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Técnicas de reproducción asistida: factores del éxito del embarazo



Muchas son las parejas que se someten a técnicas de reproducción asistida para conseguir de una vez por todas el deseado embarazo que durante tanto tiempo llevan buscando. Sin embargo, en las técnicas existentes (inseminación artificial y fecundación in vitro) entran en juego múltiples factores que determinan la tasa de éxito del tratamiento a seguir. Pero este tema no atañe únicamente a las mujeres, también las condiciones del hombre tienen mucho que ver a la hora de concebir y que se logre el embarazo.

Inseminación artificial y fecundación in vitro

Según la Sociedad Española de Fertilidad, a grandes rasgos, los factores que aumentan las posibilidades de éxito de embarazo con técnicas de reproducción asistida en la mujer suele ser predominantemente la edad, de forma que a partir de los 35 años la probabilidad de embarazo disminuye hasta el 66%. Otros factores que influyen en el éxito de embarazo es la causa de la esterilidad de la mujer, el estado de las trompas uterinas y el número y calidad de los embriones transferidos, en el caso de una FIV (Fecundación In Vitro).

Imagen eliminada.

Pero como decíamos al comienzo de este artículo, a la parte masculina se le atribuyen otros factores que intervienen en las posibilidades de éxito de embarazo. Entre ellos cabe destacar, al igual que en la mujer, la edad del varón. A partir de los 40 años su fertilidad declina en un 70%. A medida que el varón envejece, el ADN presente en su esperma comienza a fragmentarse, es decir, se provocan roturas o lesiones en el material genético del espermatozoide, lo que provoca infertilidad. Así mismo, otro elemento clave es la calidad del semen, existiendo 5 veces más posibilidades de gestación en el caso de hacer una inseminación artificial.

No obstante, independientemente de los factores del hombre y la mujer que influyen directamente en la tasa de éxito del embarazo, cabe considerar las causas de éxito relacionadas con el propio tratamiento. De esta forma, habría que tener en cuenta el número de folículos desarrollados como respuesta al tratamiento y la cantidad de espermatozoides útiles obtenidos a partir de las muestras seminales. Se puede decir que en los grupos de peor pronóstico está en torno al 20% de éxito de embarazo, mientras que puede aproximarse al 50% en los pacientes con perspectivas más favorables.