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Persiste el debate sobre el examen de tiroides a embarazadas en EEUU



Los exámenes que se efectúan a las mujeres embarazadas tienden a centrarse en la cintura, pero aumenta el debate en torno a cuáles de ellas también debería revisárseles una glándula situada en el cuello.

Según numerosos estudios efectuados desde 1999, una tiroides con hipofunción puede aumentar el riesgo de aborto en la mujer, causar un nacimiento prematuro o disminuir el cociente intelectual del bebé, aun cuando la afección sea tan benigna que la paciente no sienta los síntomas.

El problema es que aunque en los casos graves se administran hormonas, hay poca evidencia a la fecha de un beneficio en los casos benignos atendidos. Por esta razón, existe una variación amplia en cuanto a las indicaciones sobre la elección de las pacientes a las que debe revisarse la tiroides.

De acuerdo con un análisis efectuado a los exámenes prenatales realizados por uno de los laboratorios médicos más grandes del país, casi un cuarto de las mujeres embarazadas son sometidas a exámenes de tiroides, mediante exámenes de sangre, presenten o no síntomas.

Los investigadores en Queset Diagnostics examinaron los expedientes de medio millón de mujeres encintas.

De las que fueron sometidas al examen, 15%, una cifra mayor a la prevista, tenían tiroides con hipofunción.

La cifra quintuplica los cálculos previos, en parte debido al cambio reciente en el método para diagnosticar la afección, de acuerdo con el estudio que difundió la publicación Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism.

La vasta mayoría de esas mujeres se encontraba en la zona gris, con casos benignos en los que era imposible saber con certeza si el diagnóstico fue útil o si representó un gasto de dinero en exámenes y medicación para la tiroides.

Las conclusiones aumentan la necesidad de que la ciencia ya zanje esta controversia de largo plazo

“Carecemos todavía de las respuestas correctas”, dijo la doctora Elizabeth Pearce, una prominente endocrinóloga del Centro Médico de Boston, donde según un sondeo reciente, se efectúan de manera generalizada exámenes de tiroides a mujeres encintas.

Los obstetras parecen más cautelosos

“Existen estudios para ambos lados de la balanza”, dijo la doctora Dena Goffman, del Centro Médico Montefiore, que efectúa exámenes sólo a mujeres en alto riesgo. “Si no se sabe qué hacer con los resultados, quizá no deben ordenarse los exámenes”, agregó.

La tiroides es una glándula pequeña en forma de corbata de moño que está alojada en la mitad frontal del cuello. Aunque parece insignificante, la tiroides es de suma importancia para la buena salud de las personas.

La tiroides produce hormonas que regulan el metabolismo y pueden afectar casi todos los tipos de tejidos del organismo. Si una tiroides tiene una disfunción grave, puede propiciar un ataque al corazón, osteoporosis e infertilidad.

Una tiroides hiperactiva —afección llamada hipertiroidismo— acelera el metabolismo y causa síntomas como pérdida de peso, nerviosismo, ansiedad, aumento de las palpitaciones y problemas de visión.

El hipotiroidismo, o tiroides hipoactiva, es el problema más común. Lentifica el metabolismo y causa problemas como fatiga, aumento de peso, depresión, estreñimiento y piel seca. Puede propiciar altos niveles de colesterol, según los Institutos Nacionales de Salud.