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PRESERVACIÓN DE LA FERTILIDAD, MIRANDO HACIA EL FUTURO



IMFER, primer centro autorizado en realizar la vitrificación de óvulos en Murcia, apuesta por una técnica que permite parar el reloj biológico

Mujeres de 30 a 35 años que en un futuro se plantean ser madres pero que en la actualidad, por diversos motivos, deciden que no es el momento. Esta es la realidad de muchísimas mujeres en España, un escenario que podría resultar estresante a medida que se van cumpliendo años pero que en la actualidad, gracias a las técnicas de fertilidad, ganar la batalla al tiempo ya no es un imposible. El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer y es la fecha perfecta para recordar aquellas técnicas que han permitido que las féminas puedan tener un mayor desarrollo y poder de decisión. Una de las que ha ayudado a avanzar en este sentido es la vitrificación, esto es, la extracción y congelación de óvulos. Tal y como apunta el Instituto Murciano de Fertilidad, primer centro de la región autorizado para efectuar este tratamiento, en su origen la vitrificación tenía la finalidad de congelar los óvulos de aquellas mujeres que se someterían a tratamientos médicos que podían mermar su fertilidad. Con la vitrificación se conservaban estos óvulos intactos para que, una vez superada la enfermedad, pudieran ser fecundados e implantados. Hoy esta técnica se hace extensiva a más pacientes. Desde hace unos años también se vitrifican los óvulos de mujeres que,  por motivos laborales o personales, no quieren ser madres en la actualidad pero que más adelante podrían planteárselo.

El Instituto Murciano de Fertilidad, IMFER, apunta que este tratamiento cada vez está teniendo más acogida entre las mujeres de la región. Son muchas las mujeres que sienten que no quieren ser madres inmediatamente, pero les da miedo que al retrasar mucho la maternidad puedan tener dificultades a la hora de quedarse embarazadas en un futuro. Lo ideal es realizar la vitrificación antes de los 35 años ya que al congelar los óvulos éstos mantendrán su edad genética, aumentando así las posibilidades de fecundación a pesar de que la madre haya cumplido más edad.

El tratamiento es muy sencillo e indoloro. IMFER señala que es similar a lo que se realizaría en la primera etapa de la fecundación in vitro. Habría una fase inicial en la que con medicación se estimularía la generación de óvulos y, a continuación, se extraerían mediante punción para conservarlos en nitrógeno líquido a una temperatura de -196ºC. Más adelante, cuando la futura madre lo crea conveniente, el óvulo se descongelará y se inseminará con el semen de una pareja o de un donante. Transcurridos de 3 a 5 días, el embrión se implantará en el útero con el objetivo de cumplir el sueño de ser madres en el momento adecuado.

En el Día Internacional de la Mujer merecen un reconocimiento especial aquellas técnicas y tratamientos que permiten que las mujeres puedan decidir libremente sobre su futuro y circunstancias. Que el tiempo no trunque los sueños.