La natalidad en nuestro país es cada vez más baja.
Desde CREA siempre estamos tratando de concienciar a la sociedad acerca de la importancia de tener una educación reproductiva y sexual, que nos permita planificar nuestra vida para poder decidir el momento idóneo para formar una familia. Por eso, compartimos contigo este artículo publicado el domingo 27 de enero en el Especial “Nuevos retos de la Sanidad Valenciana” del diario Levante EMV, en el que el Dr. Miguel Ruiz Jorro, co-director de CREA, habla sobre este tema y sobre la importancia del hombre en los tratamientos de reproducción asistida..
El retraso progresivo de la edad a la que se tiene el primer embarazo, junto al deterioro progresivo de la calidad del semen, son factores que hacen que cada vez sea más habitual la necesidad de recurrir a centros especializados en medicina reproductiva.
Tradicionalmente, se ha pensado que los problemas de fertilidad provenían de la mujer y, sin embargo, esto no es así. En el 35% de los casos de parejas con problemas de fertilidad la causa es de origen masculino y en un 20% de los casos el problema es mixto, tanto femenino como masculino. “En CREA, de hecho, al ser especialistas en factor masculino, nos encontramos con un problema de fertilidad masculina en 7 de cada 10 parejas”, explica el Dr. Ruiz.
Pero aquí no queda todo, sino que, aun siendo conscientes de esto, es un comportamiento común que las clínicas de reproducción asistida de todo el mundo se centren en la mujer y dejen de lado al varón, al que solo se realiza un análisis de semen y, en base al resultado del mismo, se decide la técnica que se va a realizar.
“Pero, en CREA, actuar de esta manera nos parece un grave error. Primero, porque se ignora al varón, cuando este debe estar completamente implicado en el tratamiento. En segundo lugar, porque es un planteamiento poco efectivo ya que, muchas veces, tratar la causa puede evitar tener que recurrir a técnicas de reproducción asistida para conseguir el embarazo. Y, lo más importante, si no se diagnostica y se trata el origen del problema, este puede suponer un riesgo o disminuir las opciones de tener un bebé sano”, argumenta el Dr. Ruiz.
Sumado a ello, el hecho de no estudiar al hombre puede suponer un riesgo para el varón, ya que el semen puede estar mal por numerosas razones, como padecer cáncer de testículo, una alteración prostática o un problema endocrino, entre otras causas. “El varón estéril tiene una enfermedad y tiene derecho a ser diagnosticado y tratado de forma específica. Esto nos permite, a su vez, saber si existe un riesgo para su descendencia, ya que un fallo testicular, por ejemplo, puede estar relacionado con alteraciones genéticas en los espermatozoides”, comenta el Dr. Ruiz.
Es muy normal que la primera vez que un varón se “preocupe” por su calidad seminal sea cuando le surgen problemas de fertilidad, al contrario de las mujeres, que sí suelen llevar un seguimiento ginecológico desde jóvenes. “Creemos que hay un gran desconocimiento por parte de la población, por lo que desde CREA llevamos realizadas tres campañas de prevención del cáncer testicular dirigidas a jóvenes, lo que nos ha permitido diagnosticarlo en un 2% de ellos de forma prematura, aumentando considerablemente su capacidad de curación”, añade el doctor.
El tratamiento del factor masculino en CREA
Para CREA, centro especializado en factor masculino de Valencia, es primordial realizar un diagnóstico correcto y completo a ambos miembros de la pareja antes de iniciar ningún tratamiento de reproducción asistida.
“Contamos con 25 años de experiencia en el tratamiento de los problemas de fertilidad de la pareja y, desde el comienzo de nuestra actividad, hemos creído de vital importancia evaluar tanto al hombre como a la mujer para poder identificar el origen del problema que les impide tener hijos de manera natural. En general, sabemos mucho sobre la parte femenina y más bien poco sobre la masculina, y es por ello por lo que nuestras líneas de investigación están orientadas a la infertilidad de origen masculino, a identificar cuáles son aquellos factores y patologías que hacen que el semen y los espermatozoides no estén bien”, afirma el Dr. Ruiz.
