Libros sobre reproducción asistida existen unos cuantos, pero encontrar fieles reflejos de cómo lo viven los protagonistas de todo esto, es decir, los pacientes, es otro cantar. Todavía existen ciertos tabúes, inseguridades, dudas e incluso rechazo a mostrarlo al mundo, aunque cada vez se progresa más en este sentido, Internet nos lo está poniendo cada vez más fácil. Y en esta ocasión, vamos a conocer el caso de una madre soltera por elección, algo todavía más reciente y concreto.
La historia que nos narra en primera persona con bastante detalle Eva María Bernal en su libro “Mi Maternidad asistida (o cómo ser madre por reproducción asistida sin morir en el intento)”, transcurre durante los últimos ocho años de su vida, desde la primera visita a una clínica y pasando por el nacimiento de su primer hijo, Rodrigo, hasta el nacimiento de sus dos últimos hijos (Martín y Aitana, mellizos): un tiempo en el que ha recogido una experiencia y sabiduría en todo lo relacionado a reproducción asistida que ella misma reconoce preferiría no haber adquirido y haber conseguido ser madre mucho antes. Pero lo importante es que ella, negativo tras negativo, no se ha rendido nunca. De hecho, ella estaba convencida que esa sucesión de negativos le llegaría a descubrir el tan ansiado positivo y haría todo lo posible por conseguirlo, removiendo cielo y tierra si era necesario.
Con este libro ella cierra el círculo de su búsqueda, tras el nacimiento de sus mellizos y ahora nos brinda a los demás todo legado en forma de apoyo y conocimiento acerca de los tratamientos, técnicas y medicinas más utilizadas, las que mejor le han funcionado, los profesionales que han estado a su lado durante el recorrido y los momentos más críticos del proceso de crear su familia.
Estamos ante un relato en primera persona de una mujer fuerte que nos ofrece su experiencia y sabiduría adquiridas tras ocho años de constante lucha por conseguir su sueño: llegar a crear su familia, formada por Rodrigo, Martín y Aitana, los tres fruto de la reproducción asistida y los héroes de este “camino a Ítaca”, tal y como describe el proceso su autora. Os recomendamos su lectura, como mínimo, para conocer su historia paso a paso y que os acompañe en vuestro camino. “Mi maternidad asistida” es un viaje exhaustivo por todas las fases de sufrimiento e ilusión por conseguir lo que todos queremos: nuestros tan deseados hijos en casa.
Además de este libro, podéis descubrir su página web, Creando una familia, en la que ofrece su apoyo de forma profesional, así como una comunidad de la que formar parte y conocer a otras personas que están en el mismo barco de la maternidad asistida.
http://mimaternidadasistida.blogspot.com.es/
Agua pura, no contaminada por fluoruro u otro químico tóxico, es indudablemente la mejor bebida para la infertilidad y para una salud óptima en general.
Aproximadamente el 70% del cuerpo humano está compuesto por agua, suponiendo que tu eres de las escasas personas que están adecuadamente hidratadas. El consumo regular de bebidas deshidratantes, como la gaseosa, el té cafeinado o el mismo café provocan que la mayoría de los adultos tengan solo entre el 50 y 60% de nivel de hidratación.
Para maximizar tus posibilidades de tener un bebé necesitas que el ADN de las células, ya sea de tus óvulos o de tus espermatozoides, y las de tu cuerpo en general, estén en forma excelente y saludable. Algunos bioquímicos consideran que el corazón de la doble hélice del ADN en cada una del trillón de células de tu cuerpos una columna de agua organizada, la cual transmite información a través de todo el sistema corporal. La tecnología de resonancia magnética ha mostrado que la deshidratación conduce al daño celular, el cual a su vez afecta la fertilidad.
Cuando te encuentras deshidratado, se acelera el proceso de envejecimiento y reduce tu fertilidad. Esto sucede tanto a hombres como a mujeres.
La concentración de FSH nos permite determinar:
· Un problema de ovulación relacionado con una insuficiencia del hipotálamo e hipófisis (bajas concentraciones) o una anomalía del ovario (concentraciones normales o elevadas)
· Para juzgar la reserva de folículos del ovario (las mayores concentraciones sugieren una reserva limitada de folículos)
Para diagnosticar las causas de la infertilidad, es necesario analizar las concentraciones de FSH al principio del ciclo.
