Cuatro de cada diez fecundaciones in vitro se hacen con ovodonación
Hasta ahora, cuando se recurre a un Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP) para saber si un embrión presenta alguna irregularidad cromosómica es necesario biopsiarlo, es decir extraerle unas células para ver si hay anomalías genéticas, con el riesgo que conlleva ese procedimiento para la viabilidad del mismo. Ahora, un estudio pionero demuestra que para conocer esa información ya no es necesario recurrir a ese método tan invasivo, ya que el ADN que libera el embrión en el medio de cultivo contiene una representación completa de su contenido cromosómico y analizándolo se puede obtener la misma información con un alto grado de fiabilidad.
El descubrimiento, presentado por Igenomix, compañía biotecnológica íntegramente dedicada a la genética reproductiva, en el 34 Congreso de la European Society of Human Reproduction and Embryology -Sociedad Europea de Reprodución Humana y Embriología- (ESHRE), que se celebra en Barcelona, prueba la eficacia de esta técnica de diagnóstico no invasivo del embrión y abre la puerta a la generalización de este método para la mejora de los resultados de los tratamientos de reproducción asistida. «Es un estudio piloto que optimiza los resultados del anterior. Las conclusiones son muy esperanzadoras», señala en declaraciones a ABC la doctora Carmen Rubio, primera firmante del estudio.
Coste adicional
Durante los últimos años, los investigadores han trabajado para avanzar hacia un diagnóstico no invasivo del embrión, que permita conocer su contenido cromosómico sin tener que llevar a cabo la biopsia embrionaria para la obtención de la muestra, ya que esta conlleva una manipulación y un coste adicional.
Tras la publicación, a finales de enero de 2018 en la revista «Human Reproduction», de un primer estudio en el que se demostraba que el ADN que libera el embrión en el medio de cultivo contiene una representación cromosómica del blastocisto, el grupo puso en marcha esta investigación con la idea de mejorar los resultados obtenidos en el estudio inicial, explorando la posibilidad de su aplicación clínica como diagnóstico cromosómico no invasivo del embrión.
«En aquel trabajo no obtuvimos los resultados esperados, por lo que decidimos realizar algunos cambios en el proceso para optimizarlos. Y lo conseguimos», explica la experta. Ella y su equipo modificaron las condiciones del medio de cultivo e introdujeron cambios en el protocolo de análisis del ADN, y el nivel de concordancia de los resutlados con respecto al método tradicional aumentó significativamente.
«También dimos con el momento adecuado del desarriollo embrionario para tomar la muestra del cultivo, es decir, el momento en el que el embrión suelta más ADN, lo que contribuyó a mejorar los resutlados», añade la especialista.
Un 85 por ciento de concordancia
«En nuestro estudio actual, llevado a cabo sobre 108 muestras de medios de cultivo correspondientes a pacientes con edad materna avanzada, abortos recurrentes y fallo repetido de implantación, hemos observado cerca de un 85 por ciento de concordancia comparado con los resultados del procedimiento tradicional, por lo que estamos muy cerca de conseguir un hito muy importante para la historia de la reproducción asistida como es acabar con biopsia embrionaria para obtener información genética del embrión» explica Rubio. Matiza, no obstante, que «debemos seguir investigandoen esta línea hasta probar por completo la eficacia de este procedimiento no invasivo porque va a significar un paso muy importante hacia la medicina reproductiva personalizada».
«Debemos seguir investigando en esta línea hasta probar por completo la eficacia de este procedimiento no invasivo, porque va a significar un paso muy importante haia la medicina reproductiva personalizada»
«Un diagnóstico a partir del medio de cultivo del embrión, en el momento en el que se desarrolla en el laboratorio de Fecundación In Vitro, puede suponer la simplificación del análisis genético del mismo, por lo que un mayor número de pacientes podrían beneficiarse de este tipo de estudios», añade Rubio.
