Las parejas sometidas a la presión y estrés que representa el hecho de no poder concebir no necesitan que nadie les diga:
“relájate y te quedarás embarazada”, “iros de viaje y olvídate del tema”, “disfruta de tus sobrinos, no pienses en el asunto”…
Cualquier comentario parecido es como si clavaran un puñal en el corazón de la persona afectada… Es desagradable oirlos pero lamentamos reconocer que tienen parte de razón.
Dos estudios demuestran que si la mujer está obsesionada por quedar embarazada, puede llegar a liberar óvulos inmaduros que no podrán ser fertilizados. También se ha descubierto que el estrés produce espasmos en las trompas de Falopio dificultando el viaje de los espermatozoides.
Se han oido historias de parejas que lograron el embarazo después de tramitar la adopción.
Parece una fórmula secreta de los brujos de una aldea de África pero en muchos casos de infertilidad de origen desconocido es real.
Las hormonas están en constante movimiento dentro del flujo sanguíneo a través de diferentes células. Una vez alcanzan su destino, se adhieren a la superficie de la célula en puntos denominados receptores, provocando una reacción determinada.
La fertilidad no depende exclusivamente de las hormonas sexuales. Para una perfecta salud reproductiva, las principales glándulas endocrinas, deben estar funcionando correctamente, produciendo los adecualdos niveles de hormonas.
La pituitaria libera un gran número de hormonas siendo las más abundantes las hormonas del crecimiento. Responsables de la regeneración celular. Las hormonas del crecimiento han sido el foco de diversas investigaciones relativas al envejecimiento desde que se descubrió que van menguando con la edad.
En el ser humano, a partir de los 30 años, los niveles de dichas hormonas se reducen en un 14% cada década
A los 20 años producen 500mcg, a los 40 años generalmente se reduce a 400 mcg y al alcanzar los 80, apenas llega al nivel de los 25 mcg.
Los estudios han demostrado que la disminución de las hormonas de crecimiento de la pituitaria parecen actuar como un disparador de una disminución en cascada de todas las hormonas necesarias para la fertilidad y la líbido. Sin embargo, al potenciar los niveles de las hormonas del crecimiento, también se incrementa el nivel de hormonas sexuales.
Mediante una dieta adecuada y hábitos saludables, estos niveles hormonales pueden aumentar haciendo que las posibilidades de éxito en un tratamiento de fertilidad aumenten también.
En lenguaje común, se llaman frutas del bosque a las frutitas pequeñas, dulces (o ácidas), jugosas e intensamente coloreadas sacadas de arbustos silvestres. El contraste con los colores de fondo, las frutas del bosque son más atractivas a los animales que las ven, ayudando a la dispersión de las semillas de la planta. La mayoría de las bayas silvestres son frutas del bosque comestibles, pero se debe tener cuidado porque algunas son venenosas. Sus fuertes colores son pigmentos sintetizados por la planta.
Algunas investigaciones han descubierto propiedades medicinales de los polifenoles pigmentados, como flavonoide, antocianina, tanino y otros fitoquímicos localizados principalmente en la piel y semillas. Muchos frutas del bosque tienen pigmentos antioxidantes y una alta capacidad de absorción de radicales de oxígeno (“ORAC”) entre alimentos vegetales.
Tanto los arándanos como las zarzamoras, grosellas y fresas están enriquecidas con vitamina C y otros fitonutrientes.
Son poderosos antioxidantes y protegen tanto a los espermatozoides como a los óvulos de daño celular.
La vitamina C es el mejor tónico para el esperma; aumenta su cantidad, movilidad, además de protegerlo de apelmazamiento en grumos y defectos genéticos.
En el centro de la investigación nutricional, al escribir este capítulo, se encuentra en la información, no solamente sobre las enzimas . Las viejas escuelas sobre nutrición se interesaban principalmente por la división de los alimentos en las categorías básicas de carbohidratos , grasas y proteínas; esto puede parecer la edad Media alimenticia una vez que se conoce y se aprecia en su totalidad de cuadro completo del impacto de los aminoácidos en la salud, la fertilidad y la vitalidad.
Las cadenas de aminoácidos que forman las proteínas son la segunda sustancia que más abunda en nuestros cuerpos después del agua. Ellas forman la estructura biomolecular de todas las células del cuerpo: los génes, la sangre, los tejidos, los músculos, las enzimas, lo más importante es que son uno de los mayores constitutivos de las hormonas.
Veinticuatro aminoácidos han sido identificados como necesarios para que el cuerpo pueda formar de 50.000 proteínas diferentes. el hígado produce alrededor del 60% de los aminoácidos que necesitamos.
Los aminoácidos má importante para la fertilidad son aquellos que además, aumentan la secreción d ela hormona de crcimiento. Los aminoácidos son los únicos nutrientes capaces d eaumentar la producción de la hormona de crecimiento nuevamente a su nivel óptimo, o a niveles de juventud.
Una maravillosa fuente de grasas, el aguacate aumenta tu fertilidad con las vitaminas E y B, los betacarotenos, cobre y potasio.
El aguacate ha sido siempre un remedio tradicional para la disfunción eréctil.
Tomar aguacates triplica la posibilidad de embarazo in vitro. Lo revela un estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard, presentado en la Sociedad Europea de Reproducción Humana.
Participaron 150 mujeres mayores de 30 años en tratamiento de fertilidad. Las que consumían más grasas monoinsaturadas (contenidas en el aguacate) tenían tres veces más posibilidades de tener un hijo tras la terapia.
Buena fuente de vitaminas y minerales como el boro, al que se le atribuye la capacidad de elevar a niveles óptimos el estradiol (estrógeno), incluso a niveles más altos que los logrados a través de terapias hormonales, en mujeres en períodos de perimenopausia.