Skip to content

Infertilidad: “Creí que no sería feliz sin ser madre”



Marian Cisterna, ha hecho de su problema de fertilidad y de su no maternidad una fortaleza desde la que ayudar a otras mujeres en reproducción asistida

Mi historia comienza ¡En 2009! Te lo estoy diciendo y me parece mentira. Fue en el viaje de novios que nos pusimos manos a la obra para intentar ser padres. Seis meses después ya estábamos haciéndonos pruebas porque no nos “embarazábamos” y tras pruebas, analíticas y consultas (muchas consultas) nos derivaron a #reproducciónasistida. En 2012 íbamos a empezar el primer tratamiento pero me diagnosticaron Esclerosis Múltiple y los médicos nos aconsejaron posponerlo hasta hacer más pruebas… finalmente, tras todo aquello en 2013 pasamos por dos ICSI, en la segunda me quedé embarazada pero perdí el bebé a los tres meses de gestación.

De todo aquello, salió una Marian en 2.0, un libro y una Asociación (¡Grupo de Apoyo Hello!) que ayuda a personas que atraviesan un proceso de infertilidad y que a día de hoy tiene nueve delegaciones en toda España y más de tres mil inscritos.

¿Qué lo para? ¡Nada! No me para nada… ja ja ja. He aprendido a que cada vez que caigo, flexiono las rodillas y me doy impulso para seguir hacia adelante.

¿Cómo te sentiste? En aquella época descubrí el lado más oscuro y triste que mi corazón podía darme. Creí que nunca volvería a ser la misma, que no me repondría de tanto obstáculo y que sería incapaz de tener una vida feliz si no era madre. No podía estar más equivocada… realmente, no he vuelto a ser la misma, porque con todos los pedazos que estallaron por los aires me reconstruí y aparecí ante mí con una mente más abierta, despierta y emprendedora. No tenía ni idea de que fuera tan fuerte y luchadora. Y oye, me lo digo a menudo… ¡porque yo lo valgo! Ja ja

¿Qué decides? En aquel momento y en los siguientes (la vida es una continua carrera de obstáculos) decido que me permito días de bajón, en los que no me apetece nada más que compadecerme de mí misma para luego dar paso a los días de reflexión, en los que analizo lo que tengo, lo que puedo hacer y lo que me produce felicidad y satisfacción.

¿Cómo sigues? Emprendiendo. Constantemente. Cuando no es en el ámbito profesional, sigo cultivando el personal: aprendiendo, reciclando ideas antiguas por nuevas y sobre todo… sobre todas las cosas… disfrutando de lo que la vida me regala, de los míos, de mi gente… de las cosas bonitas que residen en lo más pequeño. Todo lo que me ha ocurrido me ha ayudado a “renacer” a disfrutar a tope del presente para poder labrarme un futuro más optimista.

¿Qué aprendiste? Todo esto. Que no es poco.

¿Dónde estás? En un momento de siembra. He tenido que parar por motivos de salud (estoy con un nuevo tratamiento para la esclerosis múltiple que me ha obligado a disminuir un poco el ritmo de trabajo) así que he aprovechado para poner otros proyectos en marcha a los que puedo dedicarme de manera más serena. El truco está en seguir creando (y creyendo)… gracias a mi parte más creativa me siento vibrar todos los días.

¿Hacía dónde vas? Hacia sueños nuevos. Manteniendo lo que ya he creado, pero dejándome llevar hacia una nueva etapa. Posiblemente unos le llamen “pasar página”, yo prefiero decir que estoy en constante crecimiento, cómo un edificio que se remodela, se actualiza, se moderniza o se adapta a los tiempos. Creo que todos deberíamos estar en continuo crecimiento. La vida te regala muchas cosas cuando te lo planteas así.

Rosa Maestro @rmaestrom @Masola_Org