La remolacha contiene vitaminas B y C, además de magnesio, el mineral que favorece la fertilidad.
Mezcladas con una zanahoria y un pepino, se convierte en una formula ideal para purificar las glándulas y órganos al hacer trabajar los riñones.
El manganeso ayuda a mantener la producción.
Un deficiencia en manganeso conduce a una ovulación defectuosa y a una degenaración testicular. En caso de deficiencia aguda, lo que no es frecuente, causa esterilidad.
El Magnesio es un mineral esencial para el desarrollo saludable en el útero del futuro bebé.
Los resultados de una investigación indicaron que las mujeres con bajos niveles de manganeso son más propensas a tener un bebé con defectos congénitos.
Los alimentos para la fertilidad ricos en Manganeso incluyen: alfalfa, aguacate, frutas (arándalo y piña), verduras de hoja verde, nueces y semillas, perejil, algas, espinaca y granos integrales.
Filtrar el agua
Lo ideal es que el suministro de agua de su casa sea filtrada y purificada en el punto de entrada, de tal manera toda el agua que se use estaría libre de metales pesados y contaminantes. Si esta opción no es posible, existen filtros no muy caros que se colocan en el teléfono de la ducha. Si prefieres llenar la bañera, solo debes llenarla con el agua de la ducha. Si el agua no está filtrada, tu piel, el hígado y los riñones deberán hacer el trabajo de filtrado.
Productos de higiene y cosméticos
Mejora la calidad de tus productos de baño y de belleza.
Cualquier componente químico artificial o fragancia que te apliques en el cuerpo a través de la piel, estará entrando a tu flujo sanguíneo y potencialmente, desequilibrando tu equilibrio hormonal.
Sería una buena opción reemplazar todos esos compuestos artificiales que tienen los cosméticos, geles, lociones y cremas de belleza por sus equivalentes orgánicos naturales.
De todas las situaciones estresantes que vivimos en nuestra vida diaria, no hay una que se asemeje a la incertidumbre de estar embarazada. Pero, peor es aún obtener un resultado positivo en una prueba de embarazo.
Obtener una falsa prueba de embarazo es una noticia que te llenar de preocupación o sentir las emociones más hermosas luego que por mucho tiempo hayas esperado convertirte en mamá.
Las pruebas de embarazo tienen un 99 % de exactitud, por lo que en ese pequeño margen de 1 %, puede desencadenar un falso positivo. Por ello, en el siguiente artículo te mencionamos algunas razones por las que ocurre este error en los test de embarazo. ¡Atenta y toma nota!
Hormonas de fertilidad
Las pruebas funcionan al indicar si hay o no una hormona del embarazo llamada gonadotropina coriónica humana (hCG) en la orina. Esto se puede dar luego un tratamiento de reproducción asistida.
La Clínica Mayo indica que si estás en un tratamiento de fertilidad y uno de los medicamentos que usas contiene GCH, lo cual posibilita que la prueba marque un embarazo si ha pasado poco tiempo desde tu última inyección.
Medicamentos
No es común, pero es posible que algunos medicamentos sean responsables de un falso positivo. Esto se puede dar porque las sustancias que contienen las medicinas modifican los procesos del sistema endócrino, el cual se encarga de las hormonas.
De acuerdo con el Centro de Medicina Reproductiva de Texas, algunas que podrían tener este efecto son las que afectan a la tiroides o a la glándula pituitaria, medicamentos para combatir el cáncer y las quimioterapias, así como inmunosupresores.
Tuviste un bebé o un aborto reciente
La presencia de la hormona GCH en el cuerpo de las mujeres disminuye de manera lenta después de dar a luz o de experimentar un aborto. En este caso, el sistema de hospitales OhioHealth explica que esta hormona puede seguir en el organismo incluso seis semanas después de haber estado embarazada.
Embarazo bioquímico
Un caso poco conocido, pero del cual debemos tener conocimiento es un embarazo bioquímico, el cual ocurre cuando el óvulo fertilizado se adhiere al útero, pero este pronto deja de desarrollarse, dando así un falso positivo, explica el Instituto Bernabeu de Medicina Reproductiva.