Gracias a su constante inversión en I+D+i, CREA recibió en 2018 el primer premio al mejor trabajo científico entre cientos de investigaciones presentadas en el 32º Congreso de la Sociedad Española de Fertilidad y, además, su equipo de especialistas dejó constancia de sus grandes e interesantes avances con otros dos estudios más que quedaron finalistas entre los seis primeros del citado congreso.
CREA es un centro médico de medicina reproductiva que ofrece todos los diagnósticos y tratamientos para dar respuesta a cada caso de infertilidad. Con una amplia plantilla y una dilatada experiencia, han sido pioneros en la práctica totalidad de las técnicas que hoy en día se aplican en el sector de la medicina reproductiva y poseen uno de los laboratorios de reproducción asistida más avanzados de Europa, lo que les permite registrar una de las más altas tasas de embarazo. Fruto de sus tratamientos, durante los últimos 25 años, cada 3 días ha nacido un bebé de CREA.
“Podemos estar muy orgullosos de nuestro centro y de los éxitos conseguidos, gracias a todas aquellas personas, profesionales, proveedores y pacientes que durante tantos años han decidido concedernos la oportunidad de llevar a cabo algo tan extraordinario como ayudar a formar familias”, concluye el doctor.
Con frecuencia, al hablar de infertilidad la atención se centra instintivamente en las mujeres, sin embargo, los estudios advierten que la realidad implica por igual a ambos sexos. Según los datos, el 40% de los casos de infertilidad se deben a cuestiones exclusivas del hombre. Este mismo porcentaje se atribuye de manera individual a la mujer, mientras que el 20% restante se debe a causas mixtas en las que ambos participan.
Tal y como ocurre con las mujeres, la edad es uno de los principales enemigos de la fertilidad masculina. Una vez cumplidos los 25 años, la calidad del semen comienza a disminuir, aunque lo problemático o no de esta situación para concebir dependerá de los niveles con los que se parta.
No obstante, cabe destacar que el semen se ha deteriorado en los últimos años de manera general. Las cifras apuntan que en Europa su calidad se ha reducido a la mitad en el último medio siglo, una alarmante progresión que parece ir en aumento.
Esta disminución ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a rebajar algunos parámetros exigidos para considerar un semen normal. De este modo, en 2010 pasó a considerarse normal una concentración de 15 millones de espermatozoides por mililitro, mientras que veinte años antes la marca se establecía en 40 millones.
Causas variadas y relacionadas
De manera general, las causas más frecuentes de infertilidad masculina son debidas a alteraciones en el seminograma, es decir, disminución del número o de la calidad de los espermatozoides.
También puede deberse a problemas mecánicos por alteraciones del tracto genital que dificulten o impidan depositar el semen en el fondo de la vagina durante el coito.
Igualmente, existen una serie de factores que pueden alterar la producción de espermatozoides, afectando a la fertilidad del hombre como problemas hormonales presentes en diversas enfermedades del sistema endocrino, como hipotiroidismo o hipertiroidismo.
Otra de los causantes de infertilidad en los hombres son las varices testiculares o varicocele, una anomalía que causan dilatación en las venas del cordón espermático.
La obesidad, la mala alimentación, el consumo de alcohol, tabaco y drogas, así como el estrés y la vida sedentaria tampoco contribuyen a empeorar la calidad de los espermatozoides.
A esto se suman los aspectos ambientales, como la baja calidad del aire, los agentes químicos o el calor, ya que se ha comprobado que las altas temperaturas pueden afectar a la calidad del semen y a su capacidad reproductiva cuando se produce de manera continuada.