El diagnóstico no invasivo del embrión prevé, según los expertos, una mejora del 10 por ciento en las tasas de éxito de los tratamientos de reproducción. Las aneuploidías son responsables de una gran parte de los test de embarazo negativos y hasta de un 50 por ciento de los abortos espontáneos. «Valernos de este diagnóstico mejoraría las posibilidades de un embarazo y de que este llegara a término, dando como resultado un bebé sano, que es la misión de la reproducción asistida», concluye la investigadora.
Estimulación ovárica personalizada
Por otro lado, investigadores del Grupo Eugin, uno de los principales líderes en reproducción asistida en Europa, ha desarrollado un algoritmo que servirá para elegir el método de estimulación ovárica óptimo para cada una de las mujeres que acceden a tratamientos de fecundación in vitro. El nuevo procedimiento, más adaptado a las necesidades y perfil de cada mujer, reduce el riesgo de obtener resultados no deseados, como una baja respuesta ovárica o una hiperestimulación ovárica. La «fórmula», que será testada prospectivamente -en futuros casos-, y que se espera aplicar definitivamente a las nuevas pacientes antes de un año, ha demostrado una gran fiabilidad, del 81 por ciento.
Investigación pionera
«Es una investigación pionera. Hasta ahora no se había aplicado el Big Data y el Machine Learning en relación con los distintos protocolos de estimulación ovárica que existen», explica la doctora Rita Vassena, directora científica de Eugin y coautora del trabajo, que se ha presentado en el 34 congreso anual de ESHRE.
Según Vassena, para desarrollar el algoritmo partieron de una base de datos propia. En concreto, de 6.952 casos de primeros ciclos de fecundación in vitro desarrollados en clínicas de Eugin. De cada uno de estos casos se entraron en el ordenador los datos de la paciente recogidos antes de aplicarle una estimulación ovárica: la edad, el índice de masa corporal, los niveles de estrógenos o la edad en que tuvo la primera menstruación, entre otros.
De entrada -explica la experta-, el ordenador puede manejar entre 70 y 80 datos de cada paciente, muchos más de los 8 ó 10 que se contemplan en la práctica médica habitual, por lo que es más fácil que encuentre patrones predictivos. Además, el ordenador «aprende» a medida que va cargando más datos y el algoritmo se va ajustando.
Evitar que los donantes de óvulos y semen se lucren de manera ilegal. Es la iniciativa de un proyecto piloto que ya se prueba en 40 clínicas. A través de una plataforma se cotejan los datos para saber cuántas veces ha donado un paciente. Se prevé que para 2019 todos los centros de reproducción asistida estén intercomunicados con este sistema, que evitará que un donante puede engendrar más de seis hijos.
Seis hijos, es el tope que un donante de semen u óvulos puede tener en España, según marca la Ley. Pero hasta el momento, la realidad es que no existía un registro nacional que permitiese a todas las clínicas llevar un control estricto de los donantes.
Una plataforma piloto podría poner fin a este problema. Con ella, Sanidad consigue interconectar a todos los centros de reproducción asistida de nuestro país. Los archivan con un código secreto, mantienen así su anonimato y evitan que las personas se lucren de manera ilegal.
Esto ya ocurrió en Holanda, donde un hombre llegó a conseguir 102 embarazos. Lo hizo durante años, a través de 11 clínicas distintas.
“Creo que es algo inmoral y que se aprovechan de una situación que no estaba regulada. Es sacar lucro de las necesidades de la gente”, afirma Ignacio, donante de semen.
En nuestro país existen casi 300 centros de reproducción asistida. Este proyecto todavía es un embrión que funciona en 40 clínicas, pero a partir de 2019 todas deberán estar intercomunicadas y así conseguir un control más exhaustivo.
La farmacéutica Merk ha premiado dos proyectos de investigación sobre fertilidad desarrollados por doctoras de Italia e Irlanda con 300.000 euros, que les han sido entregados en el 34 Congreso de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE), que concluye hoy en Barcelona.
Las dos doctoras premiadas con los Grant for Fertility Innovation (GFI) son Cinzia Di Pietro, profesora asociada de Biología Celular y Genética Molecular en la Universidad de Catania (Italia), y Louise Glover, coordinadora de Investigación y Desarrollo en la Clínica de Fertilidad Merrion, en Dublín (Irlanda), y profesora adjunta en la Facultad de Bioquímica e Inmunología del Trinity College de Dublín.
