, una científica especializada en células madre en el Leiden University Medical Center de los Países Bajos, calificó la cancelación como “buenas noticias”. Ella y un número de otros científicos europeos rechazaron sus invitaciones a la conferencia y animaron a sus compañeros de los Estados Unidos a seguir su actuación. “El título [Congreso Internacional sobre la Investigación Responsable en Células Madre] fue lo que me echó para atrás, pensé que eso no era una discusión abierta en absoluto; esto iba a ser una discusión sobre investigación en células madre adultas, y los que trabajaran con células madre embrionarias iban a ser los malos”, apuntó.

Daley también indicó que aunque él y otros asistentes recibieron peticiones para boicotear la conferencia, “nuestro sentimiento colectivo era que sería mejor comprometerse en la discusión del tema que evitarla”.

Monseñor Jacques Suaudeau, de la Academia Pontificia Para la Vida, denominó la cancelación “un triste hecho” en un e-mail a la revista médica Nature, y dijo que los invitados pronto recibirían una explicación oficial. “No puedo hablar hasta que la carta con la explicación se haya dado. Todo lo que puedo decir es que hasta el pasado viernes, el congreso seguía programado y pensábamos que el programa, tal como era, valía la pena”.

La conferencia iba a concluir con una charla de dos horas del Papa Benedicto XVI.