Hoy vamos a necesitar unas buenas gafas de lectura para no perdernos nada de este libro imprescindible para estar al día sobre la infertilidad.
Destacamos:
• Un libro cercano, con una historia real que genera empatía y da fuerzas a los que se enfrentan a la infertilidad.
• Acerca al lector al mundo de la infertilidad y de los tratamientos de reproducción asistida. El libro abarca desde la inseminación artificial hasta la ovodonación.
• Muestra cómo es necesario adaptarse constantemente a nuevas situaciones y las estrategias para gestionar la “montaña rusa de emociones” y al mismo tiempo seguir adelante en el día a día con el trabajo, las preocupaciones económicas, la soledad…
• El libro incluye un glosario final donde poder consultar y profundizar en los conceptos y aspectos más técnicos.
Sinopsis
Se supone que si eres joven, sana y quieres ser madre te resultará fácil quedarte embarazada. Pensamos en los hijos que tendremos, a qué edad nos gustaría ser madre… parece todo muy fácil y natural. Pero, a veces, conseguir un embarazo y que llegue a buen término no es tan fácil y natural como solemos pensar.
Cuando las cosas se complican comenzamos a transitar por un camino arduo y desconocido. Hay que adaptarse a nuevas opciones que ni se nos habían pasado por la cabeza, enfrentar miedos, impotencia, dolor, dudas… Prejuicios que solemos pensar superados en torno a la infertilidad, a nuestra capacidad para concebir, miedo y vergüenza a explicar lo que nos está pasando se nos hacen presentes.
“Plantando cara a la infertilidad” es un testimonio valiente, en primera persona, que aporta a las mujeres que están afrontando un tratamiento de reproducción asistida una historia real con la que se sienten identificadas. Un libro que les proporciona fuerza y ánimo para continuar. Y aquellos que tienen seres queridos que sufren la infertilidad, encontrarán un relato que les ayudará a comprender mejor lo que estas personas están viviendo.
Autora
Laura Puerto Martín (Teruel, 1982) es madre de dos niños concebidos gra cias a técnicas de reproducción asistida. Es ingeniera técnica y forma parte del equipo tecnológico de Térvalis Desarrollo. También es miembro de la Asociación Red Nacional de Infértiles.
¿Influye en la calidad del embrión que se obtengan más o menos ovocitos tras una punción ovárica?
Esa pregunta se la ha hecho un equipo de estudio de Instituto Bernabeu de los departamentos de Embriología de las clínicas de Alicante y Albacete y del laboratorio genético Biotech que ha estudiado los resultados obtenidos en cerca de 400 ciclos de Fecundación in Vitro (FIV) e inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI). La investigación se ha presentado en formato poster al congreso de la Asociación para el Estudio de la Biología de la Reproducción (ASEBIR) que reúne a los mayores expertos mundiales. El estudio parte de la relación que existe entre el número de ovocitos obtenidos tras una punción ovárica y los resultados finales de un ciclo FIV.
Las pacientes contaban con una edad médica de 36,6 años y las muestras seminales pertenecían a hombres con un semen normal (normozoospérmicos).
El objetivo de la investigación fue conocer, según el número de óvulos obtenidos, la calidad de los blastocistos y el número de embriones aptos para la transferencia o vitrificación de clase A o B (la más alta según los criterios ASEBIR).
Tras el análisis de las distintas variables, los investigadores han concluido que, a mayor número de ovocitos recuperados, menor es el porcentaje de embrión útil. De ahí que la recomendación que realizan es ajustar la dosis de gonadotropinas de las pacientes para evitar obtener un alto número de ovocitos sin obtener a su vez un mayor rendimiento embrionario.
Esta hierba, oriunda de Texas y la Florida, es considerada beneficiosa para potenciar la capacidad sexual masculina y es excelente para tu sistema reproductivo.
También es un buen tónico afrodisíaco para los hombres y ha sido tradicionalmente usada en el tratamiento de impotencia y problemas de próstata.
Se dice que puede ayudar a las mujeres con altos niveles de andrógenos (hormonas masculinas) o que sufren el Sindrome de Ovarios Poliquísticos (SOP), al igual que para quienes tienen trastornos relacionados con el acné y vello excesivo.
Al igual que el dong quay, esta hierba puede, en algunos casos, aumentar el tamaño de las mamas, efecto secundario que no siempre resulta preocupante.
Su ingrediente activo sigue siendo un misterio, algunos estudios europeos suponen que es capaz de contrarrestar el exceso de testosterona en las mujeres.
La Ornitina, que no es un aminoácido frecuente, es un precursor de la arginina y posee muchos de los mismos beneficios.
Un estudio encontró que tomar entre 5 y 10 gr. con el estómago vacío antes de dormir, provoca que la secreción de la hormona de crecimiento se duplique de la noche a la mañana.
La Ornitina también ayuda al sistema inmunolólogico, regenera el hígado y está involucrada en mantener y reparar tejido epitelial.
Deriva de la ruptura del aminoácido arginina y puede ser hallada en forma de suplemento.
Una de cada tres parejas abandona el tratamiento de fertilidad por la angustia que genera el proceso
La búsqueda de un bebé a través de técnicas de reproducción asistida puede generar ansiedad y angustia en las parejas. Es por ello que la posibilidad de que abandonen el proceso es alta.
El tema fue abordado recientemente en las 23º Jornadas Concebir, organizadas por el grupo de igual nombre, que se dedica al apoyo de personas con problemas de reproducción.