En total, Merck aportará 300.000 euros para los dos proyectos con el objetivo de poder llevar dicha innovación a su aplicación en el ámbito de la reproducción asistida.
Durante la entrega del premio y con motivo del 40º aniversario de la fecundación in vitro, la ceremonia ha contado con la participación de Louise Brown, la primer bebé nacida mediante esta técnica, en 1978, que ha sido presentada por el profesor Bruno Lunenfeld, que fue parte del equipo que descubrió el funcionamiento de las gonadotropinas (hormonas que regulan el desarrollo de la función reproductiva) y que el año pasado recibió el premio a los logros obtenidos durante su carrera.
“Mi madre, Lesley Brown, nunca podría haber imaginado todo lo que ha avanzado la fecundación in vitro en estos 40 años. Si tenemos en cuenta los millones de niños nacidos gracias a diversas técnicas y los miles de empleos creados para ello, es increíble pensar que todo empezó con ella y con mi padre”, ha dicho Brown.
“Los premios Nobel y fundadores de la ESHRE, Robert Edwards y Patrick Steptoe, fueron unos verdaderos pioneros que cambiaron el mundo”, ha señalado Louise Brown.
Por su parte, Thomas D’Hooghe, responsable de Asuntos Médicos de Fertilidad de Merck, ha destacado que “es un honor tener a Louise Brown con nosotros en esta ceremonia de las GFI. Su cuarenta cumpleaños marca un hito clave en la historia de los tratamientos de fertilidad y brinda esperanzas a muchas mujeres, hombres y parejas en general de poder cumplir su sueño de tener un hijo”. EFE
Consejos para entender y ayudar
Hace unos días me encontré en la red con un artículo muy interesante publicado en la web La infertilidad acerca de una queja muy habitual en nuestras consultas de psicología en reproducción asistida, que no es otra que el “nadie me entiende”. El artículo en cuestión daba las pautas para hacerse entender, algo que nos parece fundamental en la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Quirón Donostia. Básicamente, recomendaba escoger bien la persona o personas con las que abrir el corazón, no esperar que todo el mundo esté tan implicado en el proceso como nosotros mismos, establecer los límites al respecto de lo que se quiere compartir y ofrecer información sobre el camino que se ha emprendido.
Y es precisamente en este punto en el que me quiero detener; en el de ayudar a que tu entorno pueda entenderte. En la Unidad de Psicología de nuestra URA ofrecemos una pequeña guía para familia y amigos de pacientes que se están sometiendo a tratamientos de reproducción asistida para que logren entender la situación por la que está pasando la pareja infértil que decide recurrir a la ciencia para cumplir el sueño que a otros les concede la naturaleza aparentemente sin esfuerzo. Las claves fundamentales os las dejo aquí:
Datos y realidades sobre infertilidad y esterilidad.
Para empezar, conviene aclarar que esterilidad e infertilidad son cosas parecidas, pero no son exactamente lo mismo. Más allá de este tipo de matices, conviene recurrir a la estadística y a la literatura médica para tener una información fiable y de calidad. Esto ayuda a desterrar mitos como que quedarse embarazada es algo muy fácil, que los problemas de infertilidad casi siempre afectan a la mujer, que la edad no es tan importante… lo cierto es que la causa de infertilidad y esterilidad de la pareja es por causa mixta, es decir está repartida entre el hombre y la mujer. Puede que te sorprendas cuando sepas que aproximadamente una de cada cuatro parejas que deciden tener un niño, no pueden concebirlo. Hay muchas posibilidades para justificar una estadística tan mala: trompas de Falopio obstruidas, fracaso ovárico, alteraciones hormonales, exposición a tóxicos o un número bajo de espermatozoides, o espermatozoides lentos, por mencionar solo unas pocas. La mayoría de estas razones para conseguir un embarazo son físicas o fisiológicas y no psicológicas.
