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La infertilidad se vive en silencio



A las mujeres les cuesta declarar abiertamente que no son fértiles, que algo para en su cuerpo que impide la concepción. Para los hombres también es difícil cuando en su entorno la imagen que se le da al varón es de fuerte y duro, responsable del núcleo familiar.

La OMS define la infertilidad como la “no consecución de embarazo clínico tras 12 meses o más de relaciones sexuales sin anticoncepción”. Incluir este concepto como tal en la bibliografía científica supuso un paso clave para todos los colectivos que luchan por la normalización de la infertilidad.

Para educar en esa normalización este sábado se celebra el Día Mundial de la Infertilidad, fecha promovida por organizaciones que dan apoyo a las personas afectadas para informar y concienciar sobre sus efectos y consecuencias.
 
“Es importante que se reconozca por parte de Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud el Día Mundial de la Infertilidad. Porque aunque se debe luchar los 365 días del año por darle voz a esta enfermedad, tener un día al año reconocido por estas organizaciones internacionales daría mucha fuerza y un buen empujón de ayuda”, afirma Helena Fernández, presidenta de la asociación Red Nacional de Infértiles.

Las dificultades para concebir están presentes en la sociedad española y los números sobre reproducción asistida lo dejan claro. “La cifra total contabilizada es de más de 116.000 fecundaciones in vitro en nuestro país, la más alta de tratamientos publicada hasta ahora en Europa. El número de nacimientos por tratamientos de reproducción asistida en el año 2014 supera los 25.000 bebés”, apuntan desde la Sociedad Española de Fertilidad, que hizo públicas estas cifras en su último congreso nacional como adelanto del primer registro que incluye datos de clínicas privadas y públicas, y que verá la luz a finales de año.

Transformaciones sociales

“La fertilidad de la mujer desciende conforme avanza en edad y, hoy en día, lo habitual es que la maternidad se planifique atendiendo a razones sentimentales, sociales o económicas. Cuando en pareja o en solitario se decide concebir puede que surjan las dificultades pero no se ha de juzgar a las mujeres o a los hombres por su infertilidad”, considera Juan Giménez, doctor especialista en ginecología en la clínica Accuna.

“El margen de edad en el que la mujer es más fértil es entre los 20 y los 30 años. La sociedad ha cambiado y no se puede exigir a las mujeres que se planteen tener hijos antes de cuando desean, hay que aceptar cómo se modifican las vivencias sociales”, añade el doctor Giménez.

Mientras, la ciencia avanza más rápido que la aceptación social y desarrolla nuevos métodos y tecnologías para conseguir que los tratamientos de reproducción asistida sean cada vez más eficaces.