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“El manejo de las emociones es un punto crítico en el camino que recorren las personas a las que les cuesta concebir un hijo”, señaló al respecto Gisela de Antón, presidente de la Asociación Concebir. “Todavía hay mitos que erradicar y falta información, lo que hace que se desatiendan cuestiones esenciales como, por ejemplo, saber que la edad es uno de los factores más determinantes de las posibilidades de lograr un embarazo”, añadió. Y completó: “Además, ante la realización de tratamientos, sin información clara, se pueden generar expectativas desmedidas y después la realidad puede ser dura”.
Stella Lancuba, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMeR), sostuvo que estudios recientes de la Universidad de California muestran que el 56% de las mujeres y el 32% de los hombres que hacen un tratamiento de fertilidad desarrollan depresión o angustia. “En tanto, el 66% de los pacientes, de ambos sexos, presentan elevados niveles de ansiedad”, precisó.
“Cuando un tratamiento fracasa, los sentimientos ante las dificultades para lograr un embarazo son similares cuando un tratamiento fracasa a la angustia, la depresión o el estrés que provoca el cáncer”, describió.
Afirmó que la ansiedad aumenta en los tratamientos lo que hace que muchas veces las personas no sigan las pautas terapéuticas. “Hoy sabemos que uno de cada tres pacientes en tratamiento de fertilidad asistida lo abandona por el estrés y la congoja emocional que éste le produce”, agregó Lancuba.
De Antón aseveró que hay factores que contribuyen a atravesar esta situación. “La información clara y una buena relación con el equipo médico, encabezado por el especialista en fertilidad, ayuda a manejar las emociones y a avanzar en los tratamientos”, apuntó. “También colabora con acortar la brecha que existe muchas veces entre las expectativas de los pacientes y la realidad”, añadió.
Afirmó, además, que aún hay falencias en materia de detección precoz y derivación oportuna. “Faltan campañas de prevención, tanto para hombres como para mujeres. Todavía es difícil que el ginecólogo derive a la paciente a un especialista en salud reproductiva cuando esta lleva un tiempo buscando el embarazo o que en los chequeos anuales se pidan exámenes para conocer el estado de la fertilidad, tanto femenina como masculina”
La contaminación también impacta en la reproducción asistida. La polución no solo está detrás de dolencias respiratorias y cardiovasculares, sino que también desempeña un papel en los resultados de la fecundación in vitro. Según un estudio del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) de Barcelona, las mujeres que se someten a estos tratamientos y están expuestas a altos niveles de contaminación tienen un 25% más de riesgo de no lograr un embarazo. La probabilidad de un aborto espontáneo también aumenta un 40%.
Hace tiempo que se conoce el impacto de la contaminación en la fertilidad. La exposición a las partículas contaminantes reduce la calidad del semen y aumenta el riesgo de abortos espontáneos, señala el doctor Miguel Ángel Checa, jefe del Grupo de Investigación en Infertilidad de Barcelona del IMIM. “Ya había estudios retrospectivos, pero nosotros queríamos ver qué pasa en un colectivo vulnerable, como es la gente con problemas de fertilidad que se somete a fecundación in vitro”, apunta el investigador, que ha presentado el estudio en Simposio Internacional sobre Estilo de Vida y Fertilidad, celebrado este viernes en el Parc de Recerca Biomèdica de Barcelona.
Los científicos reclutaron unas 200 pacientes que vivían en Barcelona. “Cuando venían a hacer la fecundación in vitro, les preguntábamos si querían participar y hacíamos estudios previos para descartar factores que pudiesen influir en la evolución del tratamiento”, explica Checa. Los investigadores tuvieron en cuenta, a través de unos medidores dispersos por la ciudad, los niveles de contaminantes atmosféricos 15 días antes de la implantación, 3 días antes, el mismo día y 7 días después.
La medición se centró en el NO2 y las partículas en suspensión, procedentes del tráfico rodado. El análisis previo de la población basal ya apuntó que la exposición media de las mujeres superaba las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. “Su exposición estaba por encima de los valores todos los días en Barcelona”, apostilla el investigador.
Los científicos analizaron 486 transferencias embrionarias. De ellas, 215 terminaron en gestación, aunque solo la mitad evolucionó en un embarazo. “Encontramos que la exposición a altos índices partículas en suspensión (PM2,5) aumenta un 25% el riesgo de que no se quede embarazada y un 40% el riesgo de aborto espontáneo”, asegura Checa. El elevada probabilidad de aborto, matiza el facultativo, responde a que se trata de un riesgo relativo, esto es, al compararlo con una población, de entrada, vulnerable, como las mujeres sometidas a una fecundación in vitro (aunque no estén expuestas a altos índices de polución). En este colectivo, el riesgo de aborto es del 10%, aunque puede alcanzar el 40%, dependiendo de la edad a la que se inicie el tratamiento.
Según el estudio, son los índices elevados de partículas en suspensión durante los tres días previos a la transferencia de embriones y el día de su realización los que impactan directamente en el mayor riesgo de aborto o de no lograr la gestación.
Los investigadores apuestan por incidir en políticas de regulación y organización del tráfico para combatir los efectos de la contaminación en la salud. “No solo nos estamos muriendo por enfermedades respiratorias. Nuestro sistema reproductivo también está afectado”, advierte el investigador. Los firmantes del estudio, cuyos resultados forman parte de la tesis doctoral de la doctora Mireia González, prevén publicar el hallazgo también en una revista científica.