Los consejos bienintencionados
Cuando alguien a quien queremos tiene problemas, es natural intentar ayudarle y si no hay nada específico que podamos hacer procuramos darle algún consejo. A menudo recurrimos a nuestras propias experiencias o anécdotas que implican a otras personas que conocemos. Quizás, recuerdes a alguna pareja amiga que tuvo problemas para tener un niño hasta que se fueron a una isla tropical o de vacaciones, así que les sugieres que se tomen también unas vacaciones. Estos consejos no les sirven porque su problema tiene un origen físico. No sólo no les sirve, sino que además les afecta mucho. De hecho, los pacientes suelen quejarse de estar continuamente inundados por este tipo de consejos bienintencionados. Imagínate lo frustrante que debe ser para ellos que le cuenten como otras parejas se quedan embarazadas mágicamente durante sus vacaciones simplemente por haber hecho el amor.
Para ellos, que ya están recibiendo tratamiento para la infertilidad, hacer el amor y quedarse embarazada son dos conceptos que empiezan a no estar relacionados. No te puedes imaginar lo duro que está siendo tener un bebé, y lo frustrados que se sienten cada vez que se dan cuenta de que no ha podido ser. Estos consejos, aunque hechos desde el cariño, son en realidad un intento de transformar una situación extremadamente compleja y desagradable, en un problema simple. Simplificando su problema de este modo se infravaloran sus sentimientos, haciendo que se sientan incomprendidos. Es probable, e incluso natural, que en estas circunstancias las parejas en tratamiento de reproducción asistida se enfaden y se molesten si alguien recurre a este tipo de consejos.
Entender la devastación que supone no poder tener hijos
Como hemos dicho, muchas veces estos consejos son contraproducentes porque están formulados desde el desconocimiento; lógico por otra parte, de lo devastador que es para una pareja no poder tener hijos. Muchas de ellas han crecido con la esperanza de que tendrían un hijo algún día. Se han visto a sí mismas asumiendo el papel de padres y madres desde que jugaban a casitas. Incluso algunas parejas no se consideran a sí mismas completamente desarrolladas hasta que no tienen hijos. Para ellos forma parte del ciclo de la vida y parte de la planificación vital que han ido construyendo. Encontrarse con un problema de infertilidad, por tanto, va más allá de del mero hecho de no poder tener hijos; rompe toda la estructura y planes que habían establecido como eje de su vida.
Expectativas reales con respecto a la Medicina
Lo peor de esta situación es que la medicina no puede asegurar a las parejas infértiles que van a tener un niño con un 100% de seguridad. Una de las cosas más crueles que se le puede hacer a una persona es proporcionarle una esperanza que luego no se hace realidad. La medicina moderna ha creado esperanza donde antes no la había, pero a costa de cierto grado de incertidumbre. A pesar de la esperanza que estas tecnologías ofrecen, no deja de ser un camino difícil de recorrer. Algunos de estos procedimientos de alta tecnología se realizan solo en unos pocos sitios. Incluso si el tratamiento está disponible y próximo, las pacientes tienen que realizar numerosas visitas al médico, ponerse inyecciones diariamente, acoplar continuamente su trabajo y otras actividades con los diferentes procedimientos médicos e incluso en ocasiones, realizar importantes desembolsos de dinero.
Además, después de cada intento médico de conseguir un embarazo, deben adoptar una actitud de espera que está sazonada de brotes de optimismo y pesimismo. Es una especie de montaña rusa emocional. Ella no sabe si la tensión mamaria que siente es un signo de embarazo, o un efecto secundario de la medicación. Si ve una pequeña mancha de sangre en su ropa interior, no sabe si es un embrión tratando de implantarse o es que su regla está a punto de comenzar. Muchas mujeres que no se quedan embarazadas después de un tratamiento llegan a sentir como si su bebé hubiera muerto, aunque en realidad solo vivió en su mente, en su deseo y en su ilusión.
