Recordamos que el ácido fólico es el nutriente estrella debido a su propiedad de controlar las células.
Es así como el ácido fólico asegura la formación genética apropiada del óvulo y del espermatozoide.
El ácido fólico ayuda a prevenir defectos en el tubo neural de los bebés.
Es fundamental tomar ácido fólico antes de que quede embarazada, ya que la mayoria de los defectos congénitos ocurren durante el principio del embarazo.
Lo ideal es que se tome por lo menos un mes antes de la fecha prevista a la concepcion y se continue los primeros tres meses del embarazo, ya que es un factor determinante en la genética del embrión.
El ácido fólico es esencial para la producción de los materiales genéticos ADN y ácido ribonucleico (ARN), y trabaja mejor cuando se toma con vitamina B12.
Los alimentos de la fertilidad que contiene ácido fólico: espárragos, cebada, salvado, lavadura de cerveza, arroz marrón, dátiles, verduras de hoja verde, legumbres, lentejas, setas, naranjas y granos integrales.
Sam y Lucy Bell son un matrimonio que parece tenerlo todo en la vida: son guapos, tienen carreras profesionales llenas de éxitos y una excitante vida amorosa. Lo único que les falta es lo que más quieren: un bebé. Lo intentarán todo para conseguirlo: música New Age, acupuntura, creatividad en la cama… pero todo esto lo único que consigue es estresarles más y aumentar sus ritmos cardíacos.
Los calendarios de ovulación pronto acabarán con la espontaneidad y acabarán en manos de profesionales médicos. A su vez, Sam empezará a detestar su trabajo y se decide a escribir un guión teatral, pero le invadirá el bloqueo. Gracias a su amiga hippie Druscilla, Sam se inspirará y escribirá una comedia basada en una pareja que busca un bebé, lo cual horroriza a Lucy, prohibiéndole contar la historia que están atravesando en el guión.
Esta experiencia pondrá su amor a prueba, en un filme con grandes figuras de la comedia británica de la talla de Joely Richardson (Los Tudor, Nip/Tuck), Hugh Laurie (House), Rowan Atkinson (Mr. Bean) y Emma Thompson (Sentido y Sensibilidad, Love Actually), entre otros.
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La vitamina E es conocida como la <>, es fundamental para la producción balanceada de hormonas.
Es un poderoso antioxidante que ayuda a retrasar el proceso de envejecimiento en general y para incrementar la cantidad de espermatozoides.
Los hombres no deberían dejar de tomar la vitamina E, ya que se ha comprobado que hace que el esperma se más fértil y tenga más capacidad para penetrar el óvulo (se reduce la fragmentación de DNA)
La vitamina E está recomendada para parejas con infertilidad sin causa justificada ya que las investigaciones realizadas han mostrado que el suministro de esta vitamina, tanto al hombre como a la mujer, provoca un significativo incremento de la fertilidad.
También hay estudios en los que se ha visto que es muy beneficiosas para mujeres que padecen endometriosis ya que ayuda a mejor parte de la sintomatología.
La mejor manera de ingerir Vitamina E en la dieta diaria, es tomando aceite de girasol. Otros alimentos que tienen vitamina E son: arroz marrón, algas dulces, verdura de hoja verde oscura, legumbres, nueces, semillas de sésamo, batatas y aceites vegetales. Otras fuentes: huevos, pescados somo el atún, saridnas, caballa y sálmon.
Según los datos de Registro de la Sociedad Española de Fertilidad, publicados el pasado mes de Octubre, el 9 por ciento de los nacimientos en España son fruto de técnicas de reproducción asistidas. Un dato que responde a diferentes cuestiones, pero que en gran parte se relaciona con el aumento de la edad de reproducción de los españoles.
En este sentido, Gedeon Richter, con motivo de la Semana Europea de la Fertilidad, ha puesto en marcha una campaña a nivel europeo para insistir a las mujeres en que su reserva ovárica desciende drásticamente a partir de los 35 años, dato que sigue sin ser conocido por una gran parte de las mismas. Igualmente, informan de que partir de los 42 años, la tasa de éxito de un tratamiento de fertilidad, se reduce a menos del 5 por ciento.
En palabras de Mario Gómez, director de la Unidad de Negocio de Fertilidad de Gedeon Richter, “el auge de las mujeres que desean preservar la fertilidad es común a todos los países de Europa, si bien en España la edad de las madres para tener su primer hijo ya supera los 31 años y lidera el ranking de madres primerizas con 40 años o más en la Unión Europea. Por lo tanto la preservación de la fertilidad se convierte en una alternativa para programar la maternidad pero es necesario apostar por unas políticas sociales y fiscales que ayuden a fomentar la natalidad y a edades más tempranas”.
Congelar para evitar la donación de óvulos
Ante estas cifras, la tendencia de los especialistas hoy en día es hacer especial hincapié en los tratamientos que se pueden considerar preventivos, como la congelación de óvulos. A este respecto, Juan Antonio García Velasco, director de IVI Madrid, expone que resulta fundamental separar el envejecimiento de los ovarios de la reproducción. “Es decir, si congelamos los óvulos de jóvenes, podremos tener hijos a edades más avanzadas sin recurrir a una donación, sino a una auto-donación”, concluye el experto.
