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Infertilidad en el varón y criptorquidia



Los factores que causan criptorquidia son:

  • hormonales: déficit de ciertas hormonas durante el embarazo o los primeros meses tras el nacimiento.
  • alteraciones anatómicas: las más comunes, consisten en anomalías en los tejidos que participan en el descenso testicular.
  • causas genéticas: síndrome de Klinefelter (varones con un cromosoma X de más), cromosoma Y más largo de lo normal, y otras alteraciones genéticas. Actualmente también se habla de factores ambientales durante la vida fetal relacionados con esta patología (enfermedades de la madre durante el embarazo, agentes químicos, etc.)

La temperatura es un factor importante en la función testicular y el hecho de no haber descendido supone un perjuicio para el testículo, ya que está expuesto a temperaturas más altas que las que tendría estando en el escroto.

Existen varias vías de tratamiento:

Tratamiento quirúrgico: es a día de hoy el método más eficaz y consiste en la reubicación del testículo en el escroto. Si al año del nacimiento el testículo no ha descendido existe un alto riesgo de que las células que darán lugar a espermatozoides degeneren por lo que se recomienda realizar la cirugía antes de los 18 meses de edad y siempre antes de los 5 años. Desgraciadamente seguimos encontrando criptorquidias no tratadas en edades superiores.
Tratamiento hormonal: sólo indicado en un reducido número de casos.

En la mayoría de los casos la criptorquidia es unilateral (un solo testículo no descendido) y las repercusiones en cuanto a fertilidad son menores que en la criptorquidia bilateral (ninguno de los testículos descendidos). En esta última frecuentemente encontramos alteraciones graves de la calidad seminal que llegan incluso a la ausencia de espermatozoides en el eyaculado (azoospermia).

Afortunadamente hoy en día existen técnicas que nos permiten obtener espermatozoides y llevar a cabo una Fecundación in Vitro. La recuperación se realiza mediante la recogida de una pequeña cantidad de tejido por una punción en el testículo bajo anestesia local y aspiración con aguja fina (PAAF) o mediante una biopsia testicular, en la que se obtienen fragmentos de testículo.

Además de estar asociada a problemas de fertilidad se sabe que la criptorquidia no corregida está también relacionada con una mayor incidencia de cáncer testicular, por lo que un correcto diagnóstico y tratamiento son cruciales.

Mª Carmen Tió, bióloga del Instituto Bernabeu