Situaciones comprometidas
La vida cotidiana continúa para los demás, de manera que mientras los pacientes están tratando de arreglárselas con esta confusión emocional puede ser que se les invite a una fiesta infantil o a un bautizo, o se enteran de que una amiga o una compañera de trabajo está embarazada, o leen la noticia de un niño de un día de vida que han encontrado abandonado en un contenedor ¿Te puedes imaginar su envidia (sana), o su rabia por las injusticias de las vida? Teniendo en mente que la infertilidad impregna prácticamente cualquier faceta de su existencia, es fácil entender por qué están tan afectados por esta búsqueda. En estos casos lo mejor es actuar con naturalidad y no ponerse la venda antes de hacerse la herida; es decir, no hacer un drama ni sobreactuar para restar importancia a una situación que sí es importante para ellos; ni tampoco adoptar un papel de excesivo protagonismo.
Qué hacer y qué decir
Cuando hables con ellos, trata de sintonizar con el peso que llevan en su mente y en su corazón. Saben que te preocupas por ellos y puede que necesiten hablar contigo de esta mala experiencia. Pero también saben que no hay nada que puedas hacer o decir para que ella se quede embarazada y temen que les hagas una sugerencia que incluso aumente su desesperanza. Les puedes dar tu apoyo no criticándoles por alguna de las cosas que hagan (como no mostrarse cariñosos con, pongamos por ejemplo, un sobrino) para no aumentar su malestar emocional. Podrías decir algo como esto: “Me preocupo por vosotros. Después de leer esto, me hago más idea de lo duro que debe ser este camino. Me gustaría poder ayudaros y estoy dispuesto a escucharos. También estoy para animaros cuando penséis que no hay ninguna esperanza. Podéis hablar conmigo. Me hago cargo”.
La cuestión más importante que hay que recordar es que están angustiados y preocupados. Escucha lo que tienen que decir, pero no les juzgues. No trates de pretender que todo irá fenomenal. Tampoco los lleves al fatalismo con expresiones tan frecuentes como “lo que tenga que ser, será”; si ese fuera realmente el caso ¿qué sentido tendría el uso de toda esa tecnología médica para intentar hacer realidad lo que la naturaleza por si misma no ha podido? La disposición para escuchar puede ser de gran ayuda. Las parejas infértiles o estériles se sienten, en cierto modo, aisladas de otras personas. La capacidad de escucha y apoyo pueden ayudarlas a manejar mejor el estrés que están experimentando. Su infertilidad es una de las situaciones más difíciles a las que tendrán que enfrentarse. No les preguntes constantemente por su situación y respeta que puedan estar algo distantes. Saben que estás a su lado y cuando quieran compartir su situación, lo harán.
Con la aprobación ayer de los Presupuestos Generales del Estado de 2018 se ha dado luz verde al aumento en una semana del permiso de baja paternal, que pasa de cuatro a cinco semanas.
Se trata del acuerdo de investidura de Mariano Rajoy al que llegaron PP y Ciudadanos en el que se pedía un aumento inicial para 2017 para que los padres tuvieran una baja de cuatro semanas por el nacimiento de un hijo. Este periodo debía ser ampliado a razón de una semana por año, de manera que ahora este permiso llega a las cinco semanas.
Un retraso de cinco meses
La ampliación a cinco semanas del permiso de paternidad tenía que haber entrado en vigor el 1 de enero de 2018, tal como incluía el acuerdo con Ciudadanos. Sin embargo, ha tenido que esperar a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Ahora el Gobierno tendrá que anunciar cuándo entrará en vigor.
Entre las enmiendas a los PGE pactadas con los demás partidos políticos se encuentra una de Unidos Podemos que beneficia a los funcionarios: podrán usar sus cinco semanas de la forma que mejor consideren. De este modo, se elimina la restricción por la cual se imponía que estos días de baja tuvieran que tomarse de forma simultánea a las de la madre.
Equiparar los permisos
Todos los pasos que se den en conciliación son bien recibidos, pero el debate sobre si los permisos de maternidad y paternidad son suficientes sigue abierto pese a la mejora de este último (ha pasado de dos días en 2007 a las cinco semanas actuales).