Por todo ello, los expertos coindicen en que lo más importante es hacer un estudio específico y pormenorizado para saber las causas de la infertilidad, ya que de ese modo se pueden aplicar técnicas personalizadas para mejorar la calidad del semen. Esto contribuye a mejorar los resultados en los tratamientos de fertilidad artificial, e incluso propiciar embarazos naturales.
El Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP) es una técnica que se puede asociar a los ciclos de FIV y que tiene como objetivo detectar la presencia o ausencia de determinadas anomalías genéticas o cromosómicas en los embriones antes del momento de su transferencia dentro del útero.
Consiste en la biopsia o extracción de una célula del embrión en sus primeras fases de desarrollo, habitualmente en el tercer día de cultivo. Las células extraídas son analizadas para valorar la presencia de determinadas características genéticas o cromosómicas. Una vez conocido el diagnóstico genético o cromosómico, los embriones valorados como normales serán seleccionados para su transferencia o congelación, y los anormales serán definitivamente descartados.
El DGP es una potente herramienta para evitar la transmisión de enfermedades o anomalías genéticas y cromosómicas a los futuros hijos, para evitar en determinados casos abortos espontáneos y para mejorar la eficiencia de los programas de Fecundación In Vitro.
En los ciclos de FIV con DGP tiene lugar, por lo tanto, una doble selección de los embriones transferidos: a nivel morfológico y a nivel cromosómico. Esto permite aumentar las posibilidades de embarazo en la FIV, ya que se minimiza el riesgo de transferir embriones cromosómicamente anormales, que tienden a no implantar o a producir abortos de forma espontánea.
Así pues, y aunque con algunas limitaciones, el DGP es una técnica con un gran potencial diagnóstico.
De todos modos, el DGP no elimina la necesidad de realizar el diagnóstico prenatal.
Sin duda alguna, en el momento presente, la revolución más importante en el campo de la medicina es la personalización de los tratamientos. En función de las características de cada paciente debe diseñarse una estrategia específica.
Uno de los campos clave para el desarrollo de una medicina personalizada es la introducción de la farmacogenética. Dependiendo de ciertas variaciones genéticas un paciente va a necesitar diferentes dosis o tipos de medicación. En este sentido, Instituto Bernabeu se siente orgulloso de haber desarrollado un test que analizando distintas variantes genéticas nos permite distinguir a aquellas pacientes que se van a beneficiar de aumentar la dosis de medicación. Al mismo tiempo, nos orienta también sobre el fármaco más adecuado para cada tipo de paciente.
Esto resulta especialmente útil en pacientes con “Baja Respuesta Ovárica” donde la obtención de un ovocito más puede marcar la diferencia entre el éxito o el fracaso. Por todo ello, la introducción de la farmacogenetica en el tratamiento de las pacientes con “Baja Respuesta Ovárica” nos da la tranquilidad de que las estrategias de tratamiento personalizadas nos proporcionan la máxima eficacia al menor coste y con la mayor comodidad para la paciente.
Otro campo con un avance espectacular en los últimos años es el de la “Criobiología”. Tanto los ovocitos como los embriones, pueden congelarse con total tranquilidad ya que la evolución posterior es absolutamente normal. Esto nos da seguridad para centrarnos en diseñar estrategias enfocadas en la eficacia. Actualmente, podemos iniciar la estimulación ovárica en momentos distintos del ciclo, como ha demostrado nuestro equipo, sin perder eficacia e incluso podemos realizar dos estimulaciones en el mismo ciclo con lo que conseguimos obtener el mayor número de ovocitos en el menor tiempo posible. Este tipo de estrategias nos llevan a incrementar las posibilidades de éxito no solo para poder conseguir un embarazo, sino para poder ampliar la familia en el futuro aumentando la posibilidad de tener embriones que permanezcan congelados.
Como hemos visto, la incorporación permanente de los últimos avances tecnológicos teniendo siempre como referencia algo clave en el espíritu de Instituto Bernabeu como es aplicar una medicina centrada en el paciente, nos permite llevar hasta las últimas consecuencias una medicina personalizada que asegure a las mujeres con ”Baja Respuesta Ovárica” llegar al máximo para la consecución de un deseo tan importante como es el de completar su idea de familia.
