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Las 5 etapas de la vida fértil de la mujer



Desde Institut Marquès queremos celebrar el día de la mujer (08/03/2017) analizando la evolución de la vida fértil femenina. Esta etapa dura menos de 30 años, y estas son las tres décadas en que las mujeres que pueden ser madres. A partir de los 14 la mayoría de mujeres ya han empezado a ovular y a partir de los 44 las posibilidades biológicas de ser madre son muy bajas. Esto no significa que sea imposible quedarse embarazada a partir de esta edad (en los últimos meses hemos conocido dos casos de mujeres en edad avanzada que han tenido hijos que por diferentes razones se han convertido en protagonistas en los medios), pero sí que la probabilidad de éxito es mucho menor.

La época fértil femenina la podemos dividir en 5 etapas que, como hemos comentado, podemos fijar como inicio a los 14 años. El organismo de cada niña evoluciona a un ritmo diferente, pero a esta edad la mayoría ya han vivido la primera menstruación, momento en el que empiezan a ovular.

Después de 7 años, la mujer inicia su etapa más fértil, en la que el organismo está en mejores condiciones para quedarse embarazada. Esta segunda fase dura hasta los 30, cuando la fertilidad empieza a decaer y poco a poco, con el paso de los años, cada vez es más complicado conseguir ser madre debido a la evolución biológica del organismo.

En la sociedad que vivimos actualmente, durante esta etapa de 9 años el hecho de ser madre no se encuentra entre las prioridades de la mayoría de las mujeres. Es una etapa en la que las mujeres se encuentran en plena formación académica y posteriormente iniciando su camino laboral, con unas preferencias sociales lejos de las responsabilidades que implica formar una familia. Así, sin darse cuenta, a menudo se encuentran que cuando empiezan a valorar la opción de quedarse embarazada, las dificultades aumentan debido a la progresiva disminución de la fertilidad con el paso de los años.

Es por este motivo que desde Institut Marquès ofrecemos la posibilidad de que las mujeres vitrifiquen sus óvulos. Así, cuando sientan que es el momento de iniciar el camino de intentar quedarse embarazada puedan contar con unos óvulos de la calidad de su etapa de máxima fertilidad y estando ellas en su etapa de mayor madurez personal. En España ya se ha conseguido el nacimiento de varios niños con este procedimiento, que ofrece unas tasas de embarazo similares a las que se obtienen con óvulos en fresco.

Este proceso consiste en una solidificación celular a bajas temperaturas y en poco tiempo, sin que haya formación de hielo. Para lograrlo se utilizan grandes cantidades de crioprotectores celulares que evitan la rotura de las membranas celulares. Al cabo del tiempo, en el momento en el que se decida buscar el embarazo, se procede a la descongelación de los ovocitos y posterior inseminación. Los embriones se transfieren dos o tres días más tarde sin necesidad de someter a la mujer a tratamientos hormonales.

A los 37 años la fertilidad de la mujer decrece aceleradamente hasta los 44, edad en la que las posibilidades biológicas de ser madres son muy bajas. A partir de esta edad siempre se recomienda evaluar la reserva ovárica realizando una ecografía transvaginal durante los primeros días de ciclo, con recuento de Folículos Antrales (RFA), y una determinación analítica de la Hormona Antimuleriana (AMH), que se puede realizar en cualquier momento del ciclo ovárico. Otros parámetros analíticos a tener en cuenta son las hormonas basales (FSH, LH y estradiol) realizadas en el segundo o tercer día de la menstruación. En definitiva se trata de prepararse para la maternidad, especialmente cuando la decisión se toma a una edad más avanzada.