“El enigma y el drama de la paciente infertil con endometriosis”. Con estas palabras abrió ayer el doctor José Antonio Duque Gallo, Director Médico de la zaragozana Clínica GOBEST, especializada en reproducción asistida, el quinto encuentro que organiza la Fundación Clínica GOBEST bajo el título de “Endometriosis y Reproducción”. A esta cita acudieron numerosos expertos en ginecología y reproducción asistida, quienes abordaron cómo esta enfermedad afecta a la capacidad reproductiva y a la fertilidad de las mujeres.
En palabras del ex Jefe del Servicio de Reproducción del Hospital 12 de Octubre de Madrid y uno de los profesionales de referencia en el campo de la Reproducción Asistida, el doctor José Antonio Ruiz Balda, “en estas pacientes se produce una disminución de la reserva ovárica, especialmente si han sido sometidas a sucesivas cirugías”. Además, indicó que no hay evidencia de que los tratamientos médicos de la endometriosis mejoren la fertilidad en pacientes con esterilidad previa.
Por su parte, el doctor Pedro N. Barri Ragué, Director del Departamento de Obstetricia, Ginecología y Reproducción, USP Institut Universitari Dexeus y pionero en nuestro país en fecundación in vitro (FIV), con el nacimiento de Victoria Anna en Barcelona en 1984 (la primera “bebé probeta” como fue conocida entonces) comentó que la Fecundación In Vitro (FIV) es la técnica de reproducción asistida de elección en mujeres con endometriosis, “a pesar de que se registra una disminución de la tasa de implantación y embarazo por la peor calidad embrionaria en estas pacientes”. Puntualizó también que las mujeres con endometriosis grave que acceden a la donación ovocitaria tras fallos repetidos de FIV tienen las mismas tasas de embarazo que el resto de las pacientes.
Finalmente, el doctor Duque, pionero en técnicas de FIV en Aragón, anunció que Clínica GOBEST se ha equipado con un moderno incubador con sistema time-lapse que incorpora un microscopio con cámara de alta resolución por compartimento que realiza una grabación continua de los embriones hasta el sexto día de desarrollo (periodo de blastocisto), sin necesidad de sacar los embriones del incubador. Este nuevo sistema detecta qué embriones muestran patrones de desarrollo normales y, por tanto, incrementa las posibilidades de implantación/gestación en este tipo de pacientes y en general en todas las indicaciones de FIV, lo que coloca a la citada clínica en la vanguardia de la tecnología.
¿Qué es la endometriosis?
La endometriosis, una de las enfermedades más investigadas en Ginecología, se define como la presencia de tejido endometrial activo (células epiteliales y estroma) fuera de la cavidad uterina, y que generalmente afecta a los órganos pélvicos y al peritoneo. Se trata de una patología crónica y dependiente de los estrógenos, de etiología desconocida y fisiopatología incierta, aunque parece existir una predisposición genética (determinados polimorfismos) y ciertas alteraciones inmunitarias asociadas. Sus síntomas más comunes son el dolor con la regla (dismenorrea), el dolor pélvico crónico y el dolor al coito (dispareunia), sangrado anormal e infertilidad. En algunas pacientes este dolor es incapacitante y les obliga a varias cirugías. Otras mujeres permanecen asintomáticas.
Se calcula que la endometriosis afecta al 10% de las mujeres en edad reproductiva de todos los grupos étnicos y sociales y que puede llegar incluso hasta un 30-50% en mujeres con infertilidad o dolor menstrual. Aproximadamente unos 100 millones de mujeres en el mundo están diagnosticadas de endometriosis. Su carácter multifactorial hace que se trate de una enfermedad extraordinariamente compleja. Se reduce con el embarazo y es muy infrecuente en la menopausia.
Cada vez es mayor el número de parejas con problemas de fertilidad que optan por la Naprotecnología para poder ser padres. Muchas de ellas llegan a esta «Tecnología de Procreación Natural» por sus convicciones religiosas o morales, ya que esta técnica no recurre a la manipulación de embriones. Pero un número muy significativo de matrimonios eligen este nuevo abordaje científico porque no es invasivo, busca las causas de la infertilidad y potencia la capacidad natural de procreación de la propia pareja.