El Ministerio de Sanidad propondrá este miércoles en el pleno de la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud una actualización de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS) a través de una disposición adicional que incluya a los biólogos como profesionales sanitarios. Además, estudiará la denominación con la que los embriólogos clínicos serán incluidos en el futuro Registro Estatal de Profesionales Sanitarios.
“La nueva medida propuesta desde el Gobierno pondría solución a un problema que afecta a cerca de 2.000 profesionales que trabajan en áreas como la Reproducción Humana Asistida, la Genética Clínica o la Microbiología, en su mayoría biólogos”, explica Antonio Urries, presidente de la Asociación para el Estudio de la Biología de la Reproducción (ASEBIR).
El pasado 31 de diciembre finalizó el plazo fijado desde la Unión Europea para incluir a estos profesionales en el Registro Estatal de Profesionales Sanitarios. Este registro es de obligado cumplimiento para el ejercicio profesional en hospitales y centros sanitarios europeos según la nueva Directiva europea de Cualificaciones Profesionales. España se arriesga a una sanción por no cumplirlo.
La inclusión de los embriólogos en el Registro Estatal de Profesionales Sanitarios, una de las mayores demandas reclamadas por ASEBIR, tiene importantes consecuencias tanto para los pacientes como para los profesionales.
La falta de regulación, un riesgo para profesionales y pacientes
“La falta de regulación facilita que cualquier profesional no cualificado, nacional o extranjero, pueda trabajar en los hospitales españoles sin ninguna exigencia formativa y poniendo en riesgo, por lo tanto, la calidad del servicio”, señala Urries, quien destaca la importancia de la medida que mañana propondrá la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud.
Asimismo, la ausencia de ordenamiento de esta actividad profesional pone en peligro el puesto de trabajo de centenares de embriólogos españoles en los países de nuestro entorno. España es, de hecho, el único país europeo en el que no están reconocidos como profesionales sanitarios.
La falta de actualización de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS), que no reconoce a estos profesionales que ejercen su trabajo en centros hospitalarios, “provoca intranquilidad e incertidumbre profesional y pone en riesgo la calidad del servicio en nuestro país y el puesto de trabajo de los embriólogos españoles en los países de nuestro entorno”, asegura el presidente de Asebir. Antonio Urries insiste igualmente en que esta situación “genera indefensión para los pacientes que recurren a técnicas de reproducción asistida, al no tener asegurada la cualificación de los profesionales que las realizan”.
La Ley 44/2003 de 21 de Noviembre de ordenación de las profesiones sanitarias (cuya última actualización se publicó el 23 de Marzo de 2014) no ha sabido hasta ahora dar respuesta a esta falta de ordenamiento de la actividad profesional que realizan los embriólogos, a pesar de que en el Real Decreto 1277/2003 define claramente su figura como “facultativos”, reconociendo de forma implícita su papel como profesionales sanitarios.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la infertilidad es una enfermedad del sistema reproductivo que impide conseguir un embarazo tras un año o más de relaciones sin protección. No debe confundirse con la esterilidad, que se define como la incapacidad para llevar a término un embarazo. Esta imposibilidad se puede producir porque los órganos sexuales no funcionan bien, o porque los gametos son defectuosos.
En la sociedad actual en que vivimos es muy común tener casos cercanos de familiares o amigos que no consiguen concebir de manera natural, ya que alrededor del 17% de las parejas en edad de tener hijos -aproximadamente unas 800.000- sufren este padecimiento en España.
De manera paralela, el anhelo de la paternidad se ha visto reflejado de forma directa en el aumento de los tratamientos de reproducción asistida, un sector que, como reflejan los estudios realizados por la Sociedad Española de Fertilidad, ha avanzado notablemente en los últimos años.