Un gráfico de temperaturas basales es una forma sencilla y económica de ver si una mujer está ovulando. La temperatura debe anotarse todas las mañanas inmediatamente al despertarse (después de dormir un mínimo de 5 horas) a partir del comienzo de la menstruación. Una vez ocurrida la ovulación, se produce un alza (que debe de ser de por los menos de 2 décimas) la cual se prolonga durante toda la fase lútea (fase en la que se produce la ovulación).
El alza no indica el momento óptimo para tener relaciones. Al registrarse el alza de temperatura, pueden haber pasado varias horas desde la ovulación. Teóricamente se puede producir el embarazo el día de la alza, ya que el óvulo se puede mantener vivo hasta 24 horas, pero lo mejor es haber estado manteniendo relaciones desde antes.
Para poder obtener varios resultados comparables, es conveniente llevar un registro de tu ciclo y tus temperaturas basales durante por lo menos tres meses.
La insulina inhibe la hormona del crecimiento. La hormona de crecimiento quema las grasas mientras que la insulina provoca su acumulación. Si los niveles de hormonas del crecimiento se reducen, se produce un círculo vicioso de envejecimiento. Engordas y liberas menos hormonas de crecimiento y consecuentemente los niveles de las hormonas de crecimiento estarán mas bajos que los de la insulina.
La insulina acelera la regeneración celular, es decir, un envejecimiento acelerado. Una dieta rica en azúcar, alcohol y carbohidratos refinado eleva los niveles de insulina, y a la vez anula la liberación de la hormona de crecimiento y en consecuencia afecta a la fertilidad.
La insulina estimula la liberación de hidrocortisona o cortisol de las glándulas adrenales. El cortisol compite con la hormona esteroide maestra DHEA, la que es una de las más poderosas hormonas regenerativas y procreativas del cuerpo humano, que convierte tanto en testosterona como en estrógeno.
La insulina la podemos controlar comiendo alimentos con bajo índice glucémico (IC). La glucosa (azúcar puro) alcanza la puntuación de 100 en este índice, la mayoría de verduras tienen un bajo índice glucémico, al igual que la mayoría de frutas.
Cuanta más fibra contiene un alimento, menor es el índice glucémico.
La insulina está directamente relacionada con la fertilidad de la mujer. Durante la primera mitad del ciclo, cuando los estrógenos son las hormonas más dominantes, la mujer está más sensible a la insulina y glucosa, logrando su metabolización.
Desde la ovulación hasta la menstruación, sube el nivel de progesterona y la mujer se vuelve más resistente a la insulina. El cuerpo deja de lado las grasas para prepararse para la gestación y sus células se vuelven inmunes a la insulina, por lo tanto el páncreas segrega más hormonas de lo habitual.
La insulina provoca que las enzimas produzcan más andrógenos en el ovario en proporción al nivel normal de estrógenos. El exceso de andrógenos anula la liberación del óvulo causando ciclos irregulares o la ausencia de ellos. Este fenómeno se ve en mujeres que sufren el Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP)
El Zinc es la super estrella de los minerales de la fertilidad. El zinc es importante para el funcionamiento de los órganos reproductivos.
Para los hombres el zinc es esencial para que los testículos produzcan un esperma saludable.
Los hombres pierden aproximadamente un 9% de su ingesta diaria de zinc con cada eyaculación. Es importante que mantengan una cantidad adecuada de zinc y para asegurarse de ello, los sumplementos son una buena solución.
Para las mujeres, el zinc es necesario para formar y mantener las hormonas de la reprodución, estrógeno y progesterona .
Hay un numero de de estudios que también señalan al zinc como vital tanto para hombres como para mujeres por que es un componente esencial de material genético y su deficiencia puede causar cambios en los cromosomas que pueden llegar a provocar un aborto espontáneo. Sin zinc, la división celular de la concepción no puede realizarse apropiadamente .
Cuando las parejas siguen un tratamiento de fecunadación in vitro (FIV), los ovocitos fertilizados solo pueden ser implantados una vez que se ha producido la adecuada división celular, la que está supeditada en que tanto los espermatozoides como los óvulos tengan adecuados niveles de zinc.
El zinc también ayuda para la absorción del ácido fólico, una de las más importantes vitaminas del antienvejecimiento que aseguran la duplicación celular perfecta en el cuerpo humano, y es clave para el desarrollo del feto durante las primeras etapas de gestación.
Entre los alimentos de la fertilidad, fuentes de zinc se incluyen en: alfalfa, almendras, levadura de cerveza , zanahoria, algas dulces, verduras de hoja verde, hongos, avena, pacanas y semillas de calabaza. Otras fuentes que pueden mencionar: huevos y mariscos, particularmente las ostras y algas.