Para defender este concepto, los expertos en fertilidad también ofrecen otros datos importantes a tener en cuenta. Así, datos como los presentados por Rosenwaks confirman como el aumento de la edad materna condiciona también un aumento de perdidas fetales (4,95 por ciento en mujeres de < 30 años, frente a un 21,3 por ciento cuando se superan los 40 años). Igualmente, lo más relevante de las pérdidas fetales en mujeres de 40 años o más, es que el 91,3 por ciento se deben a anomalías cromosómicas.
Vivimos en una sociedad en la que cada vez son más las personas que necesitan recurrir a una técnica de reproducción asistida (TRA) para poder ser madres y padres. Dentro de los posibles tratamientos que existen en la actualidad, la inseminación artificial se erige como el más utilizado.
Con esta fotografía de fondo, el Hospital Universitario Rey Juan Carlos, integrado en la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, ha puesto en marcha una Unidad de Inseminación Artificial y de un Laboratorio de Andrología, que tiene por objetivo optimizar y completar la atención que ofrece a sus pacientes.
“Con la creación de esta unidad damos respuesta a la demanda de la paciente de ser atendido por el mismo profesional que ha controlado su ciclo de estimulación. También evitamos desplazamientos a otros centros, reduciendo así el nivel de estrés al que los pacientes se ven sometidos en este tipo de técnicas”, explica la doctora Sara Bartolomé, médico adjunto del Servicio de Obstetricia y Ginecología del hospital.
Se trata de un procedimiento relativamente sencillo, cómodo, rápido y poco invasivo, cuya tasa de embarazo se sitúa en torno al 25%
“Se trata de un procedimiento relativamente sencillo, cómodo, rápido y poco invasivo, cuya tasa de embarazo se sitúa en torno al 25%”, añade Bartolomé. Se trata de una técnica indolora, que no requiere anestesia ni quirófano (como si es el caso de las fecundaciones in vitro) y puede realizarse en la consulta de Ginecología.
Para aumentar las posibilidades de embarazo se requiere una capacitación previa del semen. Es aquí donde entra en juego el Laboratorio de Andrología, formado por un facultativo especialista en Análisis Clínicos formado en técnicas de reproducción asistida y un técnico de Laboratorio de Análisis Clínicos.
“Permite una comunicación más ágil con el personal técnico y facultativo de laboratorio, creando así un equipo multidisciplinar de profesionales enfocados en la mejora de la calidad asistencial de estos pacientes”, declara la doctora Bartolomé.
“En el Hospital Universitario Rey Juan Carlos ofrecemos una pronta atención desde que los pacientes consultan por esterilidad en Atención Primaria, y una vez establecido el diagnóstico, evitamos tiempos de espera en la realización de la inseminación artificial”, añade.
Estamos ante el primer paso del hospital para ampliar su Unidad de Reproducción Asistida. “Nuestro objetivo final es poder completarla con la incorporación de un Laboratorio de Embriología”, concluye la especialista.
El centro de reproducción asistida Institut Marquès de Barcelona ha comenzado a prescribir clases de sexo y erotismo a algunas parejas que ansían tener hijos y se toman las relaciones sexuales como una tarea y, muchas veces, les genera ansiedad, lo que reduce las posibilidades del embarazo.
Según ha explicado la directora del Institut Marquès, Isabel López-Teijón, “cuando el embarazo no llega, la pareja tiende a disminuir el deseo y la frecuencia de las relaciones sexuales, algo que resulta contraproducente”.
“Los deseos de conseguir un embarazo a toda costa provocan que, a menudo, muchas parejas orienten sus relaciones sexuales exclusivamente hacia ese objetivo, convirtiéndolas en actos rutinarios y monótonos”, ha añadido López-Teijón, quien ha recordado que “desde un punto de vista médico, es aconsejable mantener una vida sexual activa, sana y satisfactoria para incrementar las posibilidades de embarazo”.
Por este motivo, el Institut Marqués ha puesto a disposición de todas las parejas que estén buscando un hijo la posibilidad de asistir a un novedoso taller: clases de sexo y erotismo para parejas que persiguen un embarazo.
Se trata de talleres de dos horas de duración que son impartidos por profesionales de la empresa Sex Academy, expertos en sexología, terapia sexual y de pareja.
Su objetivo es proporcionar recetas para conectar con el placer si el embarazo no llega y recuperar el deseo y la excitación sexual de la pareja.
“Muchas mujeres creen que se van a quedar embarazadas el primer mes, y si no lo consiguen, tanto ellas como sus parejas empiezan a generar ansiedad empeorando la calidad y la cantidad de coitos. Las parejas tienen relaciones con menor frecuencia a medida que aumenta su deseo de embarazo”, según la directora del centro.
Según López-Teijón, los varones que no buscan un embarazo eyaculan, de media, 3,2 veces por semana, disminuye a 2,6 eyaculaciones semanales cuando llevan 1 año intentándolo y se reduce hasta 1,2 cuando el período es de 2 años.
“Por eso, los médicos prescribimos este taller a parejas en las que el sexo se está convirtiendo en una mera tarea. Está demostrado que el grado de excitación sexual masculina incide directamente en la calidad del semen. Ésta también mejora cuando se incrementa el número de eyaculaciones. Y es evidente que mejorar la calidad y la frecuencia de las relaciones incrementa las posibilidades de embarazo”, ha concluido López-Teijón. EFE