La «Tecnología de Procreación Natural» (de la traducción NaPro Technology) surgió hace más de tres décadas en Estados Unidos de la mano del ginecólogo y obstetra Thomas Hilgers. Pese a su larga trayectoria en países como Canadá, Irlanda, Reino Unido, Holanda o Alemania, este novedoso abordaje está llegando recién ahora a España. «Nuestro enfoque médico y quirúrgico, desarrollado a lo largo de décadas de investigación logra soluciones reales en problemas como la infertilidad, las alteraciones menstruales, el dolor pélvico, el aborto espontáneo recurrente y la depresión postparto», explica el doctor Hilgers.
Beneficioso para la salud
La base de este sistema es el Modelo Creighton, una modificación estandarizada realizada por Hilgers sobre el Método de la Ovulación Billings, desarrollado por John y Evelyn Billings en 1960. Se trata de un sistema de monitoreo de la salud ginecológica femenina a través del registro de una serie de biomarcadores a lo largo del ciclo de fertilidad de la mujer, como la duración y las características del moco cervical, la longitud del ciclo menstrual, el dolor menstrual, el dolor abdominal, el tipo de menstruación, etc. Estos datos -volcados de forma sistemática en una gráfica- ofrecen una información valiosa y objetiva al médico a la hora de decidir los estudios complementarios que son necesarios en cada caso para llegar a un diagnóstico sobre las posibles causas de la infertilidad y qué días del ciclo de la mujer son los más apropiados para realizar esas pruebas.
«La Naprotecnología es muy beneficiosa para la salud porque a veces se descubren diagnósticos que no eran buscados o que son subclínicos, como una enfermedad autoinmune o una intolerancia alimentaria, cuyo tratamiento permite que se restablezca la fertilidad y poder buscar el embarazo naturalmente», explica la endocrinóloga Ingrid Paul, especialista en Naprotecnología y asesora médica del centro Fertilitas en Madrid.
Una de las novedades de este enfoque es que considera la infertilidad como un síntoma y no como una enfermedad en sí misma. «Nuestra perspectiva es distinta. Las técnicas artificiales buscan un embarazo de forma asistida, nosotros buscamos qué es lo que ocurre para dar una respuesta y restablecer la capacidad de procreación natural de esa pareja», indica.
De hecho esta metodología consigue identificar la causa de la infertilidad en el 99,5 por ciento de los casos. «En las técnicas de reproducción asistida en el 47,2% de los casos la infertilidad es por causa desconocida. Esto se puede explicar porque las búsqueda de las causas de la infertilidad a veces es parcial en estos métodos», asegura Paul, quien añade que con la Naprotecnología «algunas parejas no logran el embarazo, pero al menos saben qué es lo que les pasa».
El éxito de este procedimiento «ecológico, humano y ético» no es nada desdeñable. Según un estudio de Standford JB publicado en el «Journal of the American Board of Family Medicine», el 52,8% de las parejas que realizaron el tratamiento durante 24 meses,lograron un embarazo a término con un recién nacido vivo.
El perfil de las parejas que recurren a la Naprotecnología es muy variable. «En su mayoría optan por este método porque está acorde a sus intereses: sean morales o religiosos, porque prefieren no sentirse vulnerables frente a procedimientos invasivos como la reproducción asistida o por un deseo de autoconocimiento de la fertilidad. No obstante, hay muchas parejas que llegan a la Naprotecnoclogía por cansancio o frustración con otros métodos y quieren probar una alternativa», precisa Paul
Carga emocional muy fuerte
«Desde el principio sabía que no quería recurrir a la reproducción asistida, pero tampoco me dio mucho tiempo para dudar porque al año y medio de comenzar con este proceso me quedé embarazada». María fue diagnosticada de un déficit hormonal y también le descubrieron una intolerancia alimentaria que alteraba su fertilidad. «Al final también fue bueno para mi salud, porque me sigo tratando esa enfermedad autoinmune leve y me encuentro mucho mejor».
Pese a conseguir ser madre de forma natural, María reconoce que este método «no es para todo el mundo». «Requiere un compromiso de la pareja y darse un plazo razonable de tiempo para ver resultados: al menos dos años. La carga emocional durante todo el proceso siempre es muy fuerte pero lo que se busca es que la pareja salga fortalecida y no al revés», subraya.