La esterilidad afecta al 17% de las parejas en edad de tener hijos, alrededor de 800.000 personas
Un estudio presentado el pasado julio en el congreso de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (Eshre) celebrado en Barcelona revelaba que España se mantiene como el país más activo en materia de reproducción asistida en Europa, con un récord de 119.875 ciclos de tratamiento registrados en 2015, por delante de Rusia, Francia y Alemania.
Edad o hábitos de vida, algunas causas de la infertilidad
Las causas de la infertilidad son variadas y se reparten con cierta equidad entre las mujeres (30%), los hombres (30%), las causas mixtas (25%) y las de origen desconocido (15%). Factores físicos, emocionales e incluso ambientales tan diversos como el ejercicio excesivo, la diabetes, el consumo de alcohol o tabaco e incluso, en el caso de los varones, la exposición prolongada a fuentes de calor, conforman un listado al que se suman patologías y defectos congénitos. Otro de los aspectos más relevantes en la pérdida de la fertilidad es la edad, especialmente para las mujeres, que pasados los 35 años comienzan un deterioro progresivo tanto en la cantidad como en la calidad de sus óvulos. Por el contrario, en los hombres el tiempo no resulta tan determinante según los datos aportados por un estudio británico sobre la fertilidad de la pareja. La investigación revela que, mientras en el caso de las mujeres el éxito en las inseminaciones aumenta en las poblaciones más jóvenes, entre los varones no resulta relevante la diferencia de edad e incluso en algunos casos los inseminadores mayores llegan a alcanzar una tasa de éxito superior.
Ante esta realidad son muchas las mujeres que optan por la congelación de óvulos para garantizar su fertilidad, un aumento que se ha acentuado especialmente desde 2012, cuando la Sociedad Europea de Embriología dejó de considerar el procedimiento como algo experimental.
Esta técnica en auge alarga la vida fértil de las mujeres, que según los expertos recurren a la práctica por dos motivos principales, oncológicos y sociales. La inestabilidad económica, sentimental o las presiones laborales, son determinantes en la decisión de postergar el momento de la maternidad. Pese a las posibilidades que ofrece la congelación de los óvulos, la Sociedad Española de la Fertilidad desaconseja la fecundación a partir de los 50 años debido a los riesgos que puede generar para la madre y el bebé.
El problema de la fertilidad no solamente es un trastorno físico, sino que en muchos casos deviene en un problema de salud mental al no ser capaz, después del tratamiento de fertilidad, de llegar a concebir, principalmente en el caso de las mujeres e incluso si se han tenido hijos previos. Este dato, publicado el pasado año en la revista Human Reproduction, confirma que el factor más influyente en el deterioro de la salud mental tras pasar por una experiencia de este tipo, no es haber conseguido o no ser padres, sino mantener el deseo de la maternidad tras el fracaso de los tratamientos.
Patologías que afectan a la fertilidad
En el caso de la mujer las causas más comunes son la edad avanzada, endometriosis, lesiones en las trompas de falopio u otras patologías como miomas, enfermedades de transmisión sexual o crónicas (diabetes, cáncer, enfermedad de tiroides, asma o depresión).
En cuanto al varón suele ser frecuente la obesidad extrema, las alteraciones en la producción de semen o en el tracto genital, problemas en la erección o la situación anómala del meato urinario (curvaturas muy pronunciadas del pene o una gran disminución del mismo).
Hábitos saludables para prevenirla
Aunque no siempre se pueden identificar las causas de la infertilidad en la pareja, se ha comprobado que estas rutinas de salud resultan positivas para la concepción:
- Mantener el peso adecuado: El índice de masa corporal ideal en la mujer está entre 20 y 25 kg/m2.
- Evitar el tabaco: La adicción a la nicotina repercute de forma directa en la fertilidad.
- No excederse en el consumo de café: este hábito disminuye la capacidad fecundante en hombres y mujeres.
