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En Estados Unidos, han utilizado pegamento quirúrgico, tipo 'SuperGlue', para salvar la vida a una niña de apenas tres semanas



Médicos del Hospital Universitario de Kansas City, en Estados Unidos, han utilizado pegamento quirúrgico, tipo ‘SuperGlue’, para salvar la vida a una niña de apenas tres semanas de vida que padecía un aneurisma cerebral que ya le había provocado dos hemorragias.

El neurocirujano endovascular que lideró la intervención, Koji Ebersole, reconoce que probablemente sea la primera vez que se usa un pegamento cuyo compuesto es “literalmente igual” al que se vende en las tiendas para tratar un aneurisma –una dilatación de la pared de los vasos sanguíneos generando un acúmulo de sangre– en un recién nacido.

El daño que sufría Ashlyn es bastante inusual en neonatos y, de hecho,desde 1949 sólo hay en la literatura médica 17 casos registrados de hemorragia cerebral en bebés menores de cuatro semanas.

Según han explicado, aunque los aneurismas son tratados con una intervención en el cerebro abriendo el cráneo, en el caso de esta niña, de nombre Ashlyn Julian, debido a la hemorragia que había sufrido la intervención suponía un riesgo para su vida.

El tratamiento comenzó el miércoles después de la segunda hemorragia y durante la intervención Ebersole y su equipo introdujeron un pequeño catéter del tamaño de la mina de un lápiz en un vaso sanguíneo de la ingle derecha de la pequeña.

El microcatéter fue conducido desde la ingle hasta el cuello y de allí al cerebro donde se encontraba el aneurisma y, posteriormente, depositaron una porción de pegamento esterilizado en el vaso sanguíneo afectado. El adhesivo secó en segundos, sellando la pared del vaso sanguíneo. Todo el acto quirúrgico se llevó a cabo en menos de 45 minutos.

Los cirujanos confían ahora en que la niña, que está en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital, se recupere sin problemas a pesar de que su cerebro está todavía desarrollándose.

“No puedo expresar lo increíblemente afortunados que somos”, ha declarado la madre de Ashlyn, Gina Julian. “Ahora puedo respirar por primera vez en semanas“.

Ashlyn nació sin complicaciones el 16 de mayo. A las pocas semanas de estar en su casa, los padres comenzaron a notar que algo iba mal pues la niña no paraba de vomitar.

Tras una resonancia magnética se detectó un aneurisma del tamaño de una aceituna, algo extremadamente raro en niños ya que estos problemas se suelen desarrollar muchos años más tarde. De hecho, se desconoce la causa que origina este tipo de aneurismas. Por este motivo, ni siquiera hay herramientas pediátricas para el procedimiento quirúrgico.

Aunque durante los próximos seis meses los médicos seguirán evaluando a la pequeña, Ebersole cree que “va a tener una vida perfectamente normal“.