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Un 12% de la infertilidad primaria es consecuencia de problemas de peso



Una dieta extremadamente exigente y la práctica de deporte extremo causan en el cuerpo grandes desajustes hormonales. La capacidad reproductiva de hombres y mujeres se ve perjudicada llegando incluso a provocar amenorrea y en última instancia, infertilidad. Con la llegada de la ‘Operación Bikini’, aflora el seguimiento de dietas con escaso aporte de nutrientes y un balance energético negativo generado por el deporte extremo. En el marco del Mes Internacional de la Fertilidad y la campaña “Cuida tu fertilidad”, impulsada por la Clínica Ginefiv para concienciar sobre la necesidad de cuidar la salud reproductiva, los expertos advierten sobre la incidencia negativa de estas dietas en la preservación de la fertilidad.   

El Mes Internacional del Cuidado de la Fertilidad, que se celebra en todo el mundo durante el mes de junio, es una iniciativa promovida por la American Fertility Association (AFA), que tiene como propósito sensibilizar a las mujeres sobre la importancia del cuidado de la fertilidad desde la juventud. En esta ocasión, Ginefiv quiere ir más allá y poner el foco en la necesidad de cuidar la fertilidad a través de la alimentación y el deporte.

“El objetivo de la ‘Operación Bikini’ consiste en perder el máximo número de kilos en el menor tiempo posible, pero hay que ser conscientes de que los problemas con el peso corporal tienen importantes implicaciones en las posibilidades reproductivas de una pareja”, explica la Dra. Victoria Verdú, coordinadora de ginecología de la Clínica Ginefiv. Y es que se estima que el 12% de la infertilidad primaria es consecuencia de problemas de peso, según datos la clínica Ginefiv.

Una alimentación equilibrada y completa, que se refleje en un peso corporal saludable, es muy influyente sobre la fertilidad. La grasa corporal ejerce un efecto en la producción de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) que es esencial tanto para la ovulación como para la producción espermática en los hombres. Una pérdida drástica de peso corporal, de entre el 10 y el 15% de la masa corporal, puede disminuir los niveles normales de GnRH, pudiendo provocar una ovulación irregular e incluso una interrupción de la misma causando amenorrea1. De la misma forma, la disminución de los niveles de GnRH también puede afectar la disponibilidad del revestimiento uterino para permitir que el embrión pueda implantarse en él.

Junto a una dieta sana y equilibrada, el deporte practicado de forma moderada y responsable es fundamental para preservar la fertilidad de forma óptima. No obstante, el sistema reproductivo es muy sensible a los trastornos que se producen en el cuerpo debido al seguimiento de una dieta muy restrictiva e hipocalórica y a la práctica de deporte en exceso. “Estos cambios son interpretados por el hipotálamo como una situación de estrés excesivo y repercute en el desarrollo normal de las funciones reproductivas pudiendo llegar a producir amenorrea y en última instancia infertilidad”, explica la Dra. Verdú. 

Para mantener una salud reproductiva óptima será imprescindible seguir una dieta equilibrada y saludable, practicar deporte y evitar el consumo de sustancias nocivas. Bajo el hashtag #Cuidatufertilidad, los expertos médicos de Ginefiv ofrecen cada día, durante el mes de junio, consejos prácticos para que la población tenga información de primera mano sobre qué hábitos mejoran la fertilidad y cuáles afectan negativamente.