De hecho, la demanda de la equiparación entre los permisos de maternidad y paternidad ha llegado ya al Tribunal Constitucional, que estudiará si es discriminatorio que los padres disfruten de cuatro semanas (ahora cinco) frente a las 16 de las madres.
La ampliación del permiso por paternidad a cinco semanas, una buena noticia de la que pronto podrán beneficiarse los nuevos padres, mientras seguimos demandando más medidas que permitan compaginar la vida profesional y la familiar.
En Bebés y más Permiso de paternidad de cinco semanas y ayudas de mil euros para la guardería, un paso más cerca, Congelada la ampliación del permiso de paternidad de cuatro a cinco semanas para los padres de bebés nacidos en 2018
Para muchas mujeres, el tiempo que transcurre entre la transferencia y el momento de la prueba de embarazo puede llegar a ser una de las partes más difíciles y desesperantes de la reproducción asistida.
Durante los días previos a la transferencia, la paciente pasa por una serie de pruebas, análisis y visitas a la clínica que, aunque a priori pueda parecer una etapa pesada, lo cierto es que no tiene nada que ver con la betaesfera, ese periodo en el que la paciente queda a la espera de conocer si se ha producido el estado de embarazo o no.
Desde Clínica Irema queremos compartir algunos consejos para hacer mucho más llevaderas las dos semanas de incertidumbre por las que tiene que pasar la paciente antes de conocer el resultado de la transferencia.
¿CÓMO PODEMOS LLEVAR MEJOR LA BETAESPERA?
Como se ha explicado con anterioridad, la betaespera puede ser un periodo muy agobiante, así que lo primero que recomendamos es que no se deje de llevar a cabo las actividades del día a día. El estar constantemente pensando en si la transferencia va a resultar en embarazo o no, solo hace que aumente la preocupación más de la cuenta. Por ello, no hay que dejar de hacer vida normal y así pensar en otras cosas.
Es por esto que no se considera necesario dejar de trabajar durante la betaespera, ya que el trabajo puede ayudar a llevar los pensamientos hacia otra parte. También cabe destacar que si se trata de un trabajo que implica un esfuerzo físico considerable, entonces sí que es recomendable pedir la baja, ya que realizar movimientos bruscos o permanecer en una posición que requiera mucho esfuerzo podría llegar a ser perjudicial. Solo en este caso es aconsejable no trabajar durante este tiempo.
Aunque la paciente sienta la tentación de quedarse en la cama haciendo reposo por miedo a que pueda pasarle algo al embrión, lo cierto es que esto no sirve de mucho, al contrario, puede ser contraproducente. Al embrión no le va a suceder nada por moverse con normalidad y además, es muy recomendable llevar a cabo ejercicio ligero para la circulación de la sangre. Por ejemplo, caminar puede ser muy beneficioso.
En Irema también aconsejamos realizar ejercicios de relajación, ya que se trata de una actividad muy buena para superar esta etapa, y es que la respiración correcta puede servir para eliminar estrés y tensiones.
Es cierto que hay deportes que por su intensidad e impacto en el cuerpo no son aconsejables para realizarlos durante la betaespera. Además de este tipo de ejercicio, también se debe evitar cualquier tipo de inmersión en el agua, como darse un baño en la playa, ir a la piscina o tomar un baño en casa. Esto no quiere decir que no se pueda tomar una ducha, sumergirse en el agua es otra cosa muy diferente, lo que puede afectar al óvulo, provocando su disolución.
Por otro lado, aconsejamos que la paciente no deje de apuntarse a los planes que hagan sus amistades, esta es una forma de animarse y liberar el estrés, cosa que ayuda mucho en el proceso.
Si se está pensando en tomar un medicamento, por cualquier razón, siempre se debe consultar primero con el médico, esto más que un consejo es algo que se debe hacer sí o sí.
Otra recomendación es seguir una dieta sana y equilibrada, comer de todo con moderación siempre será la mejor opción, a no ser que el médico tenga una recomendación especial para la paciente.
Por supuesto, si se plantean dudas durante el proceso o cualquier cosa que pueda afectar al bienestar de la paciente o del embrión, lo mejor siempre será consultar a los especialistas de